PELEAS
--Papá—Grite, me solté, corrí a mi cuarto y me encerré, me tire en mi cama, cogí mi almohada, me tape la cara y comencé a llorar a lagrima viva.
Sentí unos leves golpes en la puerta.
--Sisi.
--¡Déjame sola!
--Hija.
--Por favor—Me encogí y llore más, sentí unas manos que me rodeaban, levanté mi cara de la almohada. —Te dije que quería estar sola.
--En días así, no es lo mejor. —Me abrazo y yo también.
--Papi. —Solloce.
--¿Qué te sucedió pequeña?
--No quiero hablar de eso.
--¿Por qué lloras así?
--Por nada.
--¿No me lo quieres decir?—Negué. Él suspiro.
--¿Alguna vez cuando eras cazador y ayudabas a mamá, algo salió mal y alguien murió?
--Si—Repuso—Varias veces, no siempre llegábamos a tiempo, o nos superaban en numero, o sino eran mucho mejores que nosotros y con mas experiencia.
--¿Y que hacían?
--Nada, era demasiado tarde como para ayudarlos, tu madre solía llorar varios días.
--Entonces somos mas arecidas de lo que creí—Murmure.
--Eso sucedió ¿Cierto?—Asentí y el me abrazo mas fuerte--¿Quién era el o ella?
--No lo se, pero lo peor de todo es que era una niña, no tenia mas de 8 años, y yo no lo detuve.
--Pero lo intentaste.
--Si, pero con intentarlo no es suficiente.
--No siempre todo saldrá bien, a veces los cazadores pierden.
--Pero ella era un bebé.
--Lo se, hija, pero debes saber que nosotros no somos perfectos y no siempre ganamos.
--Es injusto.
--Lo se. ¿Por eso fue el escándalo de hoy?—Asentí.
--Me fui de casa para despejar mi mente, y creo que no tenía paciencia para mi profesor, y aun más cuando se quejo de mi tarea. De vedad lo siento.
--Tranquila es común.
--¿Común?
--Esa es tu parte vampira.
--Papá, yo escondo mi parte vampira.
--¿Cómo?
--Digamos que la oculto y solo sale cuando estoy en peligro, como otra personalidad.
--¿Desde cuando haces eso?
--No lo se. Mejor me voy a dar un baño.
--Está bien. —Salió de mi cuarto. Me duche dejando que el agua me relajara.
Cuando ya estaba lista, busque a papá para avisarle que comenzaría a estudiar para los exámenes, pero el me tenia una pésima noticia.
--Papá voy a estudiar.
--Hablé con tu director.
--¿Y?
--Puedes volver pero estarás en la mira, al primer error te marchas.
--Pero…
--Es mejor que rendir libre.
--Como digas—Murmure, eso significaba que tendría que ver a Matías todos los días en los pasillos.
Regrese a mi habitación y comencé con la tarea, mañana debería pedirle la tarea a algún chico.
Antes de que Antonio se fuera me devolvió mi mp4, mi computadora y me teléfono.
Esa noche no fui a cazar, no estaba de humor como para algo así, unos días de descanso no mataban a nadie.
Ya era mañana y me cambie, Salí de casa, caminaba sumergida en mi mundo de ensoñaciones y un auto estaciono a mi lado, la ventana del copiloto bajo.
--¿Qué haces?—Pregunto Dan.
--Ir al instituto.
--Pensé que…
--Papá hablo para que siguieran torturándome a diario. —Reímos ante mi comentario.--¿Y tú?
--Te dije que la razón por la que entre al instituto fue por ti, si tu no vas ¿Por qué lo haría yo?
--No iras ¿Cierto?
--Ahora si ¿Quieres que te lleve?
--No gracias prefiero caminar.
--Prometo comportarme.
--Ok—Me subí con él.
--¿Qué te sucede?
--Que si Lucas, María o Lucas te ven conmigo se enojaran contigo.
--¿Por qué?
--Me pelee con Mat, y ellos seguro que no querrán hablarme.
--Pero yo prefiero ser tu amigo.
--Pero ¿Y ellos?
--¿Quieres que te repita porque estoy aquí?
--No.
--¿Entonces?
--Solo te decía.
--Bueno, y yo estaré contigo—Bufe. Entramos al estacionamiento y nos dirigimos a clases.
Mi profesor de historia me miro y se quedo con la boca abierta, levante una ceja, Dan no pudo evitar reír.
--Zafiro ¿Qué hace aquí?
--¿Puedo hacerle la misma pregunta?
--Enseñar.
--Yo aprender, siga con su clases. —Abrió la boca y luego la cerró.
El director ingreso a nuestro salón y le pidió al profesor que se retirara y comenzó a hablarle a la clase.
--Hola chicos.
--Buenos días respondimos.
--Tengo poco tiempo y quiero hacer esto rápido ¿Cómo es el profesor Ramírez con ustedes?
--Bueno—Respondió un chico.
--Pero no con todos—Agrego Dan. —A Sisi siempre le da más que a nosotros.
--¿A quien?—Mire a Dan y el me sonrió.
--A Sasha. —Le hice señas de que se callara pero cuando voltee el director me miraba.
--Continua—Hablo el director.
--Pues, siempre le da el doble o triple de tarea que a nosotros.
--Y le pregunta cosas que aun no ha enseñado—Agrego un compañero.
--Y nunca le agrada los trabajos de ello, no importa como sean, para él siempre son no prolijos e incompletos. —Agrego una chica.
--Gracias, y Buen día. —Se despidió el director.
Las clases continuaron normal, Dan seguía caminando a mi lado como la hacia siempre.
Cuando era la hora del almuerzo, yo no fui a la cafetería, en cambio, fui a pedirle los apuntes a un compañero y me dirigí a la biblioteca.
Me senté y comencé a copiar todo lo que me faltaba.
Oí unos pasos y ese olor lleno mis sentidos.
--¿Qué haces aquí?—Pregunto él.
--Daniel, ¿tan difícil es dejarme sola?
--Si para mi cielo.
--No me llames así.
--Ok. ¿Puedo copiar?
--¿Para?
--Recuerda que me marche contigo ayer.
--Lo siento, si puedes copiar—Se sentó a mi lado, estaba escribiendo y él me beso en la mejilla.--¿Qué haces?
--Besarte—Sonrió.
--¿Por qué me?—Ruborice
--Te ruborizaste.
--No es cierto—Mire a otro la do y volvió a besarme.
--Si, mire, lo hiciste de nuevo.
--Ya, déjame—Me senté mas lejos y él se quedo mirándome. Quedamos en silencio y comenzó a cantar, demasiado bajo como para que alguien además de mi lo oyera.
--How can I decide what’s right when you’re clouding up my mind
I can’t win your losing fight all the time
How can I ever own what’s mine when you’re always taking sides
But you won’t take away my pride, no not this time
Not this time…
How did we get here
When I used to know you so well
But how did we get here
I think I know
Estaba cantando “Decode” de Paramore.
--The truth is hiding in your eyes and its hanging on your tongue
Just boiling in my blood but you think that I cant see
What kind of man that you are, if you’re a man at all
Well I will figure this one out on my own
I’m screaming I love you so
My thoughts you can’t decode
How did we get here
When I used to know you so well
But how did we get here
I think I know
Los dos reímos en silencio cuando yo cante más estrofas. Seguimos copiando las tareas.
Salimos de la biblioteca, le devolví los apuntes a mi compañero, y fuimos a la siguiente clase.
En español, no mire a Mat, en ningún momento. Daniel me hizo el gran favor de no hablar de él.
Cuando salimos, los dos nos levantamos al mismo tiempo.
--¿Saldrás esta noche?—Antes de que respondiera, Matías se metió en medio de nosotros y empujo a Dan. Lo mire, le estaba por insultar, pero él me agarro del brazo.
--¿Lo ves? Te lo dije, es un idiota, la pelea fue entre nosotros y ahora te molesta a ti. Culpa mía ahora tienes un enemigo.
--¿Saldrás esta noche?
--No estoy de humor, lo dejaré para el domingo. —Estábamos para salir y alguien me llamo. Me voltee y era María que corría hacia mi.
--Sasha. —Me despedí de Dan y me fui a ver que quería.
--¿Estas bien?
--Si—Parecía agitada.
--¿Qué sucede?
--¿Por qué no viniste hoy al almuerzo?
--Yo…
--No me importa que la pelea fue entre Mat y t, aun eres mi mejor amiga, no te enojes con nosotros.
--No estoy enojada con ustedes.
--¿Entonces…?
--Debía copiar las tareas y fui a la biblioteca. Pero no me gustaría ir con ustedes porque no soporto tener a Mat frente a mí.
--Ahhh, pensé
--No te preocupes. Te veo mañana.
--Adiós. —Nos despedimos y me marche a casa.
Era sábado y fui con papá de caza.
Ya el domingo.
No sabia que hacer ni con que entretenerme. Por la mañana el teléfono sonó.
--Hija es Mat, te esta llamando.
--Voy. —Grite, cogí el teléfono y cuando papá desapareció por la puerta colgué.
Por la tarde, mi celular sonó, sonó y sonó. No lo atendí, unos minutos mas tarde alguien golpeo la puerta, papá había ido a comprar la comida humana.
Abrí la puerta, era Mat.
--Sisi, yo…
--Dime—Le corte--¿Qué parte de no quiero verte, hablar no oírte nunca mas es la que no entiendes?—Le cerré en la puerta.
--Sisi, lo siento.
--Vete.
--Sisi, por favor.—Toco la puerta al menos por media hora, pasaron 10 minutos más y comenzó a golpear la puerta, ya me estaba cansando. Y como si fuera poco también me llamo, fueron tantas veces que decidí apagar mi teléfono.
Cuando papá llego, lo salude, y él fue a sentarse al sofá para ver televisión.
Volví a oír golpes en la puerta, la abrí enojada y le grite.
--VETE QUE ME TIENES CANSADA—La estaba por cerrar, pero una mano nívea la freno. Me quede sin decir nada, esperaba que fuera Matías y no Daniel.
--¿Y esta vez porque me gritas?—Me sonrió.
--Pensé que eras… ¿Qué haces aquí?
--Venia a hablar.
--Pasa. —Lo deje entrar y nos dirigimos a la cocina.
--¿Qué haces?
--¿No recibiste mi mensaje?—Me senté en la mesada. Negué.
--Mi celular esta apagado.
--¿Te llamo?—Asentí.
--¿Quién es?—Grito papá.
--Amigo—Respondí.
Agarre un papel y en el escribí.
“No digas nada y no hagas nada que papá esta en el sofá y aunque no parezca esta escuchando todo”
Se la entregue y el comenzó a reír, y yo con él.
--¿Te tienen vigilada?—Pregunto con una sonrisa.
--¿Recuerdas que me expulsaron?
--Sip. Como olvidarlo.
--Muy gracioso.
--¿Cómo estas?
--Si te refieres a él—Susurre—Mejor.
--¿No lo perdonaras?
--No por lo que me dijo.
--¿Qué te dijo?
--Tonta, testaruda y cabezota, se que lo soy y no era necesario que me lo gritara.
--Lo siento.
--Y por lo de malcriada, si pensaba eso desde que me conoció no se porque aun me seguía hablando, eso quiere decir que todo fue una gran mentira y que fui demasiado estúpida como para notarlo.
--Está bien, no digas eso, y olvídalo, él no quiso decirte eso, y si cuando vino no fue para pedirte disculpas Matías es el más imbécil que conozco.
--Te dije que no dijeras nada. —Susurre.
--¿Te peleaste con Matías?—Papá apareció por la puerta, parecía enojado y triste. Le lance a Dan una mirada cargada de odio y el me articulo “Lo siento”
--¿Lo ves? Estaba oyendo. —Comente.
--Yo…--Antonio no sabia que decir.
--Papá el es Daniel. Daniel el es mi papá—Los presente, ellos se tomaron de la mano, al menos esta vez mi amigo no parecía estar nervioso.
--Gusto en conocerlo—Dijo mi amigo con una sonrisa.
--Igualmente—Respondió Antonio.
--¿Qué ibas a decir?—Le pregunte a papá. El no sabia que decir respecto a mi acusación.
--Bueno, yo… ¿Sabias que te estaba oyendo?—Dan y yo no pudimos evitar reír, mi amigo guardo el papel en el bolsillo trasero de sus pantalones.
--Seria muy tonta al no darme cuenta ¿No?
--Yo temía que—Intento excusarse él.
--¿Qué lastimara a Sisi?—Termino la oración Dan.
--La verdad si. —Respondió papá
--No se preocupe, vengo a hacer todo lo contrario. —Aclaro mi amigo.
--No necesito niñera—Me queje.
--Por lo que se, y he visto, no puedes sola. —Mi amigo me miro a mí mientras hablaba.
--Fue trampa, era una emboscada. —Murmuré.
--Lo siento—Conversó papá—No tuve oportunidad de agradecerte lo que hiciste por mi hija, gracias por haberla salvado, no soportaría otra perdida.
--No hay problema. —Mi amigo me sonrió y yo bufe.
--Es hora de que me vaya—Dijo Antonio.
--¿Ya?—Pregunte triste.
--Si me quedo, llegare tarde, y no me gusta conducir como cierta persona—Me miro.
--¿Lista?—Inquirio Dan.
--No ire a ningún lado. —Me cruce de brazos.
--Es por las buenas, o por las malas.
--Atrévete y te golpeo—Amenace.
--No si soy yo quien te leva hasta el auto—Confirmo papá. Ellos dos rieron.
--¿Desde cuando son tan amigos?—Se encogieron de hombros.--¿Y desde cuando confabulan contra mí?
--No confabulamos contra ti—Dijo Dan. Yo suspire.
--Aun es muy temprano.
--Tienes razón. —Comento papá—Pórtate bien—Me dio beso en la frente. —Y por favor cuídala—Le pidió a mi amigo.
--Seguro—Afirmo Dan.
Papá se marcho dejándonos solos, suspire, saque una botella de agua y me serví un vaso.
--Te ofrecería pero…
--No te preocupes por mí.--Me senté de nuevo sobre la mesa y suspire. —Tu papá me cae muy bien.
--Ya lo note. —Murmure enojada.
--No te asustes, no vendré todos los días, a menos que me lo pidas—Se acerco.
--No comiences de nuevo.
--No estoy comenzando nada. —Se acerco más.
--¿Es que todo lo que te digo te entra por un oído y te sale por el otro?—El rio de lo que le dije.
Unos fuertes golpes resonaron en la puerta.
--Sssashhhha
--¿Ese es Matías?—Pregunto Dan.
--Ssssissssi—Arrastraba las palabras para hablar.
--¡Esta ebrio!—Exclame--Pero el nunca ha tomado mas dos cervezas. —Murmure confundida.
--Porrr favoorrrr
--¿Qué hago?—Mire a Dan.
--Déjamelo a mí. —Camino hasta la puerta y con una sonrisa en su rostro abrió la puerta—Hola Mat. ¿Qué quieres?
--Yo, yo buscaba a Sisi. —Parecía temeroso.
--Está ocupada, pero le diré que viniste.
--Está bien. —Comenzó a marcharse, no podía dejarlo que fuera solo manejando.
--¿Qué diablos hiciste?—Le pregunte asustada a Daniel.
--Le dije que estabas ocupada.
--No puedo dejarlo que conduzca ebrio, lo odio pero no deseo que se muera. —Salí de la casa, y me dirigí a donde estaba Matías.
--Sisi—Lo mire furiosa—Lo siento, no quise interrumpir.
--No interrumpiste nada. Dame las llaves de tu auto.
--Quiero decirte que…
--No me interesa en lo mas mínimo, sube. —Le grite.
--Yo…
--Tu nada, sube. —No oí a Dan detrás de mi.
--¿Quieres que te ayude?—Murmuró él.
--Imbécil—Le grito Matías a Daniel.
--Cállate y sube. —Lo volví a gritar a Matías.
--Mejor que te calles—Le dijo Daniel a Mat.
--¿Estas enojado porque no pudiste acostarte con ella?—Le espeto Matías a mi amigo.
--¿Quién dijo que no?—Repuso el vampiro con una sonrisa.
--Te voy a matar—Mat se adelanto para golpearlo, pero lo empuje contra su auto.
--Sube al auto ahora—Murmure entre dientes—O te juro que te quebrare todos los huesos ¿Te quedo claro?—Me voltee a Daniel que se estaba conteniendo por golpearlo—Y tu deja de molestarlo, el que esta ebrio es él.
--Ok—Murmuro.
Subí al auto de Matías y comencé a conducir, odiaba ir despacio pero esto era una ciudad y no quería matar a nadie.
--Sisi. —Hablo muy bajito.
--Cállate. —Le grite.
Cogí mi celular y marque el número de Lucas.
--¿Qué quieres?—Respondió al primer tono.
--¿Estas con María?
--¿Qué te importa?
--Hablo en serio.
--Si hubiera estado con ella ni siquiera hubiera atendido.
--Buen punto ¿Están tus padres?
--No se fueron de viaje ¿Por?
--Espérame en la puerta de tu casa.
--¿Qué?
--Solo hazlo.
--Ok.
--Adiós—Corte la llamada.
--¿Qué me harás?—Murmuro Matías.
--Llevarte a la casa de Lucas antes de que tu madre te mate si te ve en ese estado.
Estacione frente a la casa de mi compañero y el estaba sentado afuera con una campera, no note que estaba frio.
--¿Qué diablos?
--Ayúdame—Le grite. Corrió hacia mí y me miro, luego paso el brazo de Matías por su hombro y me ayudo a llevarlo adentro.
--¿Qué hiciste amigo?—Pregunto Lucas.
--Sisi, perdóname. —Rogo Matías
--Confórmate con que te perdone la vida por llegar a mi casa en este estado. —Le hable.
--Llevémoslo a mi habitación. —Lo hicimos, lo dejamos en la cama, y le quite la campera que olía a alcohol y las zapatillas.
Salimos de la habitación. Lucas me miraba sin decir nada.
--Sabes que esta así por ti. —Comento muy bajo.
--No es mi problema, lo llevaría a su casa pero Marta lo matara.
--Si, su madre no lo dejaría vivo. ¿Que hago con él?
--Despiértalo cada dos horas, no dejes que se ahogue y despiértalos muy temprano para ir al instituto, haz que se bañe, dale ropa limpia y que beba todo el café que pueda. También dile que tome algo para el dolor de cabeza que tendrá.
--Está bien.
--Tengo que irme. —Estaba por salir por la puerta y Lucas me detuvo.
--Está helado allá afuera, ¿Quieres que te preste una campera?
--No, estoy bien.
--Deja que te lleve a casa.
--No te preocupes, ve a ver que esté bien. —Cerré la puerta detrás de mí.
Camine por la noche y un auto paro a mi lado.
--¿Pensabas ir hasta tu casa caminando?
--¿Qué haces aquí?
--Te seguí, para traerte.
--La verdad es que no quisiera llenar de olor a licor tu auto Dan.
--Existen los lavados.
--¿No te importa?
--Para nada. —Subí y él me llevo hasta casa.--¿Por qué esa cara?
--Porque Mat sigue pensando que nosotros…--No pude terminar la frase. El que había salido de auto me estrecho contra si.
--¿Qué nosotros?
--No tengo tiempo para esto ahora, moléstame mañana.
--¿Significa que mañana me darás una oportunidad?
--No, significa que te estoy dando falsas esperanzas.
El sonrió coquetamente y yo me libere de sus brazos y fui a sentarme.
Entre corriendo a casa y me di una ducha, tiré mi ropa para hacer la colada luego.
--Lista. —Me miro y sonrió.
--Vamos.
Caminamos toda la noche pero nada, el iba riendo por mi cara de frustración al no encontrar nada.
Después de esa noche, Dan me dejo en casa y se fue a la de él a cambiarse, papá llego y me miro.
--Hola Sisi.
--Hola pa.
--¿Qué tal nada?
--Horrible.
--¿Te hizo algo?
--No—Reí—No encontramos nada, es como si hubieran desaparecido de la faz de la tierra, como si nunca hubieran estado aquí.
Me sirvió el desayune y comí tranquilamente, unos bocinazos me sacaron de mis ensoñaciones.
--Alguien te busca.
--Dile que no estoy.
--Sisi, me refiero a que te amigo te vino a llevar al instituto.
--Entonces dile que no ire porque me agarro la gripa en menos de dos horas—Le aclare.
Pero igual abrí la puerta.
--Hola—Saludo.
--Gracias papá. —Le dije con sarcasmo.
--Sisi se te hace tarde—Me respondió.
--¿Qué? ¿De nuevo?—Subí a mi cuarto y baje. Daniel se quedo boquiabierto al ver mi velocidad. Los salude y estaba por salir corriendo de casa pero el me paró.
--Para eso estoy aquí.
--¿A si?
--Pero me gusta caminar.
--Hija no tienes tiempo de caminar. —Repuso Antonio. Murmure un juramento y los me miraron.
--Si no me quieren oír, tápense los oídos. —Salí junto a mi amigo y subimos a su auto. Daniel conducía con una sonrisa en su rostro.
Mi celular comenzó a sonar. Atendí.
--Sasha.
--¿Qué necesitas Lucas?
--Necesito que conduzcas el auto de Mat, hasta el instituto y allí nos encontraremos, él ira conmigo.
--No ni loca.
--Por favor. —Suplico.
--Te dije que…--Mi amigo me quito el celular y hablo él.
--Si lo hará—Me entrego el teléfono luego que corto.
--Vuelves a hacer eso y no vivirás para contarlo. —Llegamos a casa de mi compañero y golpee la puerta.
--Hola—Me saludo Mike--¿Qué haces aquí?
--Busco a tu hermano.
--Pasa, ¿Quieres algo?
--No. —Se quedo mirándome, por suerte Lucas bajo.
--Oye Mike, creo que suena tu teléfono en tu cuarto—Su hermano subió.
--Dame las llaves.
--Ok—Pude oír a Mike espiándonos. Lo hice señas a Lucas para que se acercara y me oyera.
--Tu hermano esta espiándonos—El bufo, y negó. Me entrego las llaves, y antes de irme me pregunto.
--¿No preguntaras como está?
--No me interesa.
--Pero…
--Te veo luego Lucas. —Salí, subí al auto de Matías y conduje lento, odiaba las calles de la ciudad siempre llenas de tráfico.
Llegue al estacionamiento y me apoye en su auto con los brazos cruzados.
--¿Cómo te fue?
--Cállate—Le espeté a Daniel que se había acomodado a mi lado.
--¿Estas enojada por lo de anoche?
--Ahora que me lo recordaste si, eso, y además que me obligaste a manejar este auto.
--Debías hacerlo
--¿Dónde decía eso?
--Pero él…
--Él me trato como basura. Y se acabó.
--Bueno. Oye respecto a lo de esta mañana.
--¿Lo de esta mañana?
--Si, eso de ir a tu cuarto. ¿Algo que yo no sepa?
--Ni te imaginas cuantas. —Reí.
--Quiere decir que ¿Tienes muchas cosas de vampiro?
--Allí vienen—Cambie de tema rápidamente. Manejaba en Lucas, María iba en el asiento de copiloto y Matías en el asiento trasero.
Cuando este bajo pude oír murmurar.
--Dime que no hice ninguna estupidez.
--Sasha por poco te mataba anoche, decir que hiciste una estupidez es quedarse corto—Repuso Lucas.
Ellos caminaron hacia mí, Matías miraba al piso, debía estar avergonzado.
--Sisi yo… te lo agradezco—Murmuro.
--Ni lo menciones. —Le entregue sus llaves y me marche. Pude oír como se insultaba a si mismo.