♥¿QuE bUsCaS?♥

lunes, 21 de diciembre de 2009

Capitulo 13: MAL MOMENTO

MAL MOMENTO

Llegue a casa, en mi cuarto me di un baño, me coloque un piyama y a la cama.

Puse el despertador y me tape con mi edredón.

Me di la vuelta, cerré lo ojos, y llore en silencio como nunca lo había echo, sentía un nudo en la garganta y una piedra en el estomago, quería desaparecer, maldecía por ser lo que era.

Me quede dormida en medio de todo ese dolor y tristeza.

No soñé con nada, era un profundo silencio y mi mente no lo interrumpió.

Escuche mi celular sonar, era el despertador, abrió los ojos y me levante, presione el botón de silenciador y me voltee hacia mi ventana.

Por esta se filtraban unos rayos de sol, eso significaba que hoy no saldría en todo el día. Murmure unas palabras que no repetiré y volví a la cama tapándome.

Cuando volví a abrir los ojos, me cambie y baje a la cocina, Antonio ya estaba cocinando el almuerzo.

--Pensé que tendría que llevarte la comida a tu cama.

--Lo siento, no tuve una buena noche y necesitaba descansar un poco sino reventaría. —En casa todo estaba cerrado, no entraba nada de luz, sino seria nuestro fin.

--¿Qué sucedió?

--Nada, no quiero hablar de eso. ¿Qué tal el trabajo?

--Igual que siempre. —Reímos.



Tuve que pasar todo el día encerrada, por suerte Mat vino después del instituto a traerme la tarea como cuando éramos pequeños.

--Hola. —Me sonrió.

--Hola—Le devolví el saludo.

--¿Cómo estas?

--Bien, no he salido.

--Ya veo. —Comenzó a reír.

--¿Qué sucede?

--Mañana Lucas y María te bombardearan con preguntas.

--¿Por qué?

--Piensan que te escapaste con Daniel, por que el también falto.

--¿Qué? ¿Y tú no me defendiste?

--Lo hice, pero ellos dijeron que te estoy encubriendo.

--Genial, pero tu estas de testigo que yo estaba aquí y que no podía salir.

--Ok.

Él se quedo hasta tarde, cerca de las 7:30 pm, haciendo la tarea junto a mí, riendo y comiendo unos postres que hizo papá, era su nueva receta y quería que la probara alguien más aparte de mi.

Al tiempo que el se marcho yo fui a cambiarme, papá ya se había ido y yo Salí a cazar unos cuantos mal nacidos.



Camine, camine y camine, pero no había nada, ningún rastro, ningún sonido y eso ya era algo malo.

Era gracioso que esperara que Dan saliera por detrás de mí y me asustara o comenzara a molestarme nuevamente.

Pude oír un grito ahogado y corrí a toda velocidad hacia ese lugar.

Vi como el vampiro saltaba desde un departamento y corría con algo en brazos.

Lo perseguí y cuando llegue, él tenia una niñita de unos 8 años en sus brazos, estaba desmayada, no gritaba pero oía su corazón latir.

Debía ser muy cuidadosa con lo que hacia, no quería que la pequeña saliera lastimada.

Lo golpee y agarre a la pequeña que casi cae. La dejé a un lado y ataque al vampiro, la pelea no duro mucho.

Cuando estaba por clavarle la estaca en su muerto corazón el me lanzo contra la pared, no pude gritar porque el golpe en mi espalda me quito todo el aire.

No me pude levantar, me dio una patada en la boca del estomago. Y por poco vomito. Peleo contra la oscuridad para que esta no me llevara, no quería que esa niña sufriera.

Me hizo recordar a mí a esa edad y mi accidente.

Vi como el me sonreía y se acercaba al cuello de la niña, cuando la mordió ella lanzo un gritito que se fue apagando a medida que él bebía su sangre.

Quise levantarme pero me había goleado mucho y no odia hacerlo, sentía impotencia porque mi cuerpo no se movía.

Su último latido de corazón sentí que fue también el mío, me levante pero la niña yacía muerta en los brazos de ese asqueroso.

Hace cuatro años que hago esto y jamás vi como un vampiro mataba a alguien, yo siempre era la carnada y ver ese tipo de escenas no era necesario.

Sentí la adrenalina correr por mis venas y unas ganas de matar inmensas.

El comenzó a reír a carcajadas de mi cara, dejo caer el cuerpo inerte al piso como si no le importara que había sido una pequeña niña, que había tenido vida.

Lo ataque con tanta rapidez que el no pudo escapar, lo golpee hasta cansarme.

Yo sabia que lo que hacia estaba mal, una cazadora solo mata y hace justicia, pero en ese momento me importo un comino el honor de los cazadores y me dispuse a jugar con él.

Lo dejaba correr para que intentara escapar, pero lo atrapaba nuevamente y le daba más golpes.

Luego le clave cuatro estacas y al final, la quinta fue dirigida a su negro corazón.

Lo prendí fuego y tome mis estacas y las volví a su lugar, en un cinturón que escondía detrás de la campera con lugar para guardar mis cuchillas. Siempre lo llevaba.

Llegue a casa, no llore, estaba aun en shock, mi cuerpo se movía automáticamente.

Quería llorar, desahogarme, pero las lágrimas no salían, no podía hacerlo, lo único que logre fue insultarme mentalmente una y otra vez, por haber sido tan débil.

Ya era hora de ir al instituto, me bañe, y Salí.

No quería llorar frente a mi papá porque tendría que explicarle lo sucedido y no lo soportaría, yo sabia que el se avergonzaría de mi.

Estaba furiosa, no tenía autocontrol, no tenia paciencia y no quería que nadie me molestara.

Salí de casa y camine directo al instituto, no me importaba cuan temprano fuese, iba lentamente, con una angustia interna que me comía por dentro.

Llegue mas temprano de lo que siempre he llegado, en resumen, a la hora en que todos llegan.

Todos estaban apoyados en el auto de Mat. Me dirigí con ellos, pero inmediatamente me arrepentí cuando recordé lo que Mat me había dicho ayer.

--Hola. —Saludo María ansiosa.

--Hola chicos. —Todos se quedaron callados y ninguno abrió la boca, estaban esperando para preguntarme. —Vamos, se que me quieren preguntar, comiencen porque se me esta acabando la paciencia.

--¿A dónde fueron?—Interrogo Lucas.

--Primero deberías preguntar si realmente me escape con Daniel o son tus tontas suposiciones—Comente.

--¿Entonces no te fuiste con Daniel?—Indagó María.

--No, ayer no me sentía bien y por eso falte a clases. —Respondí.

--Ohhh—Se quejo mi amiga.

--¿Por qué dices eso?—Pregunté.

--Es que hacen linda pareja.

--Que lastima. —Hice un puchero, y me fui a clases.

Entre a mi salón, fui la tercera en llegar, Dan fue el ultimo y cuando entro me sonrió pero yo no hice lo mismo, solo suspire, estaba muy mal como para intentar fingir un poco.

El profesor entro, nos saludo y cuando me miro sonrió para si mismo, me parece que verme en este estado lo hacía muy feliz.

--Señorita Zafiro.

--¿Si?

--¿Termino su trabajo?

--Claro—Se lo entregue. Había pasado dos días en él, para que Ramírez no tuviera nada de que quejarse.

--Bien dudoso—Respondió sonriéndome. —Debería ser mas prolija, esta muy incompleto.

--Si esta tan incompleto y desprolijo ¿Por qué usted no lo hace por mi? Tal vez así le agrade.

--¿Cómo?

--Wow, además de ser un profesor frustrado es un sordo, Miren eso amigos tenemos el pack completo—Todos rieron de lo que dije.

--¿Disculpe?

--Espero, creo que no es sordo es ESTUPIDO.

--Zafiro.

--¿Ramírez?

--Fuera del salón ahora.

--¿Qué?

--Salga del salón.

--Como guste. —Comencé a guardar mis cosas en mi mochila.

--Su padre sabrá todo.

--¿Tiene su numero telefónico o se lo doy yo?

--Su madre se avergonzaría de su comportamiento—Y esa fue la gota que derramo el vaso.

Me acerque a él con paso decidido, lo mire fijo y su corazón comenzó a latir mas rápido, estaba asustado, seguro que me parecía a una vampira sanguinaria sin colmillos, los cuales por suerte no habían salido… aun.

--Escúcheme bien, usted no me conoce y si vuelve a mencionar a mi madre, lo que vera no se lo imagina ni en sus peores pesadillas, y le aseguro que por las noches no volverá a pegar un ojo.

--¿Es una amenaza?

--No, es una advertencia. —Salí del salón, dejando a todos con la boca abierta y un profesor a punto de sufrir un colapso.

Camine por los pasillos, en silencio, no sabia que hacer, así que Salí al patio y me senté dejando que la brisa revolviera mi cabello, no se cuanto tiempo estuve así, solo se que oí la campana y corrí para dirigirme a mi clase.

Entre y Daniel me miraba, sentía que con sus ojos podía ver dentro de mi alma, eso incomodaba.

Y así pasaron todas las clases el no me quitaba los ojos de encima, aunque al menos no me hacia hablar.

Cuando era el almuerzo el camino a mi lado en silencio, algunos de mis compañeros de historia pasaban y me sonreían o me felicitaban, pobres idiotas.

Llegamos a nuestras mesas y compre una latita de Pepsi.

--No tengo hambre. —Realmente no se como hacia para seguir respirando.

Me quede en silencio, todos hablaban, tomaba mi bebida de a pequeños sorbos, parecía estar en otro mundo pero yo seguía pendiente de todo, así que note cuando mis tres amigos nos miraron a Dan y a mi, y sonrieron cómplices.

Lucas se acerco a Dan y le susurró.

--Dan, todos sabemos que te gusta Sasha, pero si la sigues mirando así, te golpeara. —Él solo les frunció el seño y me siguió mirando como lo ha estado haciendo todo el día.

Mire mi reloj, sonreí, levante de mano y fui bajando mis dedos de acuerdo a los segundos que pasaban. 5, 4, 3, 2,1…

Los parlantes que se encontraban en las esquinas de la cafetería dejaron oír la voz del director.

“Sasha Zafiro por favor presentarse en dirección”

Sonreí para mi misma, me levante y mis amigos me interrogaron.

--¿Sisi que hiciste?—El primero fue Dan.

--¿Sasha que sucede?—La siguiente María.

--Por favor dime que no te volverán a expulsar—Pidió Lucas.

--No te puedo asegurar eso—Le sonreí.

Estaba por marcharme pero Mat me siguió, tome el último sorbo y lance la lata a la basura.

--Iré contigo—Aclaro cuando lo mire frunciendo el seño.

--Mat, de esta no me podrás salvar, hablo en serio—Susurre.



Llegue a la oficina y detrás de un mostrador había una anciana muy cariñosa.

--Hola Sasha.

--Hola Ester. —Salude. Mi amigo iba caminando detrás de mí, pero lo detuvo.

--No podrás ayudar esta vez Mat, lo siento.

Entre a la oficina del director López.

--Hola—Murmure y el me dio un saludo muy serio, esto estaba feo y lo sabia.

--¿Sabes porque estas aquí?

--No.

--Amenazaste a un profesor.

--No lo amenace, le advertí—Aclare.

--¿Y puedes explicarme cual es la diferencia?

--Que una loca amenazaría a su profesor, una persona común y corriente advierte.

--¿Sabes que estas a una amonestación de quedar expulsada?—Asentí solemne. —Puedo perdonarte, solo si te disculpas.

--No hay problema. —La puerta se abrió y entro Ramírez.

--Zafiro—Me sonrió como si me hubiera ganado, ¿Cuántos años tenia ese hombre? Debía dejar de comportarse como una adolescente.

--Hola profe.

--Sasha discúlpate.

--Claro—Me voltee a mi profesor. —Lamento lo sucedido esta mañana en el salón de clases.

--No acepto sus disculpas—Respondió ensanchando su sonrisa.

--¿Qué?

--Que no acepto sus disculpas.

--Como quiera. —Estaba por salir y el director me llamo.--¿Si?

--Vuelva aquí.

--¿Usted quería que pidiera disculpas? Lo hice, el que este perdedor no las acepte es su problema.

Salí de su oficina, salude a la secretaria y Salí, pensé que Mat se había marchado pero el estaba esperándome afuera, bufe.

--¿Cómo te fue?

--Emm…--El director salió detrás de mi, yo seguí caminando.

--Sasha Zafiro vuelve aquí—No le di importancia—Sasha Lucrecia Zafiro vuelve o te expulso.--¿Realmente era necesario que gritara mi nombre completo? Mi gire y volví sobre mis pasos. Me acerque pero antes de que comenzara a hablar le corte.

--Entonces es mejor que me de las fechas de cuando rindo mis exámenes. —El hombre se quedo con la boca abierta. Pero Mat me agarro del brazo con fuerza e hizo que lo mirara.

--Suéltame—Mi vampira amenazaba con salir completamente.

--Sasha volverás y le pedirás disculpas. —La presión aumento.

--Ya lo hice y él no las acepto. Déjame.

--Deja de comportarte como una tonta, cabezota, testaruda y engreída—Me grito. Trague saliva.

--No me comporto así.

--Ve y hazlo—La presión aumento, mi brazo estaba doliendo, yo no le quería hacer daño a Mat. —O dejare de ser tu amigo.

--Está bien.

--Eres una malcriada. Te odio. —Me sentí como si me hubieran echado un balde de agua fría encima. Eso me había dolido y las lágrimas amenazaban con salir en cualquier momento pero no le demostraría que él me había lastimado.

--Si eso piensas de mi—La campana sonó y todos comenzaron a dirigirse a sus clases—No quiero verte, hablarte, ni oírte nunca mas—Le grite.

--Sisi…--Yo también lo estaba lastimando, y que, espero que siento lo que es perder algo que quieres.

--Suéltame. —Tironee. El apretó con más fuerza y lastimaba.

--No.

--Déjame ahora, te odio.

--No te soltare.

--HAZLO—Lo empuje, ¡Era una estúpida! Lo había lanzado, y cayo al suelo, podría haberlo lastimado.

Cerré los ojos, tome un profundo respiro y camine entre todos dejando a mi ex mejor amigo en el suelo, mirándome atónito.

Yo estaba sola, no había nadie en el pasillo, abrí mi casillero y comencé a limpiarlo, deje que unas lagrimas salieran, dándome un poco de desahogo o iba a morir.

Cuando termine, no alcance a cerrarlo porque este lo hizo solo, y yo sabia quien era me voltee rápidamente para que no me viera llorar, no me gustaba.

--¿Qué haces aquí?—Le pregunte a Dan, que caminaba a mi lado en silencio.

--¿Puedo hacerte la misma pregunta?

--Me expulsaron, y tú deberías estar en tu clase de geografía.

--Lo se. —Rio.

--¿Acaso no puedes dejarme sola?—Salimos por las puertas del establecimiento.

--Ya te he dicho que no puedo.

--Por favor. —Suplique. Caminamos un poco más, ¿Por qué me seguía? De pronto el se paró frente a mi.

--¿Qué diablos?

--¿Qué te sucede?

--Nada—Respondí rápidamente.

--¿Por qué estas así? Casi matas a Mat

--Yo nunca le haría daño a Mat.

--Mentirosa. —Me acuso—Tú sabes muy bien que en la manera en que lo empujaste pudiste haberlo quebrado o algo.

--Yo no le haría eso jamás.

--Pero lo hiciste.

--No lo hice. Déjame en paz.

--Desahógate.

--¿Qué?

--Desahógate conmigo, a mi no me puedes lastimar como a él, además yo se tu secreto.

--No necesito desahogarme

--Si lo necesitas, hazlo, si quieres golpéame, no me lastimaras, soy vampiro.

--No quiero

--Hazlo.

--No

--HAZLO—Me agarro de los hombros y me sacudía.

--No—No dejaba de sacudirme.

--¿Qué te sucede?

--Nada—Me zamarreó aun más.

--¿Qué te pasa?

--¿QUIERES SABER QUE ME PASA? MI VIDA, ES ESO, ESTOY CANSADA, CONFUNDIDA, YO… YO NI SIQUIERA SE LO QUE SOY, NO SOY HUMANA, NO SOY VAMPIRA, SOY AMBOS O NINGUNO DE LOS DOS. NO SIRVO PARA NADA, CASI MATO A MATIAS, POR POCO ATACO A MI PREOFESOR, Y NO SIRVO COMO CAZADORA, PORQUE SI SIRVIERA EN ALGO, ESA NIÑA AUN SEGUIRIA VIVA, ELLA MURIO POR MI CULPA DELANTE DE MIS OJOS Y YO NO HICE NADA. ESO ES LO QUE ME PASA. —Estaba jadeando, Daniel me miraba con las pupilas dilatadas.

Se sentía bien sacar todo eso, las lágrimas comenzaron a abrirse paso a través de mis ojos. Me tape la cara con mis manos, no quería que me vieran llorar.

Sentí unos brazos rodearme y apretarme con fuerza. Yo igual lo abrace, lo necesitaba.

Comencé a llorar aun mas fuerte, no odia parar, lo apreté mas y el hizo lo mismo.

--Está bien, tranquila, ya pasó.

--¿Por qué te dije todo eso? No se lo he dicho a nadie nunca, en los 15 que llevo, jamás se lo confesé a nadie, ¿porque a ti se?

--¿Por qué confías en mi?

--Eso esta muy mal—Susurre, ocultando mi rostro en se pecho. —El me levanto y se sentó conmigo en brazos.

--No veo porque.

--No lo entenderías. —Me excuse. El me mantuvo así, meciendo me y diciéndome al oído.

--Tranquila, no fue tu culpa, hiciste lo que pudiste.

--Pero si no hubiera sido tan débil, no le hubiera sucedido nada a ella, apenas debía tener 8 años.

--¿Puedo hacerte una pregunta?

--Claro

--¿No deberías estar acostumbrada a este tipo de cosas siendo que trabajas de eso?

--No, digamos que yo siempre soy la carnada.

--¿Carnada?

--Si, así no me es necesario luchar demasiado porque tengo el factor sorpresa.

--Por eso te sorprendió verlo por primera vez.

--Exacto.

--¿Tu papá lo sabe?

--No se lo dije, vine aquí para estar sola y que nadie me molestara.

--Y te encontraste con Ramírez.

--Antonio va a matarme

--No lo creo.

--No lo conoces.

--Tranquila, dile porque estabas así, el no se enojara y tampoco te matar, si quieres voy contigo.

--No es necesario. —Levante mi cabeza y le di un besito al borde de su mandíbula.

--¿Sabes? Me lo haces más difícil.

--¿El que?

--El no besarte teniéndote en mis brazos.

--Lo siento. —El rio de mi comentario. —Gracias.

--¿Por qué?

--Por no comportarte como un idiota.

--Está bien. De nada.

--Me levante y sacudí mi ropa, no se cuanto tiempo habíamos estado juntos pero era tarde y Antonio me estaba esperando hace rato.

--Debo irme.

--¿Ya?

--Debía estar en casa hace mucho—Reí.

--¿Estas bien?—Negué.

--No puedo recuperarme en unas horas, pero tal vez mañana esté de mejor humos que hoy.

--¿Quieres que vaya contigo?

--No, ya has hecho demasiado con solo escucharme.

Él no insistió y dejo que me fuera a casa sola, iba llorando en silencio pero no quise que papá me viera así, por lo que antes de entrar me prepare para lo peor y seque mis lágrimas, arreglándome un poco para que no se notase que estuve llorando.

Suspire profundo y entre a casa, Antonio estaba frente a mi con los brazos cruzados sobre su pecho, parecía que quisiera matarme allí mismo.

Lo mire no se me ocurría nada para decirle en situaciones como estas, espere que fuera él quien comenzara.

--Me llamaron del instituto—Baje la cabeza.

--Lo siento.

--¿Dónde estabas?

--En el instituto.

--Eso era hace rato, me llamaron hace una hora y media, aproximadamente ¿Dónde te habías metido?

--Ni loca iba a dejar mis cosas allí, tarde vaciando mi casillero para traer todo—Le mostré mi mochila que se rebalsaba.

--Hueles a vampiro—Acuso.

--No me digas.

--No a vampiro—Señalo a casa—A vampiro—Señalo la puerta refiriéndose a otro.

--Si no lo recuerdas, te lo diré, un compañero es vampiro, comparte todas sus clases conmigo y es amigo de los chicos, es obvio que también estoy impregnada de su aroma.

--Está bien. —Suspire, no creo que aguantara mas, mis ojos estaban brillosos a unto de comenzar a llorar.

--Quiero irme a mi habitación para estar sola ¿Puedes decirme cuales son mis castigos?—Quedó perplejo por mis palabras.

--Emm… No más televisión.

--Está bien.

--No mas música—Subí a mi cuarto y baje en un santiamén, le entregue mi grabador y mi mp4.

--¿Algo mas?

--No más computadora. —Le entregue mi laptop. Demostraba estar sorprendido por mi comportamiento, si iba a decirme algo mas esperaba que fuese rápido, para no llorar frente a el.

--Ya está.

--Y no mas teléfono—Mi celular comenzó a sonar, yo lo saque de mi bolsillo, corte la llamada y se lo entregue.

--¿Puedo irme a mi habitación ya? De verdad necesito estar sola.

--¿Estuviste llorando?

--No—Respondí rápidamente, pero se me escapo una lagrima.

--¿Por qué?

--Me expulsaron ¿Recuerdas?

--Tú jamás llorarías porque te expulsaron, ¿Por qué estas así?

--Déjame ir a mi cuarto, quiero estar sola.

--No hasta que me digas.

--Por favor—Supliqué.

--No.