♥¿QuE bUsCaS?♥

martes, 17 de noviembre de 2009

Capitulo 2: FOTOS

FOTOS

Con mi ropa seca ya puesta me dirigí a la sala donde estaba papá, me senté a su lado. Tenía el periódico en su mano.

--¿Qué hay de nuevo?

--Al parecer llegaste tarde.

--¿Qué?—Me paso el periódico.

ADOLESCENTE ASESINADA Y GOLPEADA.

La joven fue encontrada anoche en un callejón. Conocida como Ángela Linier de 15 años. Según su familia se iba a encontrar con su novio, cuando fue asesinada.

El hecho ocurrió cerca de las 23:00 hs.

Fuentes policiales sospechan que se trata de un asesino en serie, él mismo que ataco a Alicia Torres de 15 años, y Martina Saloes de 16 años. Aun se llora su muerte.

La policía pide que mantengan a sus hijos dentro de su casa y vigilados cuando comience a oscurecer.

Aun no se sabe como es que elige a sus victimas, pero…



Deje de leer, no podía seguir. No podía creer que fuera tan tonta como para dejar que eso hubiera ocurrido, tan solo un par de horas antes de que yo acabara con él.

Comencé a sentir nauseas.

Me levante y corrí hacia el baño. En menos de un segundo estaba de rodillas al lado del retrete.

--Sisi, tranquila—Papá recogió mi cabello hacia atrás, haciendo caso omiso a mis quejas. Se quedo junto a mi unos minutos.--¿Estas mejor?—Asentí. Las lágrimas caían por mis mejillas. —No ha sido tu culpa.

--Si solo hubiera llegado unas horas antes, ella aun seguiría con vida junto a su novio y su familia. No puedo ser más

--Shhhh. —Me levanto y me llevo al sofá nuevamente y me mantuvo en sus brazos como cuando era pequeña. —Todo va a estar bien. No puedes saber cuando atacaran, ni en donde. No eres psíquica.

Me encogí y cerré los ojos con fuerza, intentando dormir, por suerte lo logre.

Adoraba soñar, siempre eran recuerdos de cuando era bebe, el rostro de mamá, ellos abrazados, y yo en sus brazos.



Me desperté, mire por la ventana y era de noche, el reloj marcaba las 3:00 Am

Súper, yo aun no había comenzado la tarea.

Encendí la luz de mi escritorio y comencé con la tarea. Pero me era imposible, porque cada vez que intentaba hacer alguna operación me asaltaba la imagen de esa chica en el callejón. Una y otra vez.

Golpee la mesa con frustración me era imposible concentrarme ¿Que me estaba sucediendo?

Por suerte papá no estaba el trabajaba de noche en seguridad, en una fabrica en las afueras de la ciudad.

Con la poca concentración termine cerca de las 6:00a.m.

Me bañe y cuando Salí papá ya había llegado.

--Hola, pequeña.

--Hola, pa.

--¿Cómo te encuentras?

--Muy bien.

--Aquí tienes. –Unas galletas y una leche con chocolate.

--Gracias. —Comí y bebí con muchas ansias.

--Este fin de semana iremos de compras. —Cuando él decía “Iremos de compras” se refería a ir de caza, porque siendo hibrida te ganas la necesidad de comida humana y sangre, si me falta alguna comienzo a enfermarme.

--Mejor que me vaya ara no volver a llegar tarde.



Camino al instituto comencé a imaginar que había sucedido esa noche.

Saque ese pensamiento de mi cabeza.

Pero cada vez iba en aumento, así que intente recordar una canción de cuna que mamá cantaba.

Luna, lunera

Cascabelera

Cinco pollitos

Y una ternera.

Era lo único que podía recordar, pero lo seguí repitiendo en mi cabeza una y otra vez hasta llegar a destino.

Entre a mi salón y el profesor aun no había llegado, tan rápido como podría ir una persona normal me senté en mi banco.

--Buenos días alumnos.

--Buenos días.

--Oh, señorita Zafiro esta aquí. —Tenia unas enormes ganas de decirle muchas cosas no lindas pero cuando estaba a tan solo una amonestación de ser expulsada me convenía estar callada.

Comenzó con la clase, por suerte hoy no me hizo ninguna pregunta porque no había estudiado absolutamente nada.

--Bueno, quiero sus trabajos en mi escritorio. —Cada vez que íbamos siendo nombrados entregábamos el trabajo.

Yo era la última porque mi apellido comenzaba con Z.

--Zafiro—Me levante él me miro a través de sus gafas. Comenzó a hojearlo, estaba segura de que comenzaría menospreciarlo frente a la clase, pero se limito a decir—Bien.

¿Solo bien? ¿Qué le parece si usted sale por las noches a matar vampiros y carga con la culpa de no poder salvarlas y yo me quedo aquí a criticar?

--Gracias. —Suspire. Debía mostrarme respetuosa. Dejo mi trabajo a un lado y comenzó con la clase.



Cuando salimos del salón Daniel me siguió.

--Hola.

--Oye, yo era tu guía solo ayer.

--Ya lo se.

--Entonces…

--¿Te molesta que te acompañe?

--Mmm. —Sus ojos eran grandes y penetrantes. Reflejaban ¿ansias? ¿Deseos? –Esta bien.



Llegamos a la cafetería y compre mi almuerzo.

--¿Qué es?

--Jugo y una hamburguesa.

--Ahhh—Puse mis ojos en blanco.

--¿Acaso no vas a comer?

--Desayune bien esta mañana. —Me dedico una gran sonrisa, riendo de su chiste no tan privado. Esa respuesta envió un escalofrió por todo mi cuerpo.

Llegamos a nuestra mesa.

--Hola Sasha. —Saludaron.

--Hola Daniel. —Era gracioso parecían niños de preescolar saludando a su maestra.

--No sabía que nuestro instituto fuera tan grande.

--Ja Ja Ja, muy gracioso Lucas.

--¿O es una de tus victimas?

--¿Victima?—Daniel sonaba divertido.

--Yo no tengo victimas.

--Sasha, no seas tan modesta.

--Hazme el gran favor de cerrar el pico, o lo hare yo.

--Tranquila. —El vampiro levanto una ceja insinuando. —Me refería a que ella ¿Ves aquella mesa?—Señalo a los snob. —Bueno ella ha salido con casi todos. —Su boca se abrió de par en par.

--No con todos—Aclare.

--OK “No con todos”—Me reparo. —Lo mas gracioso es que no ha besado a ninguno.

--¿Es que siempre tienes que hablar sobre mi?

--Solo le estoy advirtiendo del riesgo que corre en salir conmigo.

--No-esta-saliendo-conmigo.

--Si como digas.

--Lucas por favor…--Matías me conocía muy bien, solo me había visto casi enojada una vez en su vida. Suficiente para conocer mi carácter, y cuidarse de el.

--Seguro has notado lo que sucede en los pasillos cuando caminas junto a ella.

--¿Te refieres a que todos la miran?—Su voz destilaba un poco de enojo, si yo iba a ser su victima no le convenía que yo no pasara desapercibida. Pobre, no sabe con quien se metió.

--Si, la mayoría cae a sus pies con un solo parpadeo, no hay un chico aquí que no la quiera a ella.

--¿Y tu?—María pregunto

--Yo no la quiero, te tengo a ti. —La beso.

--Por favor, estamos comiendo. —No era cierto, no había tocado mi comida pero era asqueroso en cierta forma.

--¿Celosa?

--Sigue soñando.

Realmente no estaba celosa de él, sino que estaba celosa de María, pero no en mala manera. Solo que ella era muy bonita y solo por buenos genes, no para atraer presas como yo. Sus padres estaban juntos y la querían mucho, en cambio a mi mamá la habían matado, y solo tenía a papá, no es que no lo quisiera pero me entristecía verlo tan solo, a veces lo atrapaba pensativo y no quería preguntarle si la extrañaba, porque era obvio que si. También tenía dos hermanitas menores, mellizas que eran muy traviesas pero divertidas, y aunque me cueste admitir un novio muy bueno que la respetaba y quería.

--Ten cuidado, solo juega con ellos.

--Es que soy tan peligrosa. —Use el sarcasmo.

--Tú eres tema tabú entre ellos.

--¿Por?

--Porque ninguno puede alardear de nada contigo. Todos han perdido. —Solté una risita. Yo sabia que ellos jugaban con muchas chicas, las cuales después las encontraba llorando en el baño por su culpa, entonces yo les hacia lo mismo, para que supieran que dolía. Pero algunas veces tan solo lo hacia para divertirme.

--Que se le va a hacer. —Seguía sonriendo.

--Oye hablando de todo esto. Mi hermano quiere saber cuando será su turno.

--Dile que no se haga falsas ilusiones.

--¿Por qué?

--Porque no quiero tener nada que ver contigo. —El hermano de Lucas tenía 18. Y eran muy parecidos, solo que él prefería estar con los snob.

--Si, tienes razón, no te le acerques.

--Por fin están de acuerdo en algo.

--Oye no siempre discutimos—Nos quejamos.

--Digan alguna vez que no lo hayan hecho.

--Ahora.

--Que graciosa Sisi.

--Tú lo pediste.

--¿Oye alguna vez has tenido novio?

--¿Qué te importa?

-- Solo que es extraño, tantos están detrás de ti que…

--Si, si tuve un novio y punto.

--¿Y cual era su nom…?

--Punto.

--¡Oh! Casi me olvido, toma Sisi.

De su mochila saco un álbum de fotos. Tenia escrito en letras doradas Sasha Zafiro, papá había enviado a hacer exclusivamente para mí, el mismo día que compro una nueva cámara de fotos, la anterior estaba vieja y rota.

--Gracias.

--¿Qué es?—Curioseó Daniel, que llevaba un rato en silencio viéndonos discutir.

--Un álbum.—Comencé a guardarlo en mi bolso.

--No puedes sacarlo y luego guardarlo.

--¿Por qué lo tenias tu? Querido amigo.

--Allí—Mat señalo el álbum—Hay fotos mías y mamá quería algunas así que se la pedí la semana pasada para escanear algunas.

--Déjame ver—todos nos amontonamos.

Había fotos de cuando tenía dos años en adelante, desde el día que me mude por primera vez aquí, después de la tragedia.

Una de las primeras era de Mat y yo sentados en unos columpios. Los dos con parecíamos angelitos.

--¿Ya se conocían a los dos años?

--Si.

--Su mamá venia a cuidarme, y como era muy pequeño lo traía para jugar conmigo.—Cuando era pequeña papá trabajaba en una oficina casi todo el día. Lo veía muy poco.—Sino me aburría jugando sola en mi casa, y la verdad era fea.

Siguieron pasando las fotos y se detenían en algunas, todas estaban ordenadas por la fecha en que habían sido tomadas.

En una estaba tomada de la mano con mi mejor amigo. Parecíamos muy unidos.

--Que tierno.

Otra era de mi con un vestido nuevo blanco sentada en el barro y él con un traje a mi lado. Los dos sonriendo con picardía y un lindo brillo en nuestros ojos.

Con esa foto comenzamos a reír.

--¿De que se ríen?

--Ese era el día del casamiento de mi tía y la ropa era nueva.—María se tapo la boca.

--Tenemos suerte de aun estar vivos. Su abuela nos tomo esa foto.

Mas adelante eran cuando teníamos 7 años, una yo le estaba dando un beso en su mejilla y el se ruborizaba.

--No voy a decir nada.—Lucas nunca se cansaba e insinuar que Mat y yo éramos algo mas que amigos.

Otra de las imágenes era él cargándome y los dos sonriéndole a la cámara. No parecía estar haciendo mucha fuerza.

--¿Dónde esta tu padre en estas fotos?

--No sale en ninguna.—Las fotos en las que el sale están guardadas en otro álbum muy bien guardado, cualquier vampiro podría ver esas fotos y adivinar quien era o lo que era.

Otra abrazando me. Y sonriendo. Teníamos 11 años, su madre había tomado esa fotografía.

Una de ellas él tenia su brazo por mis hombros y yo detrás de su espalda. Parecíamos algo más que amigos, pero nosotros siempre andábamos así, nunca nos importa lo que los demás decían o pensaban de nosotros.

--Como no quieres que diga nada, si en las fotos salen así. —Señalo un poco enojado.

Mis fotos preferidas eran las de Halloween.

Nunca pasamos ese día con nuestros dos amigos, la mayoría de las veces éramos los dos para todo.

La que estaban observando ahora era a los 13 años, era en la puerta de casa.

Matías estaba vestido de Drácula y yo de Buffy la caza vampiros.

Cuando la miramos comenzamos a reír.

--Que linda combinación.—Comento nuestro amigo con sarcasmo.

--Tu papá no pudo sacar la foto porque no paraba de reír, y no se porque tanto.—Yo si, me tente a responder.

--Parece que estuvieran conteniendo la risa.

--Imagínate que tu mejor amigo, viene y golpea tu puerta para ir juntos a recoger dulces y lo ves vestido de lo que seria tu mortal enemigo, es decir, quien no se reiría.

--Hay algo mas divertido.—Mat comenzó a pasar las fotografías.

--¿Qué?

--Bueno, como ella estaba disfrazada de caza vampiros y yo de vampiro, al año siguiente se nos ocurrió otra cosa, que termino siendo un total desastre.—En ese momento recordé de que foto estaba hablando, y comencé a reír.

--¿Es muy gracioso?—Pregunto María entusiasmada.

--Ni te lo imaginas.

Encontramos la imagen, era el Halloween siguiente a la lámina anterior, tenia 14 años.

Yo estaba vestida de una vampiresa y el del profesor Van Helsing.

--Están bromeando ¿cierto?

--No solo es mala coordinación.

--Te ves realmente linda vestida así.—Comento Daniel.

--Gracias—Me ruborice, lo cual fue muy estúpido.

--Esa foto asusta un poco.

--Si, Luca tiene razón, esos dientes están perfectos, ¿donde los conseguiste?

--Emm, un amigo de papá era dentista y bueno el hizo unos colmillos para que parecieran mas reales que los comunes de plástico, ya que parecían muy falsos.—Y la realidad era que esos eran mis bonitos colmillos de vampira adolescente.

--¿Déjame echar un vistazo?—Pidió Dan

Yo sabía muy bien que si lo miraba mas tiempo descubriría la verdad. Y eso me metía en grandes peligros.

--Mira estas—Pase las laminas para que no tuviera tiempo.



Mas adelante estaban las fotos del día que cumplí 15 años. Papa me dio dinero para gastar en el centro comercial junto a mis tres amigos, él se había pasado de la línea, me había dado mucho efectivo.

Yo tenia en claro que iba a dejar de envejecer, porque él me lo había explicado, eso había sucedido hace unos meses, es decir, mi cuerpo jamás llegaría a los 18.

En una foto estábamos nosotros cuatro abrazados, era un viaje que habíamos hecho, nos llevaban los padres de Lucas.

Era en las montañas, todo cubierto de nieve, tanto como nosotros, que parecíamos estatuas.

--¿Recuerdas?

--Si, tomamos mas de dos litros cada uno de chocolate caliente—Reímos todos.

--Es que Josefa hace los mejores chocolates calientes.

--¿Josefa?—Inquirió Daniel.

--Mi ama de llaves de la casa en las montañas.

--Es muy buena y divertida.

La campana sonó, el almuerzo había acabado.

--Ohhh—Se quejo mi amiga.--¿Me lo prestas? Prometo que te lo devuelvo mañana sano y salvo.

--Si, llévatelo.

Todos nos dirigimos a diferentes clases, y Daniel aun venia conmigo, parecía estar empeñado en seguirme y eso me causaba calosfríos.

Las horas eran aburridas, en geografía me la pase tirando papeles con Lucas, nos atraparon dos veces y dejamos de hacerlo, a veces me llevaba bien con el, pero eran escasas las ocasiones.

En química el profesor comenzó con un nuevo tema, y tuvimos que tomar muchísimos apuntes, porque en un par de semanas tendríamos un examen referente a esto.

Cuando caminaba al salón de español me encontré con Mat, caminaba con el ceño fruncido.

--¿Por qué esa cara?

--Examen sorpresa.

--No creo que haya sido tan malo.

--Si, si lo fue.

--No seas tan dramático.

--Era historia con Ramírez, ni te imaginas que tan difícil fue.

--Imagínate que te pida el doble de tarea.—Replique.

--Y que te pregunte cosas que no iban, solo porque esta enojado y no sabe con quien desquitarse.

--Nunca me dijiste eso.—Me miro con detenimiento.

--Eso es porque Daniel esta exagerando.—Matías entro primero y yo le lance una mirada de quédate callado a Dan

La profesora llego un poco tarde asique me cambie de asiento y fui a charlar con mi amigo, pero mi compañero de banco no resistió darme un respiro y se sentó en el asiento de atrás, para hablar con nosotros.

Cuando Alina entro todos nos acomodamos.

--Hola chicos.—Su cara estaba iluminada, era increíble como alguien podía ser tan feliz, todo el tiempo.—Quiero que para la semana que viene, entreguen un trabajo sobre una de las obras de Sófocles.—Esperaba que pudiera elegir, cuando trabajaba con Mat, terminábamos divirtiéndonos, y sacando buenas notas porque por suerte era muy responsable a diferencia de mi.—Los grupos serán de a dos—Uno levanto la mano.—Y no pueden elegir, será con su compañero de banco—Mis esperanzas se esfumaron.—Ustedes podrán elegir la que quieran. Pero debe estar en mi escritorio para el martes. Recuerden que el miércoles no hay clases.

--¿Qué elegiremos?

--Me gusta el Rey Edipo ¿Y a ti?

--Me de igual.

--Entonces será el Rey Edipo.

--OK.

--Ahora, quiero hablarles sobre algo que no tiene nada que ver con el español.—Se acomodo en su escritorio.—Quiero que tengan mucho cuidado con esto, por favor.—Levanto el periódico y señalo el mismo fascículo que yo leí ayer. Comencé a sentir nauseas nuevamente.—Ella era una de nuestras…--Deje de prestar atención, estaba perdiendo la conciencia.

--Sisi ¿Estas bien?—Abrí los ojos esperando encontrar a Mat mirándome, pero fue Dan—Sisi—Repitió con una voz sedosa. ¿Me acababa de llamar Sisi?

--No.—Parecía más pálido que lo común, puse su mano en mi mejilla solo sentí un hormigueo.

--Profesara Alina.

--¿Sifrane?

--Sasha no se siente bien.

--¿Sasha? ¿Cómo te sientes?

--No muy bien.

--Debes ir a la enfermería.—Se volvió hacia su escritorio.—Daniel acompáñala.

--No es necesario, puedo ir sola.

--No creo que sea buena idea.

--Puedo llegar.—Salí del salón, sintiéndome peor, esas palabras y el encabezado me golpeaban dándome mas nauseas.

Camine directo a la enfermería, tal vez tuvieran algo que me ayudara pero antes de entrar oí las voces.

--¿Cómo se llamaba?

--Ángela Linier—Estaba por caer inconsciente y escuchar esas palabras no era muy bueno. ¿Es que no tenían otra cosa de que hablar? Salí disparada a las puertas de salida.

Ya afuera me fui a la parte trasera del edificio, allí nunca había nadie, solo el conserje y por las mañanas para sacar los restos de comida sobrantes y algunos papeles.

Sonó la campana que anunciaba el fin del día.