♥¿QuE bUsCaS?♥

lunes, 5 de julio de 2010

Capitulo 21: CREEME

CREEME

“Daniel”

MIERDA, MIERDA Y MAS MIERDA!!!!

Esto no podía estar pasándome a mí, después de todo lo que he soportado, todo lo que he luchado.

¿Y porque diablos no me había obedecido? ¿Que tanto les costaba quedarse en casa al menos por esta noche? No!! Ella no podía hacerlo lo que se le pidiese solo una vez, ella tenía que hacer todo lo contrario.

Yo aun tenía el cuerpo de esa mujer en mis brazos, después de haber visto salir corriendo al amor de mi vida, yo aún seguía en shock.

Deje el caer el cuerpo inerte en el frio asfalto, seguro alguien lo encontraría y llamaría a la policía.

Yo tenía cosas más importantes que hacer, no podía dejar que Sisi, se quedara con la idea equivocada de mí.

¡No podía perderla! La necesitaba para vivir, con solo pensar en no tenerla hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas y todo mi cuero doliera.

Su rostro al verme fue toda una mezcla de sentimientos, de odio a confusión, de esta a sorpresa, luego a tristeza, y luego pura ira.

Logre atrapar su esencia en el aire y la seguí, llegué hasta un parque que estaba tenuemente iluminado, camine lentamente para no perder ningún detalle y poder encontrarla y explicarle lo que en realidad sucedió,-¿Y si ella no quiere escucharte?- Habló la voz de mi conciencia, no podía con la angustia, ¡Ella debía escucharme! ¡Debía creerme!

Camine unos pasos mas, y oí un débil sollozo, que hizo que se me partiera el alma en millones de pedazos.

Seguí avanzando y la encontré.

Estaba en un banquillo iluminado por el único farol que allí se encontraba, Sisi tenía sus piernas rodeadas por sus brazos, y la cara oculta en ellos. Su pequeño y frágil cuero temblaba a causa del llanto.

Me le acerque y ella se tensó, cuando moví mi mano para acariciar su espalda, ella hizo un rápido movimiento y se quedo parada delante de mi, con la mano detrás de su espalda.

Su mirada era fría, irradiaba puro odio, eso logró que un sollozo se escapara de mi pecho.

--Sisi. —Susurre con la voz rota, sin ella me sentía perdido, y por su mirada, sabía que ya no había nada mas que hacer.

--¿Que?—Esa voz no transmitía nada.

--Por favor, amor—Suplique.

--No-me-llames-así—Habló entre dientes.

--Déjame explicarte, no es lo que parece.-- ¡Daniel eres un GE-NIO! Maldita voz.

--¿Explicarme el que?—Respondió ella. — ¿El que hayas sido un maldito mentiroso? ¿El que has estado burlando de mí? O tal vez ¿EL QUE HAYA SIDO DEMASIADO ESTUIDA COMO PARA CREERTE?—Cada una e sus palabras eran como dagas en mi muerto corazón.

--No entiendes—Murmure.

--Es obvio, que no entiendo—Contesto cada ves mas enojada.

--No, no, no me refería a eso. —Las lágrimas caían por mis mejillas. —Déjame terminar.

--¿Para que? Dime Dan, ¿Para que? ¿Para que me sigas mintiendo?—Con la última frase se le quebró la voz. Y me insulte a mi mismo, por no haberle explicado las cosas desde un principio.

De esa manera, nada de esto estaría pasando. Nosotros estaríamos bien, felices.

--Sisi, por favor. Estas confundiendo todo. —Me miró con burla. —Quiero explicarte lo que realmente esta pasando.

--¿Quieres explicarme porque mataste a una mujer inocente para beber su sangre?

--Si, si... Digo no, yo no bebí su sangre.

--¿Y porque estaba muerta en tus brazos?—Abrí la boca para explicarme, pero sabía que eso empeoraría las cosas así que la volví a cerrar. —o también ¿porque no había ningún vampiro muerto, ni rastro de él?

--Cielo, yo...

--YA TE DIJE QUE NO ME LLAMES ASI—Bramó—Deja esta maldita farsa de una vez, que me estas quitando la poca paciencia que tengo.

--No hay ninguna farsa.

--No voy a discutir esto. —Se dijo mas para si misma que para mi—Solo...—Aspiro profundo, cerro los ojos, soltó el aire—Solo lárgate. Sal de mi vida, vete de la ciudad.

Me acerque con rapidez a ella, y tomé su rostro entre mis manos, sus mejillas estaban húmedas por tantas lagrimas derramadas.

--No, por favor, no me pidas eso, no me pidas que salga de tu vida. —Lloré—Por favor, te necesito, Sisi, amor, cielo...—Ya no podía mas, no lo soportaba, esto era demasiado.

--Si no lo haces por las buenas, lo hare por las malas. —Me empujó, pero aun así estábamos a unos centímetros de distancia. —Si al menos queda algo del “amor”—Dijo la palabra con burla—Que tanto—Esta vez fue sarcasmo—Me tenías. Desaparecerás. Y no me volverás a molestar, y dejaras seguir con mi vida.

--No, tu-tu-tu e-es-tas-tas—Lo que me acababa de decir me había destruido. No podía articular ninguna palabra coherentemente, solo podía tartamudear como un maldito imbécil. —Muy eno-no-ja-ja-da.

Tu-tu-me-me-a-a-a-a-mas.

Una risa escapó de sus labios.

--Daniel,--No, ella no me podía decir lo que iba a decir.

--No, no. —Grite.

--Yo a ti solo te utilicé. —La mire fijo, esperando ver la mentira en sus ojos, o en sus palabras. —Las cosas últimamente, se estaban saliendo de control, y bueno, pensé que tu podrías saber algo, y tal vez si te seguía la corriente soltaras algo de lo que sabias y me Pudieras ayudar a arreglar todo este problema. —Comento con suma tranquilidad.

--ME ESTAS MINTIENDO. —Grité, la cogí de los hombros y la zamarreé. —ME ESTAS MINTIENDO. —Comencé a sollozar más—TU ME AMAS, TU ME AMAS, TO ME LO DIJISTE, DIJISTE QUE ME AMABAS.

--Daniel—Dijo lentamente—Entiéndelo. —Me miro fijo—Yo-nunca-te-ame.

Eso fue lo último que necesite para caer, para perderme por completo, para desear la muerte con más ganas con las que las he deseado antes.

Ya no tenía fuerzas, caí de rodillas frente a ella. Y me abracé a mi mismo como un niño pequeño cuando le temía a la oscuridad.

--Mátame. —Susurré, mi voz era apenas audible. —Mátame, por favor hazlo. —Le seguí rogando. —Si todo este tiempo me has mentido, y solo me has utilizado, mátame. —Cerré los ojos. —Yo no se nada, mátame.

--No—Se limito a responderme.

--Por favor, no tengo nada porque seguir viviendo, mátame, acaba con mi sufrimiento por favor.

--¿Porque lo haría?

--MALDITA SEA, A TI NO TE IMPORTA SI VIVO O SI MUERO, MATAME, ME ENAMORÉ COMO UN MALTIDO IMBECIL Y TU NO, TU SOLO ME UTILIZASTE. —Ella se acerco lentamente a mí, y se arrodilló a mi lado. Desenfundó su estaca y la guió a mi pecho.

Cerré mis ojos lentamente, disfrutando de su cercanía, quería que su olor me embriagara, sentirla por última vez antes de que ella acabara conmigo.

--Lo que tú sientes. —Su respiración me hacia cosquillas. —No es nada comparado, con lo que yo estoy sintiendo ahora mismo.

--Sisi...—Murmuré, ¿Por que me seguía torturando?

--Siente feliz, lo lograste, lograste que te amara, me tuviste a tus pies, haría todo, todo lo que tú quisieras. Y solo por eso. —Rió suavemente—Te dejaré vivir, no te mataré, si quieres acabar tu vida, hazlo tu mismo, por que sé que eres demasiado cobarde, y de esa manera estoy segura de que sufrirás tan solo una mínima parte de lo que sufriré yo.

Abrí los ojos esperando encontrarla. Pero ella ya había desaparecido.

Mi respiración era superficial, ¿Que demonios había sido eso? Ella me amaba, ¿Ella me amaba? ¿Se había enamorado de mi? O tan solo quería seguir jugando conmigo como la había hecho todo este tiempo.

Intente levantarme, pero volví a caer, no entendía nada, quería desaparecer.

Llegué a mi casa, no se cuando, no se como, solo se que lo hice.

Camine hasta llegar al sofá, y allí me derrumbe, sentía ruidos al mi alrededor, ero no entendía lo que pasaba, solo oí sus voz diciendo “Yo-nunca-te-amo”.

Aun recuerdo la primera vez que la, que mi vida se ilumino, que sentí que todo tenía sentido.

Inicio del Flash Back:

El cielo estaba totalmente gris, pero ¿Que te puedes esperar cuando vives en Canadá?

Hace 130 años que mi vida se arruinó por completo, que me convirtieron en esto. Lo único bueno de todo fue que no me tuve que casar con esa niñata malcriada llamada Rosa del Pilar.

No soy un vampiro normal, no bebo sangre humana, y también soy cazador, ayudo a matar a los de mi especie, a los que matan por placer cabe aclarar.

Aunque, ya estaba un poco cansado de esto, varias veces había deseado mi muerte, y también había intentado suicidarme, pero no soy lo suficientemente valiente como para lograrlo.

Hace un par de días, me había mudado a esta nueva ciudad.

Quería hacer un poco de turismo, por lo que salí a caminar y en ese momento pase por en frente de un instituto, un chirriante sonido salió de este anunciando el fin de la jornada.

Me apoye en una pared, para poder observar, a todos esos adolescentes (Aunque yo también soy uno) sin mayores preocupaciones en la vida, solo con el problema de si su rostro tenía acné, si la chica que e gustaba quería salir con ellos y nada mas.

Unos minutos más tarde, cuando solo quedaban unos chicos.

Salió una muchacha de cabello castaño, acompañada de un muchacho que la tenía abrazada, ambos iban riendo.

Sentí mucha envidia, eso no lo iba a negar, yo también quería alguien con quien compartir eso, alguien con pasara el tiempo aunque fuera haciendo nada, suspire.

Pero no había notado que detrás de esa pareja venía caminando otra más, él chico venia con el brazo en la de cintura de...

Ella, ella era... no existían palabras para describir su belleza, sus ojos eran celestes, su cabello rubio largo caía en suaves ondas, y su sonrisa, hizo que yo tuviera una.

Ella ya tiene novio Hablo esa maldita vocecita, y era real, ella ya estaba ocupada, pero me sorprendió lo poco que me importaba eso.

Ambos venían haciéndole caras a los que iban adelante, estaban intentando no reírse hasta que el muchacho no aguantó más y soltó una sonora carcajada.

La pareja de adelante se volteo, y le entrecerraron los ojos. La chica señaló al muchacho, no pude evitar reír por esa acción tan infantil.

--¿Se puede saber de que se ríen?—Dijo e chica de la primera pareja.

--No lo se—Hablo esa diosa, me sorprendió mucho su voz, e intente concentrarme en su corazón, que latía fuertemente en su pecho, que raro su voz era demasiado suave. —Pregúntale a él.

--No se de que se quejan, si ustedes dos par de tortolos. —Sentí mi corazón encogerse, era obvio que alguien como ella ya tuviera novio.

--No somos tortolos. —Se quejo el novio de ella.

--Claro que si—Respondió la muchacha de cabello castaño.

--Claro que no! No puedes ser novia de tu hermano—Sentí la esperanza crecer en mi.

--Como digas—El otro rodo los ojos, tomo a su novia de la mano y subieron a un auto, para luego marcharse.

--Idiotas—Murmuraron los dos que quedaron, rieron por un momento, esa risa fue música para mí.

--Mejor vamos antes de que tu padre me mate, por hacer que mi hermanita vaya por el mal camino. —Ellos rieron nuevamente y se marcharon.

Me quede allí, estático, por lo que acababa de pasar.

¿Creen en el amor a primera vista? Porque yo si.

Fin del Flash Back.

Más lágrimas cayeron por mis ojos, eran una mezcla de tristeza y felicidad.

Cogí la fotografía que había tomado ella el segundo día que la vi, estaba tan hermosa, sonriendo de pura felicidad.

Inicio del Flash Back:

Había pasado toda la noche, con la pelea interna y al parecer mi parte acosadora había salido ganando el encuentro.

Ahora estaba caminando, directo a ese instituto con una cámara digital en mis manos, solo para tomar una fotografía de ella.

Me convencí de que solo sería UNA fotografía, pero no estaba seguro de poder lograrlo, y tal vez acabara con la memoria en solo unos cinco minutos.

Programé la cámara para que no tuviera flash, de esa manera no podría notar la locura que estaba por cometer.

Llegué y me apoyé en la misma pared en la que había estado ayer, mire mi reloj y maldije para mis adentros, aun faltaba una hora para que salieran.




La campana sonó, y de nuevo vi a todos salir atropelladamente, pero ella no, mi ilusión de tomarle una foto se deshizo.

Y justo cuando estaba por marcharme ella salió hablando con la muchacha del día anterior.

No lo pensé dos veces y posicione la cámara para tomar la foto. La imagen había salido perfecta, pero no le hacía justicia.

Ella frunció el seño, y sacudió la cabeza, ¿Me habría notado? Ella no es vampira, no pudo haberte oído, deja de ilusionarte. Como me gustaría acallar esa estúpida vocecita que no me dejaba en paz.

Tomé otra fotografía, y ella esta vez se tensó, ¡mierda! Me moví tan rápido como pude y me escondí, ella estaba mirando hacia donde había estado yo hace tan solo unos segundos. –Eso estuvo cerca- pensé. Agradece ser vampiro, a esta hora ya te habría denunciado por acoso. Esa vocecita me estaba desquiciando.

Pasaron unos minutos en los que yo seguí escondido hasta que los oí despedirse.

--¿Quieres que te lleve?—Preguntó el muchacho que ayer la llevaba abrazada.

--No, no te preocupes Mat, me iré caminando.

--Ok—Suspiro el muchacho.

--Adiós, se bueno, te quiero. —Saludo ella, y comenzó a caminar lentamente, tomé un par de fotografías más, antes de que ella subiera a un taxi y se marchara.

Fin del Flash Back.

Me quede allí sin moverme, con los ojos abiertos mirando hacia el techo.

No se cuantas horas pasaron realmente pero ya o pude aguantar más, mire el reloj y marcaban las 23 pm.

¿Había estado 24 horas allí?

Quería gritar, llorar, lanzar y romper cosas. Necesitaba descargarme, Necesitaba despertar de esta mierda de pesadilla.

Y más que todo la necesitaba, necesitaba abrazarla, besarla, asegurarme de que ella existía, y si fuera posible que aun me quisiera.

Me levante, cogí el auto, y aceleré tanto como me fuera, posible.

Un recuerdo invadió mi mente.

“Entonces el me dijo: --Cuando te dije urgente no era para que vayas a 210km/h.”

Pisé el acelerador a fondo ¿Porque todo me recordaba a ella?

Cuando llegue al bosque no me moleste en aparcar correctamente, solo me adentre en el, y comencé a destruir todo a mi paso, derribe árboles, rompí rocas, caí de rodillas llorando cubriéndome de barro completamente.

Pero nada de eso me ayudo, nada, y yo sabía que la única forma era teniéndola de vuelta – Tal vez esta vez tenga suerte-Pensé. Tal vez solo quieres engañarte a ti mismo diciendo que ella va a escucharte. Un gruñido escapo de mi pecho.

Lloré hasta quedar sin lagrimas, de nuevo pude oír su voz diciendo “Lo que tú sientes. No es nada comparado, con lo que yo estoy sintiendo ahora mismo.”

El agujero en mi pecho creció aun más, al imaginármela llorando y sufriendo tanto como yo.

Todo esto me tenía muy confundido, ¿Ella me amaba si o no? ¿Me odiaba? ¿Me había utilizado?

Intentaba no pensar más, y seguir haciéndome daño, pero me era imposible, las preguntas seguían viniendo a mi cabeza, golpeándome con más fuerza y con mucha más frecuencia.

Me levanté con las pocas fuerzas que tenia, quien lo diría un vampiro sin fuerzas.

Ya que estaba en el bosque me alimenté.

Subí a mi auto para regresar a casa. Cuando llegué, me fui a dar un baño, y cambiarme de ropa, estaba hecho un desastre. Ni te creas que después de haber estado lloriqueando en el barro ibas a parecer un Calvin Klein. Como me gustaría apagar mi conciencia.

Ya había oscurecido, al parecer había perdido la capacidad de percepción del tiempo, ya habían pasado dos días de ese terrible encuentro y aun me dolía como si hubieran pasado tan solo minutos, o tal vez me dolía aun más.




Salí de mi casa, revisé toda la ciudad, no quería que algo se saliera de control, y aunque no lo admitiera del todo, esperaba encontrármela a ella, para poder aclarar las cosas.

Pero como la suerte últimamente no está de mi lado, no la encontré en ninguna parte, siquiera rastro de ella.

¿Y si le había sucedido algo por mi culpa? ¿Y si por querer luchar sola, esos vampiros la había...? No pude terminar esa pregunta, no quería ni pensar que existiera una posibilidad sobre eso.




Después de unas horas de patrullaje, camine lentamente hacia su casa, si estaba despierta no quería asustarla, y que se marchara.

Llegué y no se me ocurrió otra cosa que entrar por su ventana, sería realmente tocar la puerta.




Entré a su habitación, ero no espera encontrarme con algo como eso.

Era ella, y estaba con él.

Mi Sisi, esta acostada en su cama, y a su lado estaba Matías, él la tenía abrazada por su cintura y la cabeza de ella apoyada en su pecho. Las piernas de ambos estaban entrelazadas, dormían plácidamente.

Si de por si, y con todo lo que había pasado mi vida era una gran mierda, con esto se convirtió en el maldito infierno.

Entonces era cierto, ella no me amaba, nunca me amó solo me utilizaba, y era obvio que ellos estaban juntos, nadie duerme así si son tan solo amigos.

Porque como dice un viejo dicho ¿Donde hubo fuego cenizas quedan? Y esta no puedo ser una maldita excepción.

Antes de salir, acaricie su mejilla, y ella se revolvió en los brazos de su “amigo”.

Corrí de vuelta a mi casa y allí me refugié, no quería cometer ninguna locura, él no tenía la culpa de nada. Sasha de verdad era todo lo que cualquiera quisiera tener, el fue el estúpido afortunado que logró lo que yo.




Cuando ya era mediodía y había logrado apaciguar un poco la bestia que amenazaba con salir, me dirigí hacia su casa.

Esta vez si toqué la puerta, y me atendió Antonio.

--Hola Daniel—Contestó con su tranquilo tono de voz, tan característico. ¿Acaso ella no le había dicho nada?

--Hola Antonio, emm... ¿Esta Sisi?

--¿No te lo dijo?—Yo negué—Está en casa de Matías, el chico no se sentía muy bien.--¿Que no se sentía bien? ¿QUE NO SE SENTÍA BIEN? Él había tenido anoche a la chica más hermosa, dulce, perfecta que puede existir... ¿Y NO SE SENTÍA BIEN?

--Ahhh, tal vez lo olvido, solo quería saber, no la veo hace un par de días.

--Eso he notado ¿Está todo bien?—Mierda.

--Si, solo que hay mucho trabajo, nada más. —El asintió—Adiós. —Salí antes de que le dijera todo, y se que el no dudaría en matarme.




Es de noche nuevamente, y estoy peor que un alma en pena, y la lucha interna entre intentar de nuevo y dejarlo, me esta matando. ¿Nunca has oído la tercera es la vencido? Por primera vez en tanto tiempo, esa vocecita decía algo coherente.




Otra vez en su habitación. Y por suerte esta vez ella esta sola. Me acerqué lentamente, pude notar que estaba llorando, grandes gotas resbalaban por sus suaves y delicadas mejillas.

Levante la mano para acariciarla, pero en ese momento ella abrió sus ojos, despertando exaltado, y luego todo paso muy rápido.

Me cogió de la meno me volteo, me hizo una llave y pateó mi espalda, logrando que yo colisionara contra la pared con fuerza, y me deslizara hasta el suelo.

--Había olvidado que eras tan buena—Murmuré.

--Guarda tus halagos para alguien que te crea—Su voz fría seguía lastimándome.

--Sisi, quiero hablar contigo.

--Pero yo no quiero escucharte. —Respondió, me levante del suelo y me paré para mirarla.

--Es importante, déjame explicarte. —Comencé a suplicar.

--¡Me volverás a mentir!—Gritó.

--¿Como lo hiciste tú?—Devolví.

--¿Yo?—Fingió estar confundida.

--Si como anoche, como estaban de abrazados tú “amiguito” y tú. —Sus ojos se abrieron como platos. —Eres una...—No pude terminar, porque su mano se estampó contra mi mejilla. Pero eso no era nada con todo el sufrimiento que tenía. Apenas era un rasguño.

--Lo que haga a ti no te importa, y si tanto te preocupa—Me sonrió burlona. —No me acosté con él.

--Claro como no, solo vino a hacerte una visita.

--Rompió con Lucia. —Aclaro ella, y eso me dejo fuera de combate, ¿Él había ido por consuelo?

--Oh, pero, pero, entonces—Caí en la cuenta que le estaba reclamando por nada.—Perdona.

--No

--¿Que?

--¿De verdad crees que te voy a perdonar? Me mentiste Daniel.

--NO TE MENTÍ.

--Eres un maldito asesino ¡Claro que me mentiste!—Bramó.

--Entonces ¡Si soy un asesino mátame!—Cogí su mano y la acerque a mi, ella intento librarse pero mi agarre se hizo mas fuerte. —Ese es tu trabajo ¿no?—Le susurre—Matar a los vampiros que matan por placer ¿No es así?—La acerque más, y lleve su mano con la estaca hacia mi echo. —Entonces hazlo y déjate de rodeos.

Me miró fijo, buscando algo de mentira en mis palabras, su expresión era indescifrable. Cerró los ojos he intento hacerlo, su mano temblaba, cosa que nunca hacia a la hora de acabar con alguno de los asesinos.

Abría los ojos para mírame, y las lagrimas cayeron por sus mejillas incontrolablemente.

--No puedo—Susurró. Mi cuerpo se tensó ¿No podía?—No puedo hacerlo. —Dejo su mano caer a su costado y soltó la estaca que cayó al suelo con un ruido seco.

Me empujo y se alejo rápidamente de mí, se sentó en su cama, y tapó su rostro con sus manos, y siguió llorando. Me quedé allí, quieto como una estatua, ¿No podía? ¿No podía matarme? ¿Ella me amaba?

Me acerque y me arrodille ante ella.

--Sisi, mi amor...—Cogí sus manos, entre las mías y las aleje de su rostro, pero ella se sacudió.

--Suéltame, quiero que te largos,--No lo hice, no estaba dispuesto a perderla. —Por favor...—Rogó y rompió a llorar.

La abracé con fuerza. Y ella clavo las uñas en mi espalda, cuando su llano subió de volumen.

--Amor...

--¿Porque lo hiciste? ¿Porque?

--Yo no te mentí mi amor. —Ella estaba por contradecirme cuando le corte. —Yo no la maté. Llegue tarde, y el vampiro la soltó, yo la atrae como un acto reflejo.

--¿Que?

-Lo que oíste.

--Oh. —Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, y comenzó a llorar. —Lo siento, perdóname, por favor. No pude evitar sonreír.

--¿Me crees?—Susurré, sin querer tener esperanzas aún.

--Si te creo, lo siento, yo....—La callé con un beso.

--No hay nada que perdonar, te amo.

--Igual yo.

domingo, 21 de marzo de 2010

Capitulo 20: MENTIRA

MENTIRA

Cuando estábamos en la cafetería nadie decía nada.

La campana sonó y Mat me agarró del brazo y me arrastró con él.

Antes de que comenzara con su sermón de “Porque no eres mas cuidadosa” apareció Lucas con una gran sonrisa en su rostro.

--¡Sasha! ¿Ya estas mejor?—Asentí--¿Que tenías?

--¿Como que que tenías?—Discutió mi amigo--¿Eres estúpido o te haces?

--Y a ti que te pasa. —Se quejo Lucas.

--Ella el viernes...—Le tape la boca antes de que siguiera hablando, el se revolvió pero acerque mis labios a su oreja y le susurre.

--Mike no le dijo nada, ni a él ni a María ¿Que no lo ves?—Se quedó quieto.

--Ella, el viernes, tuvo una decaída, falta de azúcar nada importante. —Mintió Mat.

--¿Que diablos me están ocultando ustedes dos?—Lucas se cruzó de brazos.

--Nada—Respondimos al unísono.

--Aprendan a mentir—Lucas habló entre dientes.

--¿Que te hace pensar que estoy mintiendo?—Indague.

--Que le tapaste la boca a tu amiguito y luego le dijiste algo al oído. —Nos miramos con Mat por unos segundos.

--Se me hace tarde—Habló rápidamente Matías, y se fue a su clase, yo por otra parte no podía hacer nada, ya que la próxima hora era la que compartía con él.

--Cobarde—Murmuré. —Gracias Lucas.

--¿Que? ¿Y a mi porque?

--Me salvaste del sermón de Matías.

--Cuando quieras. —Sonrió. —Oye, ¿Porque no fuiste a mi fiesta ayer?

--Porque no podía salir. Papá temía que no me sintiera muy bien.

--Ya veo. —Entramos y el profesor aun no había llegado. Dan estaba concentrado en otra cosa cuando me senté en mi asiento.

--¿No que ibas a hablar con Matías?—Susurro mi novio, siendo yo la única que lo escucho.

--Iba, pero apareció Lucas y al parecer, no sabe lo que ha pasado, le dije que tuve una recaída. —El profesor entró y yo me concentre nuevamente en la materia.



Ya habíamos salido, y escapé de Matías fingiendo estar enojada por haberse marchado.

--¿Y?—Preguntó mi novio.

--¿Como que y?—Eso me confundió.

--¿No vas a decirme como escapaste?

--Nop.

--Pero ¡Tu padre es vampiro, no puedes engañarlo!

--Sigue gritando que me parece que no te oyeron. —Dije furiosa. —Y adivina qué.

--¿Que?

--Ya lo he engañado no una, sino varias veces, y a ti también, así que me importa poco si son vampiros o no, ninguno puede conmigo. —Y comencé a caminar alejándome del auto.

--¿Que haces?

--Irme a casa ¿Que crees? Además mi castigo ya terminó, no tienes que seguir cuidándome. —Él se quedo ahí mirándome sin decir nada, parecía sorprendido, ¿Pensaba que solo porque él era vampiro era superior a mi?

Todos éramos iguales, puede que ellos fueran mucho mejor que yo en algunas cosas, pero no en todo.

Camine enojada y me tomé mi tiempo, ¿Y si Dan le decía algo a Antonio? Estaba muerta, pero no podía empeorar.

Mi celular comenzó a sonar y atendí, el que llamaba era Matías.

--Que—Hable agriamente.

--¿Porque te marchaste? Tenía que hablar contigo.

--Bueno, hazlo, soy toda oídos. —Se aclaro la garganta y yo me preparé.

--¿En que diablos estabas pensando? ¿Acaso estas loca? ¿Porque lo hiciste?

--¿Puedo contestar?

--NO. ¿Porque actúas sin pensar? ¿Que dijo tu padre? ¿Sabe que sucedió realmente?—Ya estaba llegando a casa, y vi estacionado el auto de Dan, suspire profundamente.

--¿Mat?

--¿QUE?

--¿Podemos hablar mas tarde? Presiento que no eres el único en querer gritarme hoy.

--¿También va a gritarte Dan?

--Seguro, creo que después de papá. —Entré a casa, y los dos estaban en el sofá viendo televisión, pase por el lado de ellos, aun no había terminado de hablar con mi amigo.

Por otro lado, Antonio Y Daniel, pensaban ignorarme así que sonreí para mí misma, no me molestarían tendría un descanso.

--Tu padre esta en todo su derecho de gritarte.

--Aja.

--Por amor de Dios ¿Cuando hiciste eso pensaste en como le afectaba tu decisión a tu padre?—Abrí la heladera y saque un botellín de agua, y bebí.

--La que bebió el agua de la botella fui yo no él, no entiendo como le afectaría.

--¿Y si era demasiado? ¿Y si tu cuerpo no lo asimilaba? ¿Y si morías de sobredosis?

--Deja de ser tan drástico Matías. —Dije.

--¿Nunca has pensado en que le haría otra perdida a tu padre? ¿Ni siquiera se te paso por la mente?

--No—Murmuré con un suspiro cargado de pena.

--Tu padre sufrió demasiado con la muerte de Samanta—Levante la cabeza, y mire a Antonio que me miraba fijo, mis ojos se llenaron de lágrimas, así que mire a un lado, y respire profundo.

--Mat, no me gusta hablar de eso—Si lo hacía me invadían esos recuerdos, mi parte vampira saldría a flote, y no quería eso.

--Pero debes.

--CLARO QUE NO DEBO.

--Sisi.

--No me gusta recordar esas cosas, Matías, pensé que ya te lo había dicho.

--Pero al menos piénsalo ¿Tu padre soportaría perder a otra persona importante en su vida? Sisi ¿Que haría tu padre sin ti?

--Mat basta, por favor—Una lágrima se deslizó por mi mejilla.

--¿Crees que a tu padre no le importa lo que te suceda? Piensa en Samanta, PIENSA EN TU MADRE Y LO QUE ELLA LE HIZO. —Un gruñido salió de mi pecho, mis sentidos se agudizaron y sentí mis colmillos.

--Mat adiós—Mi voz salió sedosa como si intentara que confiara en mi para luego lanzarme sobre su cuello. Estaba perdiendo contra mi parte vampírica.

Unas lagrimas se derramaron, ya no podía contenerlas, esas palabras me lastimaron “Piensa en tu madre” esa frase resonaba en mis oídos.

--Hija—Papá me tomo de la mano, pero con un rápido movimiento, lo inmovilice, lo mire a los ojos desafiándolo y luego le gruñí. Papá se quedo en su lugar, nunca me había visto así, siempre lo ocultaba.

--Sasha—Gritó mi novio, y eso me ayudo un poco, solté a Antonio y me aleje.

--Ay no—Murmure. Cerré los ojos respire profundo. —Contrólate, contrólate. —Me repetía a mi misma.

Pasó cerca de media hora y volvía a abrir los ojos. Los dos me miraban fijamente.

--Sisi, hija—Papa volvió a acercarse.

--Lo siento—Miré al suelo, me sentía muy avergonzada.

--¿Que fue eso cielo?—Preguntó Dan.

--Falta de autocontrol.

--¿Falta de autocontrol?—Repitió mi padre.

--Ya te dije, que escondo en lo mas profundo de mi la parte vampira, es como una doble personalidad.

--Una muy peligrosa—Agregó mi novio.

--Y eso que, solo viste una pequeña parte de ella.

--Tú jamás has actuado así—Demandó Antonio.

--Siempre que estoy apunto de perder el control, huía. —Sonreí amargamente. —Se que nunca me harías daño, pero en ese estado yo no piensa a quien lastimo y a quien no.

--Pensé que exagerabas. —Murmuró Antonio.

--¿Te lastime?--Pregunte ansiosa.

--No llegaste a hacerlo.

--Papá lo lamento mucho, no quise...—El rápidamente me abrazó y volví a sentirme como cuando tenia tres años.

--Tranquila pequeña ya pasó.

Pasé la tarde encerrada en mi habitación, pero los dos venían constantemente a preguntar si necesitaba algo.



Los demás días pasaron normales, rendí bien los exámenes finales, estaba feliz por ello.



Hoy era el ultimo día de clases, todos estábamos afuera esperando a que mi Dan llegara, los profesores habían pedido hablar en privado con él sobre sus calificaciones.

Me sentía muy sola, principalmente por él solo hecho de que María estaba besando a Lucas, y Lucía besaba a mi mejor amigo, por lo tanto yo me la pasaba mirando al cielo.

Estábamos entre el auto de mi novio, y el de mi amigo.

Oí unos pasos, no primero pensé que era mi novio, pero al oír esos pasos acompañados de latidos de corazones mi felicidad se desvaneció de a poco.

--TU—Bramó Jake. Matías se separó bruscamente de su novia y miro a donde venía caminando el estúpido deportista.

Mi amigo frunció el seño, aun sin entender.

--¿Jake?—Pregunto María.

--¡TU! Date por muerto, imbécil, mujeriego, asqueroso. —Mat ni siquiera se inmuto por todos esos insultos que iban dirigidos a su persona.

--No creo que tanto. —Rió Matías.

--Tú me robaste a MI novia.

--Alto ahí, tú terminaste con tu novia porque querías salir con otra chica, no me culpes por las tonterías que haces. —Mi amigo cubrió a Lucía, se paró delante de Jake, desafiándolo.

--Y tu...—Señalo a su ex—Eres una asquerosa zorra, ¿De verdad lo prefieres a él antes que a mi?—Ella asintió atemorizada.

--Jake, tranquilízate. —Pidió Vic, Quien miraba con odio a Lucas. Ese imbécil por poco mata a mi amigo.

Yo me interpuse, para que no se acercara a Lucas, ni María olvidando completamente lo que pasaba con Jake y mi mejor amigo.

He hice algo, de lo que estaba segura que luego me arrepentiría.

Suspire, y deje salir una mínima parte de mi bestia interior. Sabía que de esa forma podía verme tan hermosa como peligrosa.

Le sonreí de manera seductora, mientras controlaba mis colmillos para que no salieran. Oí el corazón de Vic acelerarse del miedo, sentí el olor a su sudor.

Di unos pasos hacia el, este estaba temblando levemente, y había empalidecido completamente.

--Tu, mejor que ni te metas, porque haré que te arrepientas, de haber intentado drogar a Lucas, y de todo lo que quieras hacerle a mis amigos. ¿Entendiste?—Víctor tropezó, luego me miro desde abajo y asintió fervientemente.

Dejando de lado a ese imbécil, le preste atención a Jake y Matías que en cualquier momento iban a terminar a los golpes.

--Juro que voy a matarte—Amenazo Jake a mi mejor amigo. —Y tampoco creas que tu saldrás ilesa—Le dijo a Lucia.

Me adelante, y me posesioné en medio de ellos para que no se lastimaran.

--Sisi, no te metas. —Replico Matías enfurecido.

--Tiene razón, no te metas. —Con un rápido movimiento me lanzo y mi espalda goleo contra la puerta del auto dejándome sin respiración. Un jadeo escapó de mis labios.

--SISI—Grito mi amigo. Yo no me podía levantar del suelo, por lo que lo vio avanzar hacia mí para ayudarme.

--Te preocuparas de tu amiguita luego—A lo lejos pude oír unos pasos que comenzaron a moverse con rapidez. —Porque el problema aquí soy yo.

Antes de que Jake golpeara a mi amigo de lleno en el rostro alguien le detuvo.

--Te equivocas. —Dijo la dulce voz de mi novio—El problema aquí soy yo. —Dan con un rápido movimiento lo puso frente a él y lo golpeo en la cara. Jake cayó al suelo. Dan se acerco a él, como si se tratase de una presa—Y si vuelves a tocar a Sasha juro te partiré todos los huesos del cuerpo ¿Te quedo claro?

Víctor que ya se había recuperado del episodio anterior ayudo a su amigo a levantarse y salieron rápidamente de allí.

Dan me levanto del suelo y me metió al auto. Antes de subir conmigo saludo a nuestros amigos y les aviso que si mi condición empeoraba me llevarían al hospital y en el caso contrario me quedaría en casa a hacer reposo.

Se subió al auto y me miro.

--¿Que?—Pregunte, ya me había recuperado del golpe y ahora estaba enojada conmigo misma.

--¿Como estas?—Pregunto acariciando mi mejilla mientras conducía.

--Bien. —Suspire.

--¿Me puedes decir que sucedió?

--¿A que te refieres?

--Pues... estabas realmente lastimada, y yo te he visto recibir goles peores levantarte y para seguir pateando traseros.

--Bueno... Como explicártelo... ¡Lo se!...Imagina que tu cuerpo esta totalmente relajado, pero realmente relajado—El se carcajeo un poco—Hablo en serio.

--Ok. Muy relajado ¿Y?

--Ahora imagina en ese estado de relajación ¡Recibes una patada en el estomago!—El hizo una mueca de dolor. —Eso sentí.

--¿Que?

--Cuando estoy entre humanos es como si mi cuerpo estuviese relajado ya que no necesito usar demasiada fuerza ni nada por el estilo, y cuando el me golpeó no pude reaccionar a tiempo. —El asintió pensativo. —Ahora—Me miro.--¿Puedes decirme que te sucedió a ti? Nunca has actuado de esa forma. –Lo vi apretar el volante con fuerza y tenzar su mandíbula.

--Cuando vi al estúpido ese lastimarte, yo... yo... no se—Suspiro intentando calmarse para no terminar rompiendo algo. —No quiero que te suceda nada, eres mi vida. No se que haría si algo te sucediera. —Lo mire con ternura.

--Gracias ¡Eres mi héroe! –Ambos nos reímos y el se acerco para besarme.



Llegamos a casa y yo entre saltando y gritando ¡ACABARON LA CLASES YUPI! Comencé a saltar al lado de mi padre.



--Ya te he dicho que no debes comer mucha azúcar. —Pero eso no quito mi buen humor.

--Se acabaron las clases. Se acabo el sufrimiento.

--Lo mismo dicen tus profesores hija. —Deje de saltar, me cruce de brazos y lo mire.

--Ahora serás tú el que sufra en mis manos. —Antonio me miro con las pupilas dilatadas por la sorpresa.

--No se preocupe—Habló mi novio que había estado viendo la escena con diversión—Prometo que de ser necesario la ataré y la dejare en la parte trasera de mi auto. —Lo fulmine con la mirada—Solo debe decirme cuando lo moleste demasiado.

--También te amo—Le contesté con sarcasmo mientras mi padre reía, y volvía su vista a la televisión.



Los primeros días pasaron sin nada digno de mención.

Dan y yo salíamos a trabajar juntos para que yo no cayera de nuevo en una emboscada. Esa era la pobre escusa que mi novio y mi papá utilizaban para que no fuera sola a hacer MI trabajo.



Ya hacía aproximadamente dos semanas de que las vacaciones habían comenzado y yo aprovechaba todo mi tiempo libre para pasar tiempo de calidad con Dan y poder divertirme junto a mis amigos.



Esa noche Dan me dijo que no podía acompañarme a cazar porque tenía unos asuntos que atender, no lo pregunte que era, ya que no quería sonar como una novia controladora.

Él me había pedido, mas bien rogado que no saliera sola, pero si el iba a estar ocupado, no tenia nada de que preocuparme por que él me encontrara.

Ya era tarde y papá se había marchado a trabajar, por suerte Antonio no había hablado con Dan sobre el último tema así que no iba a retarme por si salía esta noche sin compañía. ¡La suerte estaba de mi lado!

Me abrigue bien, con una camisa, jeans y una sudadera. Escondiendo mis estacas como siempre.



Salí caminando lentamente por las calles esperando encontrarme con algún vampiro, sediento y poder acabar con su mísera existencia.

Pasó cerca de una hora pero no encontré absolutamente nada. Y lo peor era que percibía su aroma pero desaparecía y debía comenzar a buscar de nuevo.

Unos segundos después oí un sonido y un murmullo. Corrí hacia el lugar desesperada, temiendo llegar muy tarde como para salvar a la victima.

Llegue a una calle oscura, mire a todos lados pero no encontré nada, me estaba por dar por vencida cuando oí otro sonido y de nuevo un murmullo, sabía que era una trampa para que los siguiera pero decidí dar una vuelta y atacar por la espalda.

Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron hasta que llegue a la azotea de un edificio de dos pisos.

--¿Donde diablos se ha metido?—Oí la voz de un vampiro, su compañero no contesto nada--Maldita sea, pensé que la teníamos. —Se quejó el mismo individuo.

No le di tiempo para que el otro contestara porque me lancé sobre el que había estado hablando hace unos minutos, y lo golpee duro. Cuando me voltee el otro no estaba por ninguna parte, lo busque con la mirada, y esa distracción me costó un golpe que hizo que callera de espaldas con el vampiro que había golpeado sobre mi.

--Quítate imbécil—Le golpe sus partes y este chilló. Me levante tan rápido como pude. Y volví a golpearlo, pero esta vez el fue mas rápido y fui yo la que recibió el golpe en el estomago.

Él salto sobre mí y acerco sus colmillos a mi cuello desnudo, forcejee pero, no logre moverlo de su lugar.

Rodamos por el suelo, y yo quede sobre el, cuando el vampiro me toco el muslo, lo golpee en el rostro oyendo un débil crujido que me permitió saber que le había quebrado la nariz.

Oí unas pisadas, y me preparé para atacar al otro vampiro cuando saltara sobre mí.

--Ayúdame maldita sea. —Exclamó el que estaba debajo de mí. Pero el su compañero no hizo absolutamente nada, en cambio corrió alejándose de nosotros.

Me quite de encima de él, lo golpee una par de veces más y este comenzó a reír.

--¿De que te ríes?—Hable furiosa. Pero este no pareció al notarlo, y siguió riendo.

--Caíste.

--¿Que?

--Estas aquí conmigo mientras mi amigo está disfrutando de un gran banquete. —Me quede en silencio cuando sus palabras me golpearon, trayéndome a la realidad.

--Maldito.—No lo pensé mi cuerpo reaccionó solo clavándole la estaca en el corazón, este cayó en el suelo como un peso muerto, lancé la cerilla, quite mi estaca y Salí corriendo en busca del otro vampiro.

Me golpeé mentalmente por ser tan despistada, como para no notarlo antes.

Encontré su esencia, y Salí corriendo, pero como era de esperarse desapareció de repente. Gruñí de frustración hasta que oí un grito de horror en la dirección contraria a la que iba corriendo.

Llegue al lugar del cual provenía el grito, y volví a oír un grito ahogado, la sangre se me congelo por ese sonido y corrí como si mi vida dependiera de ello.

Estaba en un pequeño callejón.

Encontré una silueta y sostenía el cuerpo de una mujer joven. La ira corría por mis venas.

El corazón de aquella mujer ya no latía, yo había vuelto a fallar, había llegado tarde, y todo por culpa de ese maldito que estaba frente a mi.

Di unos pasos más y ese vampiro asesino se volteo a mirarme.

Y lo que vi, hizo que mi corazón dejara de latir y me sintiera muerta por primera vez en toda mi vida.

No salía ninguna palabra de mi boca, no podía moverme, solo podía ver esa terrible escena.

--¿Sisi?—Habló el vampiro.

Quería correr, gritar, llorar, huir, esconderme, desaparecer, morir, cualquier cosa para dejar de ver.

Porque el vampiro asesino que sostenía el cuerpo de esa mujer era mi novio Dan. El que me dijo que me amaba, que confiara en el, que nunca me mentiría, pero todo este tiempo el se había estado burlando de mi, riendo a mis espaldas. Me sentí traicionada.

PORQUE TODO HABIA SIDO UNA GRAN Y HORRIBLE MENTIRA.

Y yo había sido tan estúpida como para caer en ese engaño. Un jadeo escapo de mis labios y me voltee para salir corriendo intentando olvidar lo que acababa de ver, intentado convencerme de que era una tonta pesadilla.

miércoles, 20 de enero de 2010

Capitulo 19: ERROR

ERROR

El día continuó normal, por suerte Jake no se cruzó conmigo en ningún momento.

En la salida, por poco daba saltos de alegría.

Estaba eufórica.

Solo podía pensar que faltaban unos días para terminar con el sufrimiento. Pronto comenzarían las vacaciones.

Estas duraban desde el 21 de junio hasta el 12 de septiembre.

Eso significaba, no mas Ramírez, no mas tareas, no mas reglas, bueno a excepción de las de papá pero las de él no eran tan estrictas.

--¿Y a ti que te pasa?—Pregunto Lucas--¿Acaso sigues feliz por la flor que te dio Dan?

--Por eso, y porque ¡Faltan pocos días y no hay mas clases!

--¡Cierto! ¡No puedo esperar a que llegue el verano! ¡Es mi época favorita! —Comento él felizmente, sin quitarme los ojos de encima. Yo asentí y su sonrisa se hizo más grande.

—También la mía. No veo la hora de... —Me queje.

--¿De?—Pregunto mi novio.

--Nada. —Me frunció el seño.

--¿Acaso estabas por decir, coquetear con los chicos?—Pregunto Lucas riendo, pero el sabia muy bien a lo que me refería.

--Cállate. Y no, te equivocas no es a eso —Le dije.

--¿Entonces a que?—Pregunto Dan.

--A nada, ya olvídalo.

--Sera mejor que vayamos a tu casa antes de que Antonio me mate—Me susurró mi novio. Me estremecí y el tomo eso como frio y me apretujo más a él.

--Estas en lo cierto—Murmuré. Y luego alcé la voz para que mis amigos me escucharan principalmente Matías que estaba besando a Lucia. —Adiós chicos.

Subimos a su auto, y el aun seguía preguntando a que me había referido.

No tardamos nada en llegar a casa. Y cuando llegamos Antonio estaba cocinando.

--Hola hija. —Me acerque y le bese la mejilla.

--Hola pa. —Aun estaba dando saltitos de felicidad.

--Hola Daniel. —Mi padre extendió su mano, en forma de saludo.

--Hola Antonio.

--Sisi ¿Porque tan feliz?

--Porque falta poco para las vacaciones.

--¿Ansiosa por tener 18 años?

--¿18 años?

--Déjame recordártelo, cumples años el 5 de Julio.

--Ahhh—Dije de forma pensativa. —Pero no, es que va a ser ¡verano!—Mi novio se rió de mis reacciones.

--Sisi, y Lucas, estaban igual de felices. —Comento Dan.

--Ay no. —Susurró papá. —Lucas y ella, ¿Felices por las vacaciones?—Pregunto papá.

--Sip—Respondió mi novio.

--Solo prométeme algo—Mi papá se acerco.

--¿Que?—Indague dudosa, mordiéndome el labio inferior.

--No abuses. —Se cruzo de brazos.

--Ay, por favor, yo nunca te he dado problemas—Le recordé—Nunca han venido a quejarse de mi o a reprocharte algo que yo haya echo. Ya que nunca han tenido pruebas, por lo tanto no pueden culparme. —Me cruce de brazos y sonreí victoriosa.

--A la primera...—Mi padre estaba serio—Encerrada.

--¡¿Que?! No puedes hacerme eso.

--Puedo y lo hare. —Dijo con un tono severo.

--Ok, como quieras—Dije con indiferencia—Pero la primera será cuando tengan pruebas.

--Claro—Me sonrió paternal—Ya se que se necesitan pruebas, sino terminaría castigándote por algo que no hiciste. Pero cuando digo castigada y encerrada no es saltar por la ventana e ir a dormir a casa de Mat como cuando tenías 7 años.

--Si, ya lo se.

--Esta bien—Dijo papá.

--Voy a cambiarme—Subí las escaleras y escuche a Antonio suspirar y luego decir:

--No van a poder atraparla.

--Aun puedo oírte—Grite desde mi habitación—Y muchas gracias por tu apoyo.



Luego de que estuve más cómoda baje a donde estaban ellos.

--¿Pueden explicarme porque tanto problema solo por llegar verano? ¿Y que es eso de pruebas?—Habló mi novio muy confundido por lo que acababa de oír.

--Tú seguramente te preguntaras porque Lucas y ella están tan felices ¿No?

--Pensé que era porque...—Si Dan decía sobre coquetear con los chicos delante de mi papá estaba muerta.

--Dan, ¿te he dicho que te amo?—Me pare de puntillas y lo bese para que no terminara de hablar.

--Es porque Lucas y ella, hacen de las suyas, hay muchos grupos que vienen todos lo años a pasar sus vacaciones.

--Y ellos se creen superiores. —Comente yo, pero papá me lanzo una mirada de “Silencio”

--Y ellos dos, seguro te has dado cuanta, son muy orgullosos como para dejarse pasar por encima. —Siguió Antonio—A si que te imaginaras lo que hacen.

--No exageres—Repuse.

--No lo hago hija—Me dio un beso en la frente.

--¿Que cocinas?

--Brownies.

--¿Cuanto falta?

--Recién están en el horno. —Bufe.



Esa noche, fui acompañada del chico mas lindo de todos a matar vampiros. Por suerte llegamos a tiempo, y siendo dos contra uno, no tardamos demasiado.

Al día siguiente, Lucas nos informo que ese viernes el tendría el campeonato de natación. Era la etapa final y se realizaba en nuestro colegio.

Todos aceptamos ir, solo para que no se sintiera solo y para poder apoyarlo.

Los días continuaron normales por suerte, y Jake, ya había olvidado lo de las flores.



VIERNES



Ya era pasado el mediodía y Lucas competiría en una hora.

Mi novio fue a buscarme en su auto, yo llevaba blusa con un lindo escote, unos pantalones y unas lindas zapatillas.

Me despedí de papá y fuimos a donde se realizaría la competencia.

Era un lugar extremadamente grande, ni hablar de la piscina, había muchas personas, era increíble que este lugar, fuera parte de nuestro instituto.

En la tribuna encontré a Lucas besando a María y a Matías besando a Lucia.

Cuando estuve cerca yo solo bufe, entonces Dan puso un dedo debajo de mi barbilla y la elevó, y con mucha delicadeza apoyo sus labios sobre los míos aunque eso para mi no fue suficiente y rodee su cuello con mis brazos.

Él no opuso resistencia y colocó sus brazos alrededor de mi cintura atrayéndome más a él.

Oí a alguien aclarándose la garganta, asique me separe de mi vampiro a regañadientes.

Lucas estaba de brazos cruzados, y con una sonrisa en su rostro.

--¿Interrumpo algo?—Indago.

--Yo fui muy benévola sin molestarte cuando estabas con María, me debes ese mismo favor.

--No sabias que estabas aquí—Paso una mano por su cabello, al estar un poco avergonzado.

--Dudo que cuando estés con María, sepas algo, entras en un completo trance—Me queje, y el se sonrojo. — ¡Y mucha suerte en tu competencia!—Agarre a Dan de la mano y nos dirigimos a sentarnos donde estaba María.



Eran 5 vueltas, una con cada estilo diferente y luego con estilo libre, sabia que el tiempo en cada una se sumaba y quien diera menor tiempo ganaba el trofeo y la medalla.

La competencia se veía dura, había un muchacho que siempre llegaba unos segundos después de mi amigo.

En la segunda vuelta Lucas salió segundo, por cada vuelta les daban un descanso, en el cual Lucas iba a sentarse en una banca apartada donde tenía botellas de agua de medio litro.

Todos se preguntaran para que quieres una botella de agua después de cada carrera, pero Lucas era muy extraño, y siempre bebía antes de cada carrera.

También solía venir a hablar con nosotros o solamente besar a María para darle “Mas ánimos” para ganar la carrera.

Iba la tercera vuelta y Lucas salió del agua, este era un descanso mas prolongado que el anterior, ya que aun faltaban dos vueltas y estaban demasiados cansados por las dos anteriores.

Yo me levante, ya que ver esto, me ponía nerviosa, es decir, era una espera interminable, ¿quien ganará?

Le pedí a Dan las llaves de su auto, ya que me había olvidado allí mi móvil, y podía ser que Antonio me llamara por algo y yo no contestara por despistada.

A medio camino, Daniel dejo de caminar y yo me voltee para besarlo, no podía pasar más de una hora sin hacerlo.

Mi novio me atrajo hacia si, sentí que me levantaba del suelo, y yo rodee su cintura con mis piernas.

Camino hasta que sentí la pared contra mi espalda, lo atraje mas a mi y el se separo unos segundos para que yo pudiera respirar ya que el no lo necesitaba en lo absoluto.

No me dio mucho tiempo porque inmediatamente busco mis labios con suma desesperación.

Oímos unos pasos entonces Dan me bajo, y yo acomode mi ropa, cuando el sonido disminuyo, suspire con frustración. Mi novio solo rió y me dio un beso en la mejilla.

En ese momento recordé para que habíamos venido hasta aquí, le dije que el volviera ya que si no nos veían a ninguno de los dos pensarían cualquier cosa y además nos culparían por no apoyar a nuestro amigo cuando el nos necesita.

Acepto sin ningún problema, ya que nosotros sabíamos que a los deportistas no les gustaba mucha la natación y pocas veces venían a presenciar algunas de las competencias por lo que era un hecho que no me cruzaría con Jake.

Caminé hasta su auto, y saqué mi teléfono de la guantera.

No tenía ninguna llamada, por suerte, no quería que papá se enfadara por no haber contestado.

Cerré la puerta y active la alarma del auto de Dan y entre de nuevo al instituto con una sonrisa en mi rostro mientras recordaba el beso de hace unos minutos.

La piscina de natación estaba un poco alejada, así que no era poco el camino a recorrer.

De pronto oí unas voces masculinas, estas me parecieron muy familiares.

Luego noté que eran las voces de Jake y Vic que estaban hablando un poco fuerte para una charla entre mejores amigos.

Creo que estaban en los vestidores de los hombres a unos 150 metro de donde yo me encontraba.

Camine lentamente hasta estar un poco mas cerca, tal vez unos 50 metros de donde ellos discutían. Pude oír el latido de tres corazones, ¿Quien estaba allí?

--¿Que piensas hacer?—Reconocí la voz como la del retrasado de Jake.

--Ya lo veras.

--Al menos dime para que es todo esto.

--Es obvio que María sale con Lucas solo porque este es campeón de nuestro instituto en natación—Lo que Víctor acababa de decir era realmente estúpido.

--Como digas—Dio Jake con suma indiferencia.

--Pues, si Lucas pierde María ya no saldrá con él, y podré tenerla para mi.

--¿Porque María? Pensé que ya habías dejado pasar eso que tenías con ella. ¿Además no era a Sasha a quien tu querías?

--Por favor, ni siquiera tú puedes tener a Sasha. —Se oyó un golpe sonoro.--¿Y a ti que bicho te picó?—Jake había golpeado a su amigo.

--Yo puedo tener a la chica que yo quiera cuando quiera y Sasha Zafiro no es la excepción.

--Pues no te será fácil, con su nuevo amigo rondándole alrededor. —Comentó Vic mientras se ponía de pie nuevamente.

--Entonces ¿Cual es tu plan?—Repuso Jake con voz que parecía que le estuviera hablando a un niño de pre jardín.

--Ya lo veras. —Dijo Vic.

--Oye, espera un minuto.

--¿Que?

--¿Lucas no es el hermanito de Mike?

--Si.

--¿Pero que no Mike es tu amigo?

--Tú lo has dicho, mi amigo es Mike no el imbécil de su hermanito que se cree la gran cosa.

--Si Mike se entera estas muerto. —Repuso Jake.

--Ya lo veremos. —Nunca imaginé un Víctor tan vengativo y rencoroso como este.

--¡Oh, vamos! Dime que diablos le harás a Lucas.

--Ok, pero no le digas nada a Mike.

--Ok. —Contestó Jake.

--Como no podemos pedirle que pierda. —Comenzó a hablar Vic.

--Eres tan inteligente—Dijo Jake con sumo sarcasmo.

--Cállate y escucha. —Renegó su compañero—Y claramente no podemos golpearlo delante de todos—Me estremecí con esas palabras—Yo puse somníferos de acción instantánea en su agua. Para que cuando este nadando comenzara a dormirse y dejara de nadar perdiendo.

--¿Que no va a ahogarse?

--Hay muchos profesores allí, obviamente alguien lo impedirá antes de que algo se salga de control.

--Pero ¿Ya me mezclaste las drogas con su agua?

--Claro—Rió Víctor

--¿Que tu le hiciste que a mi hermano?—Esa era la voz de Mike, él había estado oyendo todo.

--Nada—Repuso Vic en ese instante.

--¡Cállate imbécil! TE OÍ. Vas a drogar a mi hermano. —Mike parecía fuera de quicio.

--Mike cálmate—Pidió Jake.

--Iré a hablar con él. —Repuso el hermano mayor de amigo.

--No, claro que no. —Se oyó un sonoro golpe, y luego alguien salir de la puerta.

Vic había golpeado a Mike y este había caído hacia atrás saliendo de los vestidores. El imbécil de Jake rió a carcajadas y luego se acerco a Mike y le dijo:

--No te metas en esto. —Luego lo pateó.

Los dos se fueron dejando al pobre de Mike en el suelo, yo corrí hacia él. No se lo veía bien.

--Mike, por favor Mike, mírame. —Rogué. El parpadeo varias veces y luego susurro.

--Sasha, Lucas...

--Ya lo oí, vamos. —Deje que el se apoyara en mi. Y por dentro pedí que la carrera aun no hubiera comenzado.

Empuje las puertas y entré, llame muy bajo a mi novio quien se volteó y primero me miro con el seño fruncido al ver a Mike abrazado a mí y luego de sorpresa al reparar en el estado de este.

Corrió hacia mí, y yo deje le deje a cargo al hermano de Lucas mientras yo corrí a donde estaba mi amigo.

El aun no había abierto la botella. No se me ocurrió otra cosa que beber yo ese liquido, es decir, a mi no me afectaba ninguna droga que injiriera, solo hacia efecto en mi si era inyectada directamente en mis venas.

--Tengo tanta sed. —Le quite la botella de las manos y bebí.

--¿Y a ti que diablos te pasa?—Se quejó Lucas.

--Nada—La botella estaba vacía en mis manos. —Gracias.

--¿Gracias? Me la debes. —Gritó exasperado mi amigo.

--Toma—Le di el dinero.

--Sasha—Grito Mike, que había visto lo que yo hice. Ya no estaba junto a mi novio sino que de pie a unos metros de mí.

Comencé a sentirme mareada, y la cabeza a darme vueltas, ¡Se suponía que a mi no me haría nada!

--Mat—Llamé a mi amigo. El cual rápidamente me sostuvo. Aunque su novia no se veía feliz.

--Sisi ¿Que te pasa?—Sentí que me desvanecía de a poco. Matías llamo a Dan quien me levanto y me acunó en sus brazos.

--Amor, por favor, cielo di algo. —Rogó mi novio.

--Llévame a casa. —Pedí semi inconsciente.

--Ok—Me sonrió.

--No, debes levarla al hospital—Discutió Mike.

--No, yo quiero ir a mi casa. —Fruncí el seño.

--Tranquila, iremos a casa. —Mis sentidos aún seguían alertas. Mat, mi mejor amigo vendría con nosotros para que él condujera mientras Dan viajaba en el asiento trasero conmigo.

Llegamos al estacionamiento y ellos se acomodaron, en todo el viaje ninguno de los dos dijo nada. Parecían estar muy tensos por todo lo que sucedía.

No tardamos en llegar a casa, mi amigo abrió la puerta y Daniel entró conmigo en brazos.

--¿Que?—Gritó Antonio desesperado.--¿Que le pasó?

--No lo se—La voz de mi novio era pura angustia. —Solo... solo se desvaneció en los brazos de Mat.

--Dámela. —Pidió papá.

--¡No!—Exclamo Dan. —Yo la llevaré ¿Donde?

--Déjala en su habitación. —Mi novio me dejo con delicadeza en mi cama, papá estaba en la puerta.

--Gracias—Susurre, Dan me miró en seguida.

--¿Amor?—No respondí.--¿Que te duele? ¿Estás bien?

--Tranquilo, no es nada. —Y me deje llevar por la oscuridad con la que estaba luchando.

No se cuanto tiempo estuve en ese estado, pero no quería estar así, sabia que Antonio y Daniel estaban muy preocupados por mi.

Solo esperaba que en este estado de inconsciencia no perdiera el control de mi, y me dejara llevar por mi parte vampira.

Comencé a sentir el control de mi cuerpo, moví mis dedos y luego, una poco las piernas. Hasta que abrí los ojos.

Parpadeé varias veces hasta que mi visión se aclaró completamente y sonreí para mi misma.

Me levante, bañé y luego baje a la cocina donde estaban los dos yendo y viniendo de un lado para el otro en paso humano.

--Tampoco que hubiera estado en coma—Comenté sarcásticamente.

--¿Que?—Preguntó papá histérico.

--Que sabían que iba a despertar tarde o temprano, solo estaba durmiendo.

--¿Solo durmiendo? ¡Ni siquiera te podías mover!—Exclamó mi novio a punto de explotar.

--¿Un sueño pesado?—Pregunté. Los dos me dedicaron miradas asesinas así que me senté en frente a ellos y esperé que comenzaran a sermonearme.

--¿Que fue lo que pasó?—La voz de papá era de paciencia, por suerte habló él y no Dan.

--Mmm...Bueno.

--Sisi, por favor dime, me diste un susto de muerte—Pidió Antonio.

--Ok. Ya sabes que nosotros fuimos porque hoy Lucas tenía esa competencia de natación.

--Si. —Habló papá.

--Bueno, ya habían terminado la tercera vuelta y les dan un descanso más largo que los otros.

>>Entonces con Dan aprovechamos para ir a buscar mi móvil a su auto, pero luego yo le pedí a él que volviera con los chicos porque sino pensarían que nos habíamos ido y no quiero que digan que soy mala amiga.

>>Luego de que cogí mi móvil, oí unos gritos en los pasillos, alguien estaba discutiendo. Así que yo me acerque y los que discutían eran Víctor y Jake, estaban en los vestidores.

--¿Y tu estabas en la puerta oyendo todo?—Preguntó papá alarmado.

--Claro que no repuse—Con una risa falsa—Estaba dentro de los vestidores porque me gusta ver a los chicos cambiarse—Repuse con sumo sarcasmo. Los dos quedaron con la boca abierta mirándome fijo.--¡Ay por favor! ¿Crees que hago eso?—Ninguno de los dos dijo nada aún seguían en shock. —Papá tu puedes oírme a dos calles de aquí, ¿Que te hace pensar que no puedo oír una discusión a 50 metros de distancia?

--No vuelvas a asustarme así—Reprochó Antonio. Bufé con mucha frustración.

--Bueno, como decía, oí a los muchachos discutir, Víctor quiere salir con María.

--Pensé que...—Se quedó callado cuando lo mire enojada, lo que faltaba era que dijera delante de mi padre que Vic coqueteaba conmigo.

--Él piensa que María sale con Lucas solo porque es muy bueno en natación.

--Ridículo—Repuso mi novio.

--Pienso igual—Agregué—El caso es que tenía un plan para que Lucas perdiera, como sabes él es muy competitivo no iba a dejar el campeonato por una amenaza, además, tampoco podían golpearlo frente a todos y mucho menos de María.

>>Así que decidieron drogarlo. Ellos le darían una cierta cantidad de somníferos de acción instantánea.

--¿Somníferos de acción instantánea?—Indagó mi novio.

--Son unas drogas que te duermen al poco tiempo que son injeridas, algo así como anestesia. —Respondió mi papá.

-- Si le daban eso, Lucas se dormiría mientras iba nadando, el pobre podía haber muerto ahogado. —Comenté tristemente.

--No es así amor, allí había guardavidas. —Me tranquilizó Dan.

--Tu no lo entiendes—Me expliqué—Tu no te duermes así—Chasqueé los dedos frente a él—Lucas se iría durmiendo de a poco y tragando agua en el proceso. Dudo mucho que podrían haberlo salvado a tiempo.

--¿Y como pensaban darle semejante cantidad de drogas sin que él se diese cuenta?—Interrogó papá y allí venia la peor parte.

--En su botella de agua. —Dan me miro, y con un rápido movimiento me agarró de los hombros y me sacudió un poco.

--¿Esa misma botella que tú te bebiste hasta vaciarla?

--Si.

--¿Que?—Gritó papá con voz ahogada.

--Esperen.

--¿Acaso estas loca?—Antonio seguía gritando—Lucas es mas musculoso y grande que tu, la dosis para él es diferente a la tuya, podrías haberte muerto.

--¡NO! Lo que tu no entiendes es que a mi no me afecta nada que yo ingiera, tanto sean calmantes como somníferos o cualquier otra droga, solo tiene efecto en mi si es inyectada, como la vez del brazo.

--¿Que? Eso no es cierto, cuando eras pequeña y te golpeabas yo te daba calmantes y dejabas de quejarte...—Papá fue bajando la voz de a poco.

--Nunca hacían efecto, solo dejaba de quejarme porque tú te preocupabas demasiado y eras un manojo de nervios, así que no decía nada. —Mi padre me miro fijo, en sus ojos había una profunda tristeza, no debería haberle dicho nada.

--¿Entonces porque te dormiste?—Reprocho mi Dan.

--Porque al parecer los deportistas son demasiado imbéciles con los números y la dosis fue muy alta.

>>Por lo tanto, si eso tenía suficiente droga como para dormirme, Lucas no hubiera muerto ahogado. —Suspire con una gran angustia.

--¿Entonces como?—Dan se cruzó de brazos.

--Hubiera muerto de sobredosis. —Explicó mi papá.



Antes de que mi novio hablara, el teléfono comenzó a sonar. Lo cogí y atendí.

--SASHA ZAFIRO...—Era Mat.

--Déjame adivinar. ¿El lunes será mejor que no vaya al instituto porque vas a matarme?

--SI—Y cortó.

--Que lindo—Murmuré con sarcasmo.--¿También van a gritarme?—Les pregunté a ambos. —O espero hasta el lunes.

--No sirve de nada que te gritemos si ya lo hiciste—Espetó papá.

--Bueno, gracias.

Me levante y fui caminando a mi habitación en silencio.

--Sisi...—No me volteé para contestarle.

--Estoy castigada ya lo se. —Seguí subiendo.

Unas horas mas tarde, papá subió y me dijo que el castigo consistía en que yo no pudiera salir de la casa hasta el lunes por la mañana y lo acepte sin quejarme.

Esa noche Dan se quedo abajo charlando con papá, ¿Tan difícil era querer una vida normal? Normalmente los padres odian a los novios de sus hijas pero el mío adora a Dan.

Antonio venia cada dos horas a mi cuarto para preguntarme si quería algo.



El sábado por la noche quien se quedó a cuidarme y verificar que no saliera era mi novio. No baje en ningún momento para pedirle que me dejara salir, no le rogaría. Así que simplemente, me escape. No volví muy tarde, pero el ni siquiera llego a mi habitación.



Y el domingo también fue mas que aburrido, no pude ir a la fiesta de Lucas, el cual la hacia para festejar que había ganado. Ni hablar de la noche, mi novio estaba abajo y tampoco me escapé. Es decir, ayer no encontré nada, ¿Porque justamente esa noche sucedería algo?



Era lunes por la mañana y estaba feliz de poder salir “Por primera vez” en tres largos días, y noches.

Dan iba conduciendo con le seño fruncido mientras yo jugaba con la radio de su auto.

--Te escapaste—Me soltó de repente.

--¿Que?

--El sábado por la noche escapaste.

--Claro que no.

--No mientas, te escapaste el sábado.

--Bueno, si me escape. ¿Porque no fuiste a buscarme si sabias que no estaba?

--Porque no lo note hasta que volviste. —Dijo frunciendo más el seño. No pude evitar soltar una carcajada. —No es gracioso.

--Claro que si, ¿No lo notaste hasta que volví?

--Tu padre va a matarme.

--¿Porque?

--Porque deje que te marcharas.

--No te tortures. Podrá matarte solo por no notarlo hasta que volví, pero dudo que sea porque dejaste que me fuera.

--¿Que?

--¿Crees que es la primera vez que lo hago?—Me miro sorprendido—Ya lo he hecho varias veces, desde pequeña.

--¡¿Como puedes escaparte sin que tu padre lo note?!

--Tengo mis trucos. —Reí. Se había quedado mudo. —Es mi parte adolescente que me dice “No sigas las reglas”. —Ya habíamos llegado y bajé del auto, el pobre de mi novio aun no decía absolutamente nada.

jueves, 14 de enero de 2010

Capitulo 18: ROSAS Y BESOS

ROSAS Y BESOS.

Daniel me bajo del árbol, y comenzamos a caminar hasta llegar al claro.

--¿Porque tardaron tanto?—Acusó Lucas.

--Estábamos lejos, y ni loca iba a correr por el bosque como la típica rubia estúpida asustada de las películas de terror. —Los chicos comenzaron a reír.

--Que directa. —Reconoció Lucia, yo por mi parte solo me encogí de hombros.

En el viaje a casa, no hablamos demasiado. Tal vez por el simple echo que Daniel esperaba que yo me durmiera.

Llegamos a casa, y entramos de la mano.

Papá ya se había marchado, yo subí a mi cuarto y me di una ducha rápido.

Cuando baje, Dan estaba sentado frente a la televisión, la cual extrañamente estaba en un canal de películas en blanco y negro.

Me senté a su lado, le tome una mano y susurre en su oído.

--¿Recordando viejos tiempos?

--¿Porque me torturaría de esa manera?—Se volteo y me dio un dulce beso en los labios.

--Vámonos, tenemos trabajo que hacer.

--Creo ser la única persona—No pude contener la risa a causa de lo que acababa de decir. —A la que le gusta ir a trabajar.

--Me pregunto ¿Porque será?

--Es que mi compañera de trabajo es demasiado sexy. —Me abrazó.

--¿Y tienes el descaro de decírmelo?—Soné herida.




Esa noche anduvimos por todas partes, pero no encontramos nada.

Ni en el parque, ni en la parte baja de la ciudad, en ningún lado, ni siquiera el rastro de un vampiro que solo camino por allí.

--¿Crees que sea el grupo del bosque?—Interrogo mi novio, mientras caminábamos abrazados hasta llegar a casa.

--No hay nadie. —Murmure.

--¿Crees que sea un tipo de mafia de vampiros?

--Espero que no, ya has visto lo que es capaz de hacer la mafia humana, imagínate la de vampiros—Me estremecí y el me apretó mas a su pecho.




Cuando estábamos en casa, saque mi libro de algebra y comencé a hacer la tarea.

Daniel me miraba fijamente, pero esa mirada no me molestaba, sino que causaba un efecto contrario en mi, me hacia sentir bien, con una felicidad desbordante.

Intente concentrarme en hacer los ejercicios pero era difícil teniendo un chico como Dan a mi lado.

Se fue acercando a mí de a poco, hasta que solo me abrió sus brazos y yo me recosté contra su pecho, pero aun así seguí con mi tarea.

Aunque resolvía una cada quince minutos porque los intervalos eran llenados por sus besos y caricias.




Llegue a uno de los ejercicios que no podía resolver, lo borre y comencé de nuevo, pero no lo lograba, repetí la acción varias veces, pero seguía sin conseguir nada.

La puerta de casa se abrió y papá entro con una sonrisa en su rostro al vernos a nosotros dos.

--Amor, lo estas haciendo mal—Habló Dan.

--Lo se, pero yo puedo. —Otro intento fallido.

--Deja que te ayude.

--No, puedo sola—Bufe, cuando volvía a salir mal.

--Cielo...

--Ya lo resolveré, siempre lo resuelvo sola no veo porque no pueda ahora. —Seguía sin lograrlo, hasta que oí la dulce melodía de la risa de mi novio.--¿Te estas riendo de mi?

--¿Porque no quieres que te ayude?

--Porque yo se como hacerlo. —Él suspiro frustrado. —Hablo en serio.

Pero el hizo caso omiso a mis quejas y se acerco a mi, su mentón apoyado en mi hombro derecho mientras susurraba.

--Tienes que pasar este número aquí, y este factor allá. —Comencé el ejercicio, el cual lo pude resolver fácilmente con una sonrisa en mi rostro.

--Gracias—Exclame.

--De nada, amor—Me dio un beso—Sigo sin entender, porque no quieres que nadie te ayude nunca en absolutamente nada.

--No me gusta. Prefiero hacerlo yo a mi manera.

--¿Aunque tardes una eternidad?

--Tengo tiempo de sobra. —Me encogí de hombros.

--Chicos se les hace tarde para el instituto.

--Bendito el día que sea puntual—Bromee.

--Eres puntual con las cosas que te interesan—Hablo Antonio.

--Claro papi. Te quiero, te veo luego. —Salí de casa con Daniel pisándome los talones.

Nos subimos al auto de Dan y él siguió conduciendo.

Llegamos al instituto justo, no vi ni a Mat, ni a María, y pos suerte tampoco vi a Lucas.

Llegamos al salón unos segundos antes que el profesor de historia. La cara que este puso fue muy graciosa. Aunque tuve que esconder esa carcajada o sería expulsada.

Las clases continuaron normales. Y tuve suerte de no encontrarme con Jake, no estaría de humos para soportar sus estupideces.




La mañana paso rápida, y cuando Daniel y yo caminábamos a la cafetería recordé que había olvidado el libro de algebra en mi casillero, y aun había algunos ejercicios sin hacer.

--Dan ya vuelvo.

--¿A donde vas?

--Mi libro esta en mi casillero, adelántate luego te alcanzo.

--Si tu lo dices—Comento fingiendo depresión. Le di un beso y camine a buscar mis apuntes.




Cuando llegue, algo dentro de mi dijo “Que suerte tuve en decirle a Dan que vendría sola”

En la puerta de mi casillero había un gran ramo de rosas rojas.

Lo quite de allí, saque mi libro y luego leí la nota que venia con las flores.




Para ti preciosura.

Para MI linda chica.

Yo.




Eso era tan... ¿Tonto? ¿Falso?

Acerque las flores a mi rostro, despedían un olor dulzón, para cualquiera que me hubiera visto yo estaría apreciando su fragancia pero realmente quería saber quien me las había enviado.

Cuando lo descubrí una parte de mi se dijo ¡Eres estúpida! ¿Quien más podría ser?




Camine directo a la cafetería, cuando entré, busque con la mirada la mesa de los estúpidos deportistas.

Atrape la mirada de Jake y camine en su dirección.

Él se levantó, y se acercó a mí con un aire de superioridad, llevaba una sonrisa de victoria en su rostro.

Juré que iba a humillarlo tanto como pudiera. Ya no lo soportaba mas, era eso o golpearlo frente a todos.

--¿Te gustaron?—Preguntó.

--¿Fuiste tu Jake?—Indagué con voz y apariencia inocente.

--¿Quien mas?—“Si, quien mas seria mas estúpido que tu y se atrevería regalarme flores” Lo pensé pero no lo dije.

--No lo se. —Reí tontamente.

--¿Y... que te parecieron?—Le sonreí.

--¿Que que me parecieron?—Pregunte con voz seductora. Jake puse un dedo debajo de mi barbilla y la elevo para poder besarme.

Daniel estaba que echaba fuego.

--Si, hermosa. ¿Que te parecieron?—Muy cerca del beso.

--Esto—A mi lado había una tacho de basura, pise el pequeño pedal y la tapa se levanto y allí tire el ramo de flores.

El muchacho se quedo estático con la boca abierta, todos sus compañeros y algunos que presenciaron la escena comenzaron a reírse a carcajadas.

Luego de mirarlo de nuevo a la cara y reír por su expresión camine a donde estaba mi mesa.

--Hola—Les sonreí a todos. Lucas no podía parar de reír.

--¿Que fue eso?—Pregunto Daniel.

--¿Una humillación bien merecida?

--Además de eso—Remarco él. Y yo solo me encogí de hombros.

--Adoro cuando haces eso—Comentó Lucas.

--Si, yo también. ¿Te Acuerdas del entrenamiento?

--Si—Mi amigo comenzó a reír más fuerte.

--¿Que paso en el entrenamiento?—Pregunto Mat.

--Nada—Respondimos rápido Lucas y yo. Segura iba a reprocharme algo y eso le quitaría lo gracioso.

--¿Porque te cae tan mal Jake?—Pregunto Matías.

--Porque es realmente insoportable.

--Víctor estuvo detrás de ti durante tres meses y ni te quejaste. —Agregó Lucas.

--Vic es inofensivo—Me defendí.

--Ella tiene razón, Vic no es malo. —Defendió mi amiga.

--¿Y tu como sabes?—Pregunto Lucas frustrado.

--Porque fue mi primer novio. —La cara de Lucas no tuvo precio, todos comenzamos a reír.

--¿Que el que...?—Preguntó él con voz ahogada.

--Te dije que el día que se enterara tendría un ataque—Comente con un tono de indiferencia.

--¿Tu lo sabias?—Me acusó, y yo asentí.--¿Fue tu primer novio?—Volvió a interrogar. María estaba por agregar algo más pero yo la corte.

--Si le dices eso, te quedaras sin novio.

--¿Que?

--Que el me dio mi primer beso. —Lucas palideció.

--Lucas...—Murmure. Se veía realmente mal.

--Estoy bien. —Dijo enojado.

--¿Porque te pones así?—Le habló María.

--¡Porque ese imbécil te beso!—Exclamó el pobre.

--Y hasta donde yo se...—Agregue—María no fue ni tu primer beso. Ni tu primera novia.

--Ya lo se. —Respondió secamente.

--¿Entonces quien?—Habló por primera vez Daniel, desde que comenzamos con este tema.

--Ella se llamaba Nadia. ¿Y quien fue tu primera novia?

--Rosa del Pilar. —Contesto mi novio. Algo me decía que era hace tiempo. O era eso lo que yo quería creer.

--¿Quien fue tu primer novio?—Pregunto Lucas.

--No te importa. —Conteste fríamente.

--Oh vamos, ¿Porque nunca nos lo quieres decir?

--Porque no.

--Y... ¿Quien fue tu primera novia Mat?

--No te lo diré. —Contesto tranquilamente.

No me avergonzaba de decir que Mat había sido mi novio, solo que no quería imaginarme el escándalo que haría Lucas por eso.

--Por favor. —Suplicó.

--A veces llegas a ser patético—Se quejo mi amigo.

--Sisi, tu seguro sabes. —Rogo Lucas—Dime.

--Claro que no. ¿Que clase de amiga soy?

--Una muy buena. Dime.

--No solo a veces, SIEMPRE eres patético.

--Dime. —Lucas le pidió a Mat.

--No—Respondió mi amigo.

--Dime.

--No

--Dime. —Le iba a ganar a Matías por cansancio.

--NO

--Dime.

--No.

--¿Quien es?—Pregunto Dan, solo para que yo lo oyera.

--Yo. —Susurre. Mi novio se tensó. Lo mire.--¿Estas bien?—El asintió. Pero sabía que no era así.

--Bueno, no me digas—Se rindió Lucas—Pero quien sea que haya sido, te destrozo, aun sigues buscando consuelo en todas las chicas con las que sales.

--¿Acaso eres imbécil? No le digas eso. —Le reproche. Me dolía también a mí.

--Olvídalo, Sisi, no tiene nada que decir y se le ocurren esas tonterías.

--Como digas. —Resoplo este. —Ay por favor ¿Quien es?

--Cállate—Dijo Matías.

--¿Quien?

--Cállate.

--¿Quien?

--¡Sisi! ¿Ya estas contento?—Matías parecía frustrado.

--Y... te gano por cansancio. —Comente.

--¿Sisi?—Pregunto con voz estrangulada.

--María, creo que tu novio va a desmayarse. —Y era cierto, Lucas estaba más pálido que yo y después de pronunciar mi nombre no hablo más.

--Yo...Yo

--Que bien quedó tartamudo. —Me quejé.

--¿Tu fuiste su novia?—Yo asentí

--María...—No estaba segura de que estuviera bien.

--Y para tu información no soy yo el que va a desmayarse, ese va a ser tu Dan.

--¿Que?—Mire a mi novio quien le frunció el seño a Lucas.

--¿Y yo porque?

--¿Que no escuchaste lo que acaban de decir?

--Si... ¿Y que con eso?

--Pues... ¿No te molesta?

--¿Porque debería de molestarse?—Preguntó Matías—Sisi FUE mi novia. —Lucas lo miro confundido. —FUE, tiempo pasado

--No entiendo. —Murmuro Lucas.

--¿Cuando lo has hecho?—Comente.

--¿Besa bien?—Me pregunto Lucas, y yo le di una suave patada. —Ay, mi pierna.

--¿Te lastime?—Le pregunte fingiendo sonar preocupada.

--En lo absoluto—Habló entre dientes, y mi sonrisa se hizo más grande de lo que ya era. —Oye—Le hablo a mi amigo--¿Cuantos años tenían?

--14—Respondió Matías.

--¿14?—Ambos asentimos. —No es posible.

--¿Porque no?—Pregunto—Y si dices algo estúpido juro que te daré una buena golpiza.

--No, es solo que a los 14 tú salías con Jake. —Mi boca se abrió.

—Fue a los 13 años.

--¿Que?—Pregunto Dan ahora si enojado. Pero Lucas no dejaba de reír.

--¡Lo sabia! ¡Lo sabia! Por eso Jake te molesta tanto. Aun tiene algo pendiente contigo.

--No entiendo—Dijo Matías.

--Si Sasha a los único que ha besado a sido a ti y a Dan. —Sentí como me ruborizaba y una pequeña risa de parte de mi novio que no ayudo en nada—Nunca beso a Jake y eso es lo que el quiere. ¡Esta frustrado desde los 13 años!

--Bueno, pero no lo grites. —Me queje.

--Lo sabias, por eso no te querías meter con él. —Agrego Lucas.

--¿Pensaste que les haría caso? Me conocen, nunca hago lo que me dicen. —Pregunte con superioridad.

--Aunque sigo sin poder creer—Agrego Lucas—Que hacían sitas dobles, Tú y Jake. Y María y Víctor. —Y allí fue donde metió la pata.

--¿Y tu como sabes eso?—Pregunto María enojada.

--Tú lo acabas de decir.

--No, yo dije que Víctor fue mi novio, nunca mencione las dobles citas y mucho menos que Sasha salía con Jake.

--Yo...

--Además aparte de nosotras dos él único que sabe es Mat, pero el es como el hermano mayor de Sisi.

--Bueno...

--LUCAS ¿COMO LO SABES?—Por mi parte no pude contener la risa.

--Yo...

--Yo se—Conteste.

--No le dirás—Se enojo Lucas.

--Dulce venganza. —Susurre. —Lucas sabe porque en cada una de tus citas con cualquier chico que no fuera él, te seguía y se escondía para ver que hacían.

--¿Lucas?—Interrogo María.

--Si, Sasha tiene razón ¡Pero lo hacia porque no quería que ninguno se sobrepasara contigo!

--Eso no te da derecho. —Mi amiga estaba enojada, pero sabia que si era con Lucas, no duraría mas de 15 minutos--¿Y porque nunca me lo dijiste?—Sonó mas un reproche.

--Era divertido, ver como intentaba llamar tu atención con cada cosa que hacia o decía.

--Si, tiene razón—Me apoyo Mat.




La campana sonó y todos se fueron sus clases correspondientes.

--No debiste hacerlo. —Reprocho mi novio.

--Se lo merecía, además ya se reconciliaran.

--¿Y si no es así?

--Yo me encargare de eso.

Entramos a nuestra clase, la cual termino muy rápido, no tenía ganas de nada.

Al final de hora, Dan camino a mi lado. Parecía incomodo, yo lo mire fijo y el con un suspiro dijo.

--Así que...Emm...Tu y Mat...Fueron...ya sabes.

--Sabia que era eso—comente.

--¿De que hablas?

--Has estado callado, y no actúas como lo haces normalmente.

--Pero el y tu.

--Dan yo no ame a Matías y el tampoco me amo a mi. —Le asegure.

--¿Entonces porque...?

--Solo para intentar, pero preferimos ser amigos. —Me encogí de hombros. —Lo que siento por ti, nunca lo he sentido por nadie. —Dan dejo de caminar, y me miro.

--¿Que?

--Lo que escuchaste, yo quiero a Mat, tanto como quiero a papá, María y de alguna manera a Lucas. Pero es solo querer, no amar como es en tu caso. —Mi novio me sonrió abiertamente. —Y mejor vamos rápido que tengo que hablar con María.

--¿Porque?

--Por que no me gusta verlos separados.

--Tienes razón

Entramos a química y mi amiga estaba sola, concentrada en algo, y eso que el profesor aun no había llegado.

--¿María?

--Sasha. —Me sonrió

--Lo que hizo Lucas.

--Es estúpido e inmaduro. —Yo suspire.

--¿Cuando gano el primer lugar en natación?

--A los 13 años.

--Y casualmente tú estabas allí. ¿Cuando se hizo campeón?

--Cuando gano la mayoría de las medallas a los 13 años.

--Y las medallas que no gano fue cuando tú no fuiste a verlo competir. —Ella abrió la boca y la volvió a cerrar--¿Eso no te dice nada?

--¿Crees que gano solo por mi?

--No lo creo. Es así. Todo lo que el hace es solo por ti. Y si no me crees pregúntale y el te dirá lo mismo que yo.

Entro el profesor y yo fui a mi asiento. Durante toda la clase el corazón de mi amiga estuvo acelerado, y se la veía inquieta.

Al toque de campana, ella salió rápidamente.

Lucas la esperaba apoyado contra la pared con la cabeza gacha, cuando oyó la voz de María levanto la cabeza.

--María yo...

--Lo se. —Lo abrazo y lo beso.

--¿Que le dijiste para convencerla?—Pregunto mi novio.

--No es necesario convencerla, Lucas de verdad la ama y solo necesito recordárselo.

Las clases siguieron.

En la salida, yo estaba por subir al auto de mi novio pero este me rodeo la cintura con sus brazos y me impidió irme.

Estábamos cerca de besarnos, pero yo retrocedí y me cruce de brazos enojada.

--¿Que sucede amor?

--Espera. —Las pisadas se hicieron más notables y unos minutos después, vimos a Lucas correr hacia mí.

--¿Que hiciste?—Pregunto agitado.

--Normalmente, los amigos en este caso dicen “Realmente te lo agradezco” o sino “Muchas gracias”

--¿Como lo hiciste?

--¿El que?

--Eso, de María, salió y todo su enojo, ¡puff! Desapareció después de hablar contigo.

--Soy in-crei-ble.

--Si, lo eres. —Me abrazo.

--Lucas, eso sinceramente no era necesario.

--Lo siento. —Se fue corriendo.

--Y después, la infantil del grupo soy yo. —Mi novio a mi lado se rio de lo que acababa de decir.

--¿Lo viste?—Me pregunto él—Ni siquiera me noto. —Se quejo.

--Olvídalo, el pobre estaba desesperado por volver con María.

--Ya me parecía—Me volvió a abrazar—Creo que nosotros estábamos hablando de algo antes de que el viniera.

--No tengo ganas de hablar. —Le di mí mirada más inocente.

--Yo tampoco las tengo—Comenzamos a besarnos.




Llegamos a casa, y Dan me dijo que el tenia que ir de caza, no parecía contento con la idea y yo tampoco.

Me despedí de él con un beso. Y fui a hacer mi tarea, la cual termine sumamente rápido.

Luego, comencé con los quehaceres de la casa, la cual había dejado muy descuidada, y no quería que papá se encargara de eso.

Alguien toco la puerta, y Antonio fue a atender, el hombre dijo:

--¿Este es el domicilio de Sasha Zafiro?

--Claro, es mi hija, ¿En que puedo ayudarlo?—Yo aparecí por detrás de él.

--Me busca a mí.

--¿Sasha Zafiro?

--Sip.

--Esto es para usted. —Me entrego un gran ramo de flores, de todo tipo, rosas, violetas, jazmines.

--Oh, gracias, pero ¿De quien?—Ya me lo imaginaba.

--El señor Cigaro.

--Jake—Murmure.

--Adiós.

--Chao—Cerré la puerta.

Papá estaba de brazos cruzados, y se lo veía enojado.

--¿Quien es ese Jake? Pensé que tu novio era Dan, ¡No puedes estar saliendo con dos chicos!

--Ya lo se—Dije. —Y este imbécil no quiere darse por vencido. —Papá me miro incrédulo. Tire las flores a la basura y camine por su lado para seguir con mis cosas.

--¿Y así nada mas lo rechazas?

--Sip—Sonreí.

--Y yo que temía que le dijeras si a cualquier chico. —Murmuró para si mismo.




Salí de cazadora esa noche a pesar de que le había prometido a mi Dan que no lo haría.

Y para mi desgracia fueron dos, y los mate, pero Salí con unos raspones y golpes.




Ya era de mañana, y me metí al baño para ducharme, ya lista escondí los golpes de papá y me encamine al instituto.

Llegue y Dan después de mi.

--¿Podrías dejar de hacerme eso?

--Eso ¿Que?

--¿Porque nunca me esperas?

--Porque pensé que vendrías directamente aquí.

Todos estábamos esperando que las puertas del instituto se abrieran. Hasta que Lucas habló.

--¿Y? ¿No te vas a quejar?

--¿De que?—Mi novio me tenía abrazada.

--De las flores. —Mire enojada a Lucas.

--¿Lo sabias?

--Me lo dijo Mike anoche. —Suspire frustrada.

--¿Que flores?—Indagó Dan.

--Las que le dio Jake a Sisi. —Explico mi compañero.

--Las cuales están en la basura. —Comente feliz.

--¿Las tiraste?—Pregunto mi novio a lo que yo asentí.

Entramos, y las clases siguieron normales.

Hasta que de nuevo tuvimos que ir a la cafetería y le pedí a Dan que se adelantara al igual que yo hice el día anterior.

Pero el estaba empecinado, en que quería ver si Jake aun seguía dándose falsas esperanzas.

Yo logré convencerlo, pero cuando llegue a mi casillero me encontré con una gran sonrisa.

Había otro ramo de rosas de color rosado, cuando las cogí, una rosa blanca pequeña pero muy bonita cayó al suelo, rápidamente la levante, y la mire, algo en mi mente grito ¡AMO A DAN!

Camine, con una sonrisa en mi rostro, no por el ramo de Jake, sino que por el regalo de mi novio.

Pase por su mesa y no me detuve a mirarlo feo ni nada, solo me limite a dejarle las flores en frente de él y decirle:

--Se te olvidaron.

Camine a donde estaban todos y apoye a un lado la pequeña rosa blanca.

--Te olvidaste una—Rio Lucas.

--No, esta es de Dan. —Mi novio comenzó a reír.

--Esperaba que también la tiraras a la basura.

--Lamento desilusionarte pero a esta me la quedo.

--Oye—Hablo Mat—Tú nunca le regalaste flores a María.

--Claro que si—Respondió ella.--A los 14 las lilas.

--A los 15 las margaritas. —Agregue.

--A los 16 las Dalias. —Rio ella

--A los 17 las amapolas—Termine.

--¿Y tu como sabes lo que le regalo a mi novia?—Me pregunto Lucas.

--Porque cada vez que me regalas algo, paso dos horas gritándole al teléfono, y del otro lado de la línea esta Sasha.

--¿Y la soportas?—Pregunto Lucas asombrado, y ella le dió un golpe en la cabeza, pero el aun así la atrajo hacia si y la besó.

sábado, 9 de enero de 2010

Capitulo 17: CAMPING

CAMPING

Llegamos a casa en poco tiempo, antes de salir del auto de Dan le di un beso de despedida que el prolongo cuando atrapo mi cadera con su mano para atraerme mas a él.

El paró de besarme para que yo pudiera volver a respirar, solo me sonrió y yo me despedí con un “Te veo mañana en el instituto”.

Entre a casa y papá estaba en el sofá.

--¿Papá?

--¿Porque tardaste tanto?—Se levanto.

--Mmm...Para empezar, te dije que vendría antes de que te fueras y bueno... aun no te has ido—Respondí confundida.

--Claro.

--Papá ¿estas bien? ¿Sucede algo?

--Si, mi hija yo tiene novio. —Se quejo.

--Oh por favor, ¿Estas celoso?

--Soy tu padre. Yo... no quiero que te lastimen.

--Tranquilo, no lo hará. —Le di un abrazo y un beso en la mejilla. Mientras en mi mente pensé “Si supieras, temerías que yo lo lastimara”

Me fui a dar un baño, y me prepare para una noche de trabajo, me vestí, con un pantalón simple y una blusa con poco escote, encima un chaleco para ocultar mis estacas.

Antonio se había marchado hacia cerca de dos horas.

Salí de la caza y camine lentamente confundiéndome con las sombras como un fantasma. De esa forma nadie me vería y los vecinos no comentarían absolutamente nada.

Seguí caminando hasta llegar al parque, pude sentir el olor de vampiro apenas llegue.

Acto reflejo lleve mi mano a mi espalda, preparada para sacar una estaca cuando fuera necesario.

Esta noche si que iba a divertirme.

Pasaron unos minutos y no encontré nada. Parecía ser que el vampiro se había marchado. Busque tal vez si había dejado una victima pero igualmente nada.

Camine decepcionada, hasta que oí unos pasos, pero fingí no oír nada y seguí con mi camino.

Los pasos me seguían, y cuando corrieron hacia mi me moví muy rapido y el vampiro quedo de espaldas a mi.

Cuando este se volteo, me miro con el ceño fruncido.

--Dan ¿Que diablos haces aquí?

--Protegerte.

--Me diste un susto de muerte.

--Lo siento, no quise hacerlo. ¿Como hiciste eso?

--¿El que?

--Lo de eludirme, nunca vi algo parecido, ni siquiera un vampiro.

--Bueno, es que ya es algo reflejo. —Me encogí de hombros. –Cuando te dije que “Te veo mañana en el instituto” Esperaba que entendieras que no te quería conmigo esta noche.

--Eso es hiriente—Murmuro.

--Dan—Camine hacia él—No quería decir eso, pero entiende que hago esto desde niña, se lo que hago. —Le acaricie la mejilla suavemente.

--Pero tengo miedo de perderte. Temo que te hagan daño. —Es la segunda vez que escucho eso en el día, es mal augurio.

--Tranquilo, yo puedo.

--Es que...-Me atrajo hacia él—Eres tan...

--¿Tan?

--Tan frágil, pequeña...—Suspiro y me dio un dulce beso en los labios.

--Conmigo las apariencias engañan. —El soltó una carcajada amarga.

--Ya lo creo.

--Ahora, ya que estas aquí...—Me dio otro beso—Vamos a trabajar.

Estábamos por dar un paso, cuando un vampiro golpeo a Dan y lo lanzo contra un árbol.

Fue por mí, pero me moví y lo golpee, cayo al suelo y fue a donde estaba mi novio.

--Sisi, ¿Estas bien?

--El que fue lanzado eres tú—Le recordé.

--Si pero estoy bien ¿Y tu?

--Ni siquiera me ha tocado. —El se levanto y lo ataco, pero Dan mientras peleaba no dejaba de mirarme por temor a que me hiciera daño a mi. Por su desgracia fue golpeado nuevamente y cayó aun mas lejos con un gran ruido, me estremecí y corrí hacia el vampiro, no dejaría que saliera vivo después de eso.

Antes de que lo golpeara me llamo por mi nombre.

--Así que, tú eres Sasha—Rio. Con un movimiento certero lo patee y cayo. —A ti te buscaba cazadora.

--Tienes 30 segundos para decirme lo que quieres.

--Veo que estabas con tu noviecito.

--20 Segundos—Me limite a decir.

--Rompiste las reglas.

--¿Quien lo sabe?

--¿Que te hace pensar que no lo diré?

--¿Solo tu?—Pregunte esperanzada aunque no deje que se notara en mi voz ni en mi rostro.

--Con uno es solo suficiente.

--No en mi caso. —Sonreí.

--No lo harías. —Reí.

--No dolerá mucho. —El vampiro intento deshacerse de mi agarre pero ya era tarde, una estaca había atravesado su corazón.

Le encendí fuego, y camine hacia donde estaba Dan sin moverse, viéndolo así no pude contener la risa y me puse en cuclillas a su lado.

--¿Sisi?—Preguntó él. Me acerque para susurrarle.

--Tu y yo sabemos que los vampiros se curan a una increíble velocidad y tu, cariño, no eres la excepción. —El se carcajeó y tiró de mí, me acomodo en su regazo y comenzó a besarme.

--¿Estas bien?

--Si, ya te lo dije, pero la próxima que quieras pelear contra un vampiro no pierdas tiempo mirando si estoy bien. Por que se defenderme sola.

--Lo mismo seguiré mirándote para asegurarme.

--Como digas. —Me besó de nuevo y regresamos a casa. Ordene algunas cosas para el instituto, mientras el estaba recostado en mi cama.



--Tu cama es cómoda—Comento perdido en sus pensamientos.

--Lastima que no la use seguido. —Los dos reímos. —Ay no—Me queje.

--¿Que sucede?

--Olvide estudiar para historia.

--¿Lo olvidaste?

--Bueno no—Me sonrió—Pero recordé que estoy a un paso de que me expulsen del instituto.

--¿Quieres que te ayude? Yo se mucho.

--Eso es porque tú tienes memoria fotográfica y tu mente es la de un vampiro.

--Al menos déjame intentarlo.

--No eres el único con esa inteligencia. —Abrí mi libro y en menos de 5 minutos ya había terminado la lección.

--Tramposa—Me acusó cuando deje el libro en la mesa.

--Mira quien habla, ya has hecho el instituto.

--La verdad no. —Lo mire fijo.

--No bromees.

--No lo hago. Fui convertido a los 18 años. Y en esa época no había buena educación y solo la tenían las personas con dinero.

--¿Entonces como sabes tanto?

--De la misma forma que tu, leyendo.

--Ya veo. –El se acerco y me dio otro beso antes de despedirse de mí, le pedí que no viniera a buscarme y si lo hacia que nos fuéramos caminando.



Ya era la mañana, me di un baño y baje a desayunar. Esa noche saldríamos de compras con papá.

Como era obvio Dan no apareció por casa y yo sonreí ante la idea de verlo caminar quejándose.

Llegue caminando y los chicos me estaban esperando, pero Mat estaba solo.

--Te lo tenías bien guardado—Dijo Lucas en modo de saludo.

--¿Que?—Fruncí el seño.

--Se refiere a que Daniel es tu novio—Explico María con una sonrisa en su rostro.

--Si, claro, como digas—Respondí, dejando a Lucas con la boca abierta.--¿Donde esta Lucia?—Me dirigí a Mat.

--Ya debe estar por venir.

--Ya que me dejaste sin palabras con tu comentario—Comentó Lucas--¿Puedes decirme porque te importa tanto que Matías siga con Lucia?

--Porque me arriesgue a salvarlo cuando Jake busco a su novia, siendo que Lucia estaba con Mat. Y Jake es insoportable, así que más te vale que eso dure porque no me arriesgue por ti por nada.

--Ya me quedo claro y...—Dijo mi amigo—Allí viene.

--Que suerte—Me relaje.

--Aun es temprano—Dijo Lucas. —Sasha necesito que me des tu consejo.

--María creo que tu novio esta ebrio—Le dije a mi amiga.

--Muy graciosa, pero hablo en serio. —Levante una ceja.

--Bueno, que quieres. —Pregunte fingiendo cariño.

--El miércoles no habrá clase no se porque.

--Desinfección por precaución—Dijo Lucia que estaba en brazos de mi amigo.

--Claro—Respondió María.

--Bueno, el caso es este—Lo mire—No me decido entre ir el martes a la noche a la discoteca o el miércoles a un día de campo.

--Campo—Dijeron las chicas al unísono.

--Pero la discoteca...—Comenzó Matías.

--¿Y tu Lucas que decides?

--Día de campo con María. —Sonrió.

--¿Entonces porque me preguntas? Si todos quieren día de campo.

--Porque no te soportaría quejándote todo el día.

--¿Y porque tendría que quejarme yo?—Me crucé de brazos.

--Porque tú vendrás con nosotros. —Me acerque a Lucas y María.

--Sabes lo que sucedió el último día de campo, no quiero eso de nuevo.

--Solo seremos nosotros 6. —Suspire aliviada.

--Entonces quiero día de campo.

--Sisi—Se quejo Mat.

--Lo siento, pero yo no podría ir a la discoteca.

--Ah lo siento. —Se disculpó.

Entramos a nuestro salón, Dan aun no había llegado, a mitad de clase de historia, Dan entro fingiendo estar agitado.

--Siento la tardanza. Pero mi auto se rompió.

--No quiero escusas señor Sifrane. Y ahora tome asiento.

--¿No te dije que era mejor caminar?—Susurre bajo para que nadie me oyera a excepción de él. —Además, tu auto no tiene nada.

--Tienes razón, pero fui a buscarte y tu padre dijo que ya habías salido así que conduje lento para ver si te encontraba. —El profesor ya estaba dando clase pero no podía oírnos.

--Te dije que...

--Lo se—Contesto.

--Es imposible hacerte entender. —Me queje.

Salimos de clases y caminamos como siempre solíamos hacerlo.

Íbamos camino a la cafetería cuando Jake me intercepto en el camino para pedirme algo.

--Hola Sasha. —Me sonrió.

--Hola—Respondí cortante.--¿En que te puedo ayudar?

--Bueno el miércoles no hay instituto así que...

--Lo siento, estoy ocupada.

--No lo creo. —Se cruzo de brazos.

--Bueno créelo, y si no pregúntale a Mike que seguro te dirá que su hermano se ira con nosotros. —Seguí caminando junto a Dan.

--No lo soporto. —Se quejo.

--No es a ti a quien molesta.

--Me molesta que se acerque a mi novia. —Solo me reí de su personalidad celosa.--¿Me puedes decir como convencerás a Lucas de que vayan el miércoles de día de campo?

--Porque de verdad iremos.

--¿Iremos?

--Sip, vamos los seis.

--¿Y como es que no lo sabia?

--Porque se rompió tu auto—Comente entre carcajadas.

Entramos a la cafetería.

--Hola—Dijo Dan.

--Hola Sis...—No lo deje terminar.

--Si rompes con ella en esta semana me encargare de matarte yo misma ¿Quedo claro?

--Jake...

--Es insoportable. —Me queje.

--A mi tampoco me cae bien.

El día termino normal, Salí con Daniel, cuando subí a su auto me dio un beso y fuimos a casa.

No había nadie. Busque por toda la casa en menos de dos segundos, mi novio me miraba atónito por ver la velocidad.

--¡Pa!—Nadie respondió. —Antonio. —Y aun así nada.

Alguien abrió la puerta y con un rápido movimiento saque una estaca. Pero era papá que acababa de llegar.

--Hola chicos.

--No vuelvas a hacerme eso. —Me queje guardando mi estaca.

--¿Llevas esa estaca al instituto?—Pregunto Dan.

--Nunca salgo sin una. —El solo rió.

--¿Que tal el día?

--¿La verdad o la mentira?

--Mmm... La verdad.

--Una grandísima...

--Sasha. —Exclamo papá.--¿Porque siempre dices eso? ¿Tanto odias el instituto?

--No odio el instituto. —Me excuse.

--Yo odio los que van allí. —Dijo Dan y yo solo reí.

--Y yo que haya tantas reglas que seguir.

--Ya veo, por eso tu comportamiento. —Dijo papá seriamente.

--Papi, el miércoles puedo ir con los chicos al campo.

--Claro hija. ¿Quieres el auto?

--No será necesario, yo la llevare. —Se adelanto mi novio.

--Gracias—Le dije.



Dan se quedo en casa haciendo la tarea, él me miraba mientras yo terminaba la mía.



Esa noche no encontramos nada en ninguna parte, los vampiros habían desaparecido.

Era martes y el día fue por así decirlo más que aburrido.

Dan también me llevo hasta casa y dijo que pasaría por mi a las 6 de la mañana, como todos habían acordado salir a las 6:30.

Por la noche salimos de compras con papá. Me alimente bien, para que no hubiera ningún incidente en el día de campo.



Era de madrugada y fui a darme un baño antes de que Dan llegara. Acomode mi bolso y justo cuando acababa de arreglarme. Oí unos suaves golpes en la puerta.

Fui a abrir y mi novio parecía sacado de un sueño, como un ángel oscuro. Hermoso pero malvado.

Le sonreí. El dio un paso y me abrazo con fuerzas.

--Hola Antonio. —Saludo aun abrazándome.

--Hola Daniel.

--¿Estas bien? ¿Paso algo anoche?

--No no sucedió nada, y estoy bien no te preocupes. —Me dio un pequeño beso en los labios y salimos de casa.



Cuando subimos a su auto el tomo un profundo respiro.

--Ya, estamos solos, Dime que diablos te esta pasando, porque me estas preocupando. —Arrancó el auto.

--Como no quieres que este así, si anoche desapareciste, no te encontré por ninguna parte, ni siquiera estabas en tu casa. ¿En donde estabas?

--Fui de compras. —Me miro con la boca abierta.

--Hablo en serio, por poco me muero cuando no te encontré y tú me dices que estabas de compras—Termino sonando mas como una pregunta que como una afirmación.

--Pero es cierto, fui de compras.

--Claro, a las 3 de la mañana.

--Oh lo siento, cuando digo que voy de compras, quiero decir que voy de caza.

--¿Anoche fuiste de caza?

--Sip—Respondí con una sonrisa.



Llegamos a la casa de Lucas y ya nos estaban esperando.

--Bendito será el día en que llegues a tiempo.

--Yo llegue a tiempo, ni loca llegaría 10 minutos antes.

--Eres...

--¿Soy?

--Olvídalo, si lo digo Daniel y Matías estarán de tu lado.--Lucas se fijo en su reloj pulsera y dijo:--Ya es hora de irnos.

Su auto estaba al lado del de Daniel.

--¿Puedo conducir?—Le pregunte a mi novio con una sonrisa.

--Claro cielo—Me entrego las llaves pero Lucas camino a nuestro lado con una sonrisa en su rostro.

--Yo que tu no lo haría. —Daniel le frunció el seño.

--¿Que tiene de malo?—Pregunto mi novio.

--Olvídalo—Le di un beso y le entregue las llaves. —Vámonos antes de que Lucas comience a quejarse como anciano.

--Yo no me quejo como anciano. —Grito Lucas.

--¿A no?—Interrogo Mat—Si no te conociera desde los 12 años diría que eres uno.

--¿Lo ves? Siempre esta del lado de Sasha. —Se quejo nuevamente.

--Sufre—Le dije y se metió a su auto enojado. Todos comenzamos a reír, su novia aunque rió con nosotros, subió al auto de Lucas y le dio un beso a su novio para tranquilizarlo.



El camino no era tan largo como el de la vez pasada, además este era un claro diferente, quedaba del otro lado de la ciudad.

Iba en silencio tomada de la mano de Daniel, él cual me prestaba más atención a mí que a la carretera.

--Agradezco que no seas humano—Le dije.

--¿Porque?—Se carcajeo.

--Porque a esta hora estaríamos muertos, ni siquiera ves por donde conduces.

--No es necesario.

--Algo que he aprendido con la vida que llevo es guardar las apariencias, cosa que no recuerdo a veces. —El se acerco y me dio un beso.

Cuando se alejo de mi, lo rodee con mis brazos y lo atraje para besarlo nuevamente. El no opuso resistencia.

--¿Y las apariencias?

--Pueden esperar. —Murmure entre sus labios.

El viaje fue de aproximadamente dos horas.



Cuando llegamos el lugar parecía ser muy tranquilo, sacamos nuestros bolsos y buscamos un lugar para instalarnos.

María camino a mi lado y cuando encontramos un lugar, tiramos unas mantas y nos recostamos a la sombra de un árbol.



Daniel no tardo en rodearme con sus brazos, lo mismo hizo Lucas con María.

Estábamos exhaustos por los días de estudio, pero siempre que se podía íbamos a un lugar tranquilo para que el estrés no nos ganara.

Lucas, Daniel y yo teníamos los ojos cerrados solo para tranquilizarnos, principalmente nosotros dos que no necesitábamos dormir.

Mi amiga se estaba durmiendo pero pregunto.

--¿Donde están Matías y Lucia?—Lucas y yo comenzamos a reírnos por que conocíamos muy bien la respuesta.

--Duérmete mi amor—Le dijo Lucas a María.

--¿Pero porque tardan tanto?—Sabia que mi compañero estaba aguantándose la risa, así que fui yo la que respondió a su pregunta.

--La verdad, no querrás saberlo.

--Ohhh—Fue lo único que ella dijo. Cuando entendió, sentí el calor de la sangre de sus mejillas.

Todos nos quedamos en silencio, se podía oír el gorjeo de los pájaros, y también podía oír los pasos de mi amigo y las risas de su nueva novia.



Aunque no durmiera me acomode en la manta de la forma en que lo haría si durmiera.

Lucas y María se habían dormido hacia menos de una hora, entonces Dan me abrazo y yo recosté mi cabeza en su pecho.

El se rio entre dientes pero no dijo nada y me atrajo mas a él.

Nos mantuvimos así durante mucho tiempo, hasta que Lucas se despertó.

Aunque no abrí los ojos supe que se sentó y acomodó a su novia de modo que esta siguiera durmiendo. Camino en pasos sigilosos hasta mi lado y antes de que dijera algo y hable primero.

--¿Que quieres?

--Pensé que estabas dormida.

--Yo también—Dan ni se movió, interpretaba bien su papel de un chico dormido.--¿Que?

--Necesito que me acompañes al pueblo.

--¿Porque yo?

--Sabes el porque. —Me senté y quite el brazo de Dan que estaba rodeando mi cintura.

--¿Porque no me avisaste antes?

--Te veías cómoda—Se rio y le lance una mirada de muerte. —Vamos, quiero volver antes de que María despierte.

--Espera—Saque una hoja y escribí.

Dan:

Ya vuelvo acompañe a Lucas al pueblo.

Sisi.

Lucas le escribió algo a María y lo dejo al lado de su mano.

Nosotros caminamos por el camino hasta llegar al auto. Estaba por subir al asiento del copiloto y Lucas se paro a mi lado y me dio las llaves de su auto.

Solo bufe y blanquee los ojos.

Comencé a conducir.

--Sasha a la izquierda. —Me indico.

--¿Es muy lejos?

--No tanto ¿Porque preguntas?

--Cuanto tardas del pueblo a donde estamos nosotros.

--Cerca de una hora.

--Eso es suficiente—Pise el acelerador y comencé a pasar los 120Km/h.

Cuando entramos en el pueblo baje la velocidad de forma notable.

Paramos en una tienda y Lucas compró las bebidas. Luego fuimos a una pizzería y compramos tres.

Cuando nos las dieron estaban hirviendo, tanto que me queme las manos, pero estas se curaron rápidamente.

Subimos de nuevo al auto, acomodamos las cosas de tal modo que no se cayeran de su lugar mientras yo condujera.

Acelere y esta vez fueron 170km/h. Nada comparado con lo que ha llegado a ser.

Llegamos a donde estaba Dan muy rápido, yo saque las pizzas y Lucas llevo las bebidas.

Todos estaban sentados, y nos miraban, Dan se levanto y fue a recibirme con un beso en la boca y una gran sonrisa.

Me senté y abrimos las cajas de pizzas.

--¡Pizzas!—Exclamo Matías.

--Delicioso—Agrego su novia.

--Aun esta tibio—Comento María. Lucas y yo nos miramos fijos.

--No lo creo amor, seguro debe ser porque comenzó a hacer frio.

--María tiene razón—Defendió Lucia—Esta tibia y las bebidas aun frías.--¿Donde queda ese pueblo? No creo que lejos, sino la comida estaría fría y las bebidas calientes.

--Bueno, el pueblo no queda tan lejos al fin y al cabo—Debería darles la razón o notarían que no fue una buena conducción.

Luego de que comimos, todos nos fuimos para diferentes lugares, a caminar y despejarnos un poco.

Yo camine de la mano de mi novio, hasta que este paro me rodeo con sus brazos y comenzó a besarme.

Escuchamos unos pasos así que Dan me levanto.

--¿Que haces?

--Vamos a un lugar donde nadie moleste. —Saltó a la rama de una árbol, yo me apreté mas a él, podría hacer eso sin que me diera vértigo, el problema era que mis pies no tocaban el piso.

Llegamos a la rama más alta de un árbol y allí nos sentamos y él siguió besándome.

Estuvimos así por un largo tiempo hasta que él me miro y dijo:

--Quiero decirte algo.

--¿Que?

--Te amo—Me reí y el volvió a besarme. —Es otra cosa.

--Si ¿que?

--Bueno, Lucas dijo que no era buena idea que tu condujeras mi auto y tu papá dijo “No conduzco como ciertas personas” ¿A que se refieren con eso?

--¿Porque preguntas?

--Porque ellos te conocen y...

--Es eso, o fue porque oíste todo lo que dijo Lucas por teléfono cuando íbamos en el auto de Mat.

--Por eso también.

--Bueno, es que cuando estoy sola o uso el auto de papá excedo el límite de velocidad. —Explique.

--¿Cuanto?

--Normalmente pasa los 180km/h—Murmure muy bajo.

--¿Que? ¿Y como Lucas sabe de eso?

--Bueno...—Suspire. La historia era larga. —Lo que te contare no lo debe saber nadie, ni siquiera Matías.

--Está bien.

--El año pasado, Matías viajó así que, él no sabe nada. Era de noche y...

Inicio de Flash Back

Era de noche y papá se había ido a trabajar hacia ya una hora.

Yo me estaba preparando para ir de caza, pero esta vez seria en la ciudad vecina, últimamente había demasiados muertos para ser solo un asesino en serie.

Afuera hacía un frio terrible, y camine hacia donde estaban las llaves de auto de papá cuando mi teléfono celular comenzó a sonar.

--¿Hola?

--Hola Sasha, soy Lucas—Sonaba agitado.

--¿Que sucede?

--Necesito que me hagas un favor.

--¿Un favor?

--Si, por favor—Rogó.

--Dime y veré si puedo ayudarte.

--Necesito que me lleves a la ciudad vecina.

--¿Cuando?

--Ahora. —Hoy tenia trabajo.

--No puedo esta noche, ¿Mañana?

--No ahora, es urgente.

--¿Y tu auto?

--En el mecánico.

--¿El de Mike?

--Esta inutilizable

--¿El de Mat?

--Sabes que esta de vacaciones.

--¿El de tus padres?

--Ellos no están. Sasha por favor, de verdad necesito que me lleves. —Suspire, sonaba de verdad necesitado.

--¿Donde estas?

--A unas calles de la casa de María.

--Tienes 20 minutos para llegar aquí o no te llevare.

--¿Es un si?

--Si.

--Gracias Sasha, de verdad. —10 minutos más tarde oí golpes en la puerta de casa.

Abrí y estaba Lucas respirando entrecortadamente, con una camisa de mangas cortas, temblando de pies a cabeza.

--¿Que diablos?—Corrí al armario, y saque una campera y se la puse. Le quedaba justa. Él se miro y me sonrió.

--¿Desde cuando tienes una campera de chico en tu armario?

--Es de Matías.

--¿No se molestara si la uso?

--El nos esta aquí, por lo tanto el no puede enfermarse como tu, sin esta campera.

--Gracias.

--Vámonos. —Subimos al auto de mi padre, era negro con vidrios polarizados.



El viaje duraba aproximadamente tres horas y media. A velocidad normal.

Los dos íbamos con el cinturón de seguridad, Lucas por su parte iba callado mirando por la ventanilla.

Unos cinco minutos después de haber dejado la ciudad atrás el hablo:

--¿No te importa saber porque necesito que me lleves urgente?

--Si no me lo quieres decir, no te obligare—Respondí con la mirada fija en la carretera. No esperaba que siguiera hablando pero eso fue justamente lo que hizo.

--Es Mike.

--¿Que sucedió con él?

--Se accidento—Dijo en un murmullo, sentí un escalofrió recorrerme.

--¿Cuando?

--Hace unas 5 horas, creo, estaba en casa de María cuando me llamaron para avisarme.

--¿Y?

--No le dije nada a ella, iba a asustarla. Sasha por favor no le digas nada, no quiero preocuparla.

--Tranquilo, mi boca esta cerrada.

--¡Es un idiota! ¿Acaso no sabe que si algo le sucede mamá moriría?

--Lucas los accidentes ocurren—Intente calmarlo.

--No, ese accidente el se lo busco—Lo mire fijo. —Salió de fiesta y el imbécil bebió de más y chocó. —Puse una mano sobre su hombro.

--Veras que todo saldrá bien.

--No lo creo, los médicos dijeron que fue algo grande.--Inconscientemente tome su mano y le di un suave apretón, él hizo lo mismo y murmuro.

--Gracias.

--Para eso están los amigos.

--¿Aunque sean amigos insoportables?—Pregunto tristemente.

--Siguen siendo amigos—El rio amargamente.

No fue mucho tiempo hasta que el hablo.

--Sasha.

--¿Mmm?

--Eres buena amiga.

--Gracias. —Reí.

--Cuando te dije urgente no era para que vayas a 210km/h.

--Siempre es así, con el auto de papá.

--¿Siempre?

--Si.

--SI Mat se entera te mata.

--Si se entera, pero como esta de vacaciones...

--No le diremos nada. —Asentí y reímos juntos.

Cuando entramos a la ciudad le pregunte.

--¿Cual hospital?

--El de urgencias. —Conduje hábilmente entre los otros autos.

--Ya llegamos—El aún no se bajo.

--¿Puedes acompañarme?

--Claro—Ingresamos al establecimiento subimos por el elevador y entramos a un pasillo.

Una enfermera que estaba de guardia pregunto.

--¿Puedo ayudarlos?—Lucas no dijo nada, parecía asustado.

--Hola, Mike Fells, él es su hermano y yo soy se prima, tuvo un accidente y...

--La sala 963.

--Gracias. —Puse una mano en el hombro de mi amigo para reconfortarlo.

Entramos a la sala y Mike estaba lleno de tubos y maquinas por todas partes.

La madre de Lucas corrió hacia él cuando lo vio entrar y comenzó a llorar, luego su padre se acerco a mí y me dijo:

--Sasha gracias por traer a Lucas, de verdad te lo agradezco.

--No fue ningún problema. —Antes de marcharme mi amigo me llamo.

--¿Que necesitas Lucas?

--Me preguntaba si... no quiero quedarme aquí no me gusta... ¿Crees que podrías?

--Llevarte a casa. —Asintió. —Claro, solo llámame, tengo algunas cosas que hacer en la ciudad.

Me marche.

Esa noche estuve muy ocupada, no era solo un vampiro como espera, eran tres.

Ya era madrugada y mi teléfono comenzó a sonar.



Lucas estaba esperándome en la puerta del hospital, subió, tenia unas grandes ojeras.

Conduje en silencio hasta llegar a su casa, el estaba medio dormido, por lo que lo ayude a entrar a su casa y subir las escaleras.



Me fui a casa, aun preocupada. Pero unas horas mas tarde, él me llamo

--Gracias por todo Sasha.

--¿Iras con María?

--Si, no quiero estar solo en casa, papá y mamá se quedaran hasta que Mike salga y pueda venir a casa.

Fin del Flash Back.



--No entiendo por que, después de ese día, cada vez que llegaba a su casa, antes de irse a dormir, me llamaba para decirme como estaba la situación de su hermano.

--Tal vez, necesitaba hablar con alguien, y tú eras la única persona con quien podía desahogarse.

--Tal vez...—Mi novio me abrazo y me besó.

--Entonces tú conduces como loca. —Me encogí de hombros.

--Y tú como alguien que esta aprendiendo—Reímos y volvió a besarme. Hasta que mi teléfono comenzó a sonar.

Maldije bajo mi aliento.

Era Mat, me avisaba que nos íbamos en media hora ¡Media hora! Podría haberme llamado cuando faltaran 10 minutos.