♥¿QuE bUsCaS?♥

martes, 1 de diciembre de 2009

Capitulo 7: CELOS

CELOS

Los autos estaban estacionados, y Lucas recostado sobre el suyo con María en sus brazos.

--Oye, deberías haber dormido, se me hará más que fácil vencerte en el día de hoy. —Me voltee para mirar a mi amigo.

--Gracias a ti acabo de perder $5.

--Nunca le lleves la contra.

--Tú lo haces.

--Cuantas veces ha perdido.

--Una.

--Cuantas apuestas hemos hecho

--Mas de mil seguro

--Entonces en algo en lo que puedes perder, no apuestes. ¿Y porque apostaron?

--Que los hombres son predecibles.

--No es cierto.

--Si hubiera sido así, no habría adivinado tus líneas para cuando la vieras salir del auto. —Lucas no dijo nada solo me miro.

--Toma, no quiero tu dinero—Se lo devolví. —Solo acepta que los hombres son predecibles.

--Tienes razón, los hombres son predecibles.

--Gracias. ¿Y adonde?—Mire solo había un sendero que parecía conducir a otro mundo maravilloso, se parecía al de ese tipo de películas fantasiosas.

--Por aquí.

--Ok. —Todos comenzaron a bajar las cosas yo agarre mi mochila, la de Mat, porque el se ofreció a llevar la pequeña heladera con los postres de mi padre.

Cuando todos se habían marchado, solo quedamos Daniel y yo acomodando unas cosas en el auto de mi amigo que me había dejado las llaves.

Me voltee y el vampiro estaba con los brazos cruzados mirándome con un poco de furia, deseo y pena. Intente hacerle caso omiso a su expresión pero me afectaba mucho.

--¿Quieres que lleve tu mochila?—Le sonreí.

--¿Qué estas haciendo?

--Mmm., llevar nuestras mochilas ¿Por qué?

--No me refería a eso. —Me encaro y yo retrocedí un paso.

--Entonces a que. —Le pregunte tan inocente como pude. Pero seguí caminando, él me agarro del los brazos y me volteo para que pudiera verlo a los ojos.

--¿Por qué me ignoras?

--No te ignoro.

--Si, si lo haces. Dime porque.

--¿Quieres saberlo?—Asintió. — ¡Porque no se quien te crees que eres para hacerlo que hiciste ayer!

--¿Te refieres a besarte?—Sonrió orgulloso.

--Si, suéltame—Me lo sacudí pero no lo hizo.

--¿Y eso te molesto?—Me sonrió.

--Si y mucho.

--¿Qué tu no lo querías?

--NO

--¿Entonces porque fuiste a buscarme?

--Pensé que ibas a hablar no a actuar como un completo IDIOTA.

--¿Y si fue así porque me besaste tu a mi?—No me esperaba esa pregunta, me ruborice. Me miro expectante a que respondiera esa tonta pregunta.

--Ya te lo dije, fue-un-error. —Hable lento para que entendiera. —Un tonto impulso por el que me deje llevar. Elije el que menos hiera tu ego a mi no me importara.

--Me estas mintiendo.

--No, estas mintiendo a ti mismo, porque te molesta que no me gustes, acostúmbrate, no eres irresistible.

--Si te gusto. —Me encogí de hombros.

--Piensa lo que quieras. —El se paro frente a mi.--¿Ahora que haces? Déjame pasar, no es tan malo ser rechazado.

--No estoy siendo rechazado, te estas haciendo la difícil. —Me dedico una sonrisa sexy que hizo que mi corazón se volviera loco.

--No es cierto.

--Piensa lo que quieras. —Uso mis mismas líneas para mostrarme la misma indiferencia.

--¿Qué… comenzaras a comportarte como el chico malo que dices que eres?

--Si, si es lo que quieres y te gusta. —Se inclino y me dio un beso rápido en los labios. Di un aso atrás y casi tropiezo, pero el me sostuvo. Quite su brazo con fuerza y comencé a caminar hacia donde todos habían ido, no mire a donde el había quedado.

Sentí una risa, y luego el estaba mirándome fijo y ya con la cabeza gacha para que no viera que me había ruborizado.

Llegamos al claro.

--Wow. —Fue lo único que pude decir. Los chicos ya habían armado la mesa y acomodado las sillas.

--Sisi ¿Por qué te tardaste tanto?—Nos miro a Dan y a mi.

--No desviamos un poco, pero encontramos el sendero otra vez, por suerte.

--Me asustaste.

--Ya estoy bien. —Me miro, pero no pregunto otra cosa.--¿Oye donde dejo esto?

--Dame, ya las llevo yo. —Se marcho y nos dejo solos de nuevo. Comencé a caminar pero me Dan me sostuvo del brazo.

--Déjame en paz.

--¿Y si no quiero?

--Por favor, es un día para descansar, no me molestes. —Le rogué y eso debió llegarle porque lo hizo inmediatamente. Me aleje, y me senté junto a María y comenzamos a hablar.

--¿Oigan chicas quieren jugar?

--¿A que?

--Vóley.

--Claro. —Aceptamos encantadas.

--Formemos los equipos.

--Oye. —Era Vic.--¿Quieres estar en nuestro equipo?

--Lo siento pero ya esta en el nuestro. —Mat aso un brazo por mi espalada y me llevo lejos de él. Aguante la risa.

--¿Por qué hiciste eso?

--Porque eres de nuestro equipo.

--Señor, si señor. —Lo salude al igual que un soldado. El empezó a reír junto a mí.

--Enamorados vamos a jugar. —Grito Lucas. —Les hablo a ustedes, Sasha y Matías. —Nos volteamos y paramos de reír. Daniel gruño bajito, me pareció que por celos.

--No jugare hasta que me pidas perdón.

--No lo hare.

--Ok. —El primer saque llego a mí y me deslice y deje que cayera.

--Sasha, era tuya.

--No hasta escuchar los ciento. —Gruño y saco él. Me toco a mi y de nuevo me corrí para dejarla pasar.

--Sasha.

--No.

--Que manipuladora. —Susurro, los únicos que los pudimos escuchar éramos Dan y yo, él cual por cierto no hablaba y estaba con cara de no me molesten. –Lo siento.

--Gracias. —Sacaron y cuando me toco a mi golpee la pelota con el mínimo de fuerza e hicimos punto. Lucas me miro sorprendido y yo choque la mano con Mat.

--Recuérdame que cada vez que me necesite un equipo estés en mi lista de jugadores.

--OK—Seguimos jugando, íbamos en empate, Mat remato y nos dio otra punta haciendo desempate.

Faltaban unos minutos para que terminara el segundo tiempo y la pelota estaba por tocar el suelo, Lucas la salvo y ya la golee, anotando un punto justo a tiempo. Las etapas eran controladas con el cronometro del celular de Jake.

--Siiiiii. —Grito Lucas.

--Bien Sisi. —Me levanto, me dio una vuelta completa y me bajo, yo seguía riendo y lo abrace.

Todos comenzaron a dispersarse para el descanso a excepción de nosotros cinco.

--Ustedes seguro que son algo más que amigos. —Comento Lucas mientras abrazaba a María.

--Si, tienes razón, no lo podemos ocultar más. —Respondió mi amigo Mat, mientras me atraía más a él. Sabía que estaba bromeando para hacer enojar a su amigo. La cara de Daniel era de puro odio, y realmente daba miedo.

--Claro, si ellas es tu novia ¿Por qué no la besas?

--Si, tienes razón ¿porque no?—Se nos ocurrió una idea, la cual iba a ser divertidísima.

Mi amigo me volteo para que quedáramos cara a cara, poso sus manos en mi espalda baja y me acerco más a él. El vampiro rugió más que bajo para que no lo oyeran, estaba muy enojado porque Mat odia abrazarme así y no me molestaría y si lo hiciera.

Nos acercamos mas, Lucas no decía nada y cuando nuestros labios estaban por tocarse yo incline mi cabeza y el me dio un besito en la frente con cuidado.

Pude oír a Dan relajarse.

Nos volteamos tan rápido como pudimos, el rostro de nuestro amigo estaba pálido, sus pupilas dilatadas y su boca abierta de par en par, por la sorpresa. Nosotros no pudimos evitar reírnos de esa expresión, me dolía el estomago.

--¡Eso no fue gracioso!

--Por favor, no puedo creer que cayeras, te imagine con mas cerebro y razón.

--Lo digo en serio esa broma no fue divertida.

--Tranquilo solo estábamos jugando.

--Pues no lo hagan de nuevo.

--Aguafiestas. —Murmure.



--Bueno, se acabo el descanso, vamos por la última jugada para ver quien gana.

--Hermano, sabes que seremos nosotros. —Rio Lucas muy burlón, era extremadamente competitivo.

El juego comenzó nuevamente, pero con más adrenalina, los que más participaban éramos Lucas y yo. No estábamos acostumbrados a perder contra nadie.

Las nubes comenzaron a desplazarse, y esa no era buena señal, si el sol salía estaría acabada y ni hablar de Daniel.

Me aleje de lo que seria el área de juego y saque el gran tapado negro de mi mochila y camine de vuelta al juego. Debía estar cerca de él, no dejaría que muriera, estaba peleando contra mi misma para que eso no sucediera no dejaría que el estúpido sol nos ganara.

Daniel no había notado el cielo, y si intentara escapar seria a una velocidad inhumana y se descubriría quien era realmente y no quería pensar los resultados de este suceso.

El cielo se despejo pero yo ya estaba a su lado, me apoye en el y nos tapamos del sol. Me miro por unos instantes muy confundido pero luego comenzamos a caminar hacia la sombra. Mat nos detuvo.

--¿Estas bien?

--Creo que me golpee el tobillo cuando iba a cubrirme con el tapado—Fingí.

--Daniel te llevara hasta allá—Señalo la sombra que nos proporcionaba un gran árbol. Este me paso el brazo por la cintura y me apretujo más contra él.

--No te aproveches. —Le susurre enfadada.

--O sino que. —Me pregunta con una gran sonrisa en el rostro, mirándome con sus grandes ojos brillantes.

Llegamos a la sombra del árbol, nos quitamos el gran tapado y nos sentamos, estaba atrapada allí, hasta que el sol se volviera a ocultar detrás de las acolchonadas nubes.

--Estuvo cerca. —Murmure, y realmente fue así, porque por querer taparlo a él casi el sol llega a iluminar mi sensible piel.

--¿Puedes decirme que sucedió exactamente?

--Te refieres a lo del tobillo golpeado o a…--Señale la capa que estaba entre nosotros.

--Lo segundo, principalmente.

--Tengo una piel ultrasensible, y por eso el sol no debe tocarla.

--Mmm.

--Algo así como un vampiro. —Le dije como broma, y comencé a reír pero el solo miro a donde estaban jugando los demás, sin decir absolutamente nada.

--¿Y porque me tapaste a mi?—Susurro, pero seguía mirando hacia el infinito.

--Tú tienes la piel más clara que he visto, más que la mía, y seguro que tu piel es mucho más sensible que la mía. Y no seria lindo dejar que te quemaras, porque es un dolor terrible, lo se por propia experiencia y no me gusta que nadie sufra.

--¿Propia experiencia?

--Cuando era pequeña, no era tan obediente. —Me encogí de hombros, con indiferencia.

--¿Solo cuando eras pequeña?—Rio y esta vez me miro.

--Lo siento señor perfección, ¿No que a ti te habían expulsado ya de tu otro instituto por tener problemas?

--Oye, esta bien solo era una broma, pero no lo niegues eres la típica chica mala y rebelde.

--Mi vida me requiere ese carácter y no se lo voy a negar.

--¿Por qué lo dices?

--Por nada.

--¿Qué clase de vida?

--La mía—“Una cazadora mitad vampira mitad humana” Quise responderle pero sabia que seria muy mala idea.

--Si te pregunto algo ¿me responderás la verdad?

--Todos tenemos secretos.

--Entonces se lo preguntare a Lucas.

--Dudo que sepa de mí realmente.

--Entonces a Mat.

--Es mi mejor amigo, sabe guardar mis secretos, y ¿Qué te hace pensar que te lo dirá a ti?

--Esta bien, ¿Cuántas veces te han expulsado de este instituto?

--¿No deberías preguntar “si me expulsaron”?

--No, porque por la clase de chica que eres seguro lo han hecho, así que ¿Cuantas?

--Dos. —Murmure bajo.

--¿Cuántas?

--No te hagas el idiota se muy bien que me oíste.

--Solo que me esperaba una y no dos.

--Pues lo sabes, y… mire al cielo, por suerte el sol ha desaparecido. —Me levante y antes de alejarme el me tomo de la mano. —No empieces de nuevo y menos frente a todos.

--¿Por qué?—No me soltó.

--¿Por qué que?

--¿Por qué no quieres ser mi novia?

--Por que fue solo un I-M-P-U-L-S-O. ¿Entiendes?

--Se que me mientes. Yo te amo. —Eso fue un golpe bajo y el lo sabia, si seguía así los dos terminaríamos bien muertos y dudo que me importe que eso suceda.

--Solo es un capricho, ya se te pasara. —Camine hacia donde estaban mis compañeros.

--¿Estas mejor?

--Si, como si no me hubiera hecho nada. —Me apoye en el hombro de mi amigo y levante mi pie para mostrarle.

--Gracias. —Se dirigió a Dan Que estaba deprimido.

--De nada.

--¿Cuánto vamos?

--Ganando por dos puntos.

--Eso me parece genial.

--Oye, te necesito conmigo. —Ese era Lucas. —Eres una de las mejores, y quiero ganar.

--Ya voy papi.

--Ja, Ja, Ja muy graciosa.

El partido continuo, y GANAMOS. Después de esto, quien se quedo a asar la carne fue su hermano, así que detrás de esto había una apuesta y por eso nos necesitaba tanto.

Todos nos separamos, yo me quede sentada, en una de las sillas disfrutando de la deliciosa brisa. Jake practicaba con Víctor, Lucas y María estaban recostados en el césped, y Daniel…

Sentí alguien sentarse a mi lado, abrí los ojos esperando encontrarme con Mat, pero era él. Con un suspiro me pare y me estaba por oír.

--No huyas.

--No estorbes. —Comencé a caminar hacia el bosque, no me haría daño caminar y despejar la cabeza, y dejar de pensar en él. Aparte me era imposible perderme, con mis sentidos.

Seguí caminando y oí unos ruidos, sentí curiosidad y comencé a caminar hacia ellos.

Cuando llegue me oculte detrás de un árbol, y lo que vi fue algo totalmente inesperado.

Era Matías besándose con Lucia, y el que decía que no le gustaba para nada.

Sofoque las ganas de reírme y me aleje haciendo el menor ruido posible, estos estarían ocupados por un largo rato.

Tome otra dirección, aun no quería regresar, cada vez que caminaba los animales se me alejaban, ya estaba acostumbrada.

Cuando me aburrí regrese, y casi todos estaban sentados, y para mi desgracia el asiento vacía era a lado de Dan

Me senté y comencé a quitarle unos pétalos a una pequeña flor silvestre que me encontré en el paseo, tenía un delicioso olor.

--¿Acaso estas enamorada?

--No porque.

--¿Por qué le haces eso a la pobre flor?

--Estoy aburrida. —Le sonreí a Lucas.

--¿No estas cansada?

--Si, y ¿tu?

--También, pero si aguantare hasta las siete, después ni me hablen porque a dormir.

--Yo no dormiré hasta estar en mi casa, segura y en mi tibia y cómoda camita.

--¿Sola o acompañada?—Dan se revolvió en su asiento.

--Acompañada. —La cara de Lucas fue sensacional. —Sola, niño genio, hubiera traído la cámara, las caras que pones son geniales.

Me saco la lengua. Y yo hice lo mismo.

Alguien se aclaro la garganta.

--¿Qué quieres Jake?—Pregunto mi compañero con vos tosca, pero en realidad demostraba decir “No molestes”

--¿Por casualidad han visto a mi novia?—Desde que comenzó a hablar hasta que termino, no me saco los ojos de encima, solo le sonreí, seguiría el consejo de mi amigo, “No te metas con él”

--No. —Respondimos todos.

--Sasha ¿Has visto a Mat?—Y entonces me di cuanto de que solo había una chica y era la novia de Mike.

--Por favor dime que la novia de Jake no es Lucia.

--Si, ella es su novia. ¿La has visto?

--Mmm. ¿Qué tan celoso es Jake?

--A que te refieres con…--Luego reconoció de que hablaba—Dime que Mat no…--Yo asentí. — ¡Oh por Dios es hombre muerto!

--¿Qué sucede?

--Yo vi a Mat y a Lucia en bosque juntos. —La cara de María palideció repentinamente.

--¿Qué hacemos?—Pregunto desesperado Lucas.

--Ayúdenlo. —Dijo María muy asustada.

--Ve a buscarlo y por favor encuéntralo antes que Jake. Estaban por allí. —Señale el bosque. El se levanto y dijo. —Pero si Jake…

--De eso me ocupo, yo, él nunca llegara.

--¿Qué harás?

--¿De verdad quieres detalles?—Lo comprendió.

--No, pero no es buena idea.

--No quiero un Mat echo puré, no soportaría un mejor amigo destrozado.

Corrimos en direcciones opuestas, Daniel me miro enojado, me acerque a Jake, me miro de pies a cabeza.

--Hola, Sasha.

--¿Sabes mi nombre?—Dije inocente.

--Claro, alguien como tu no pasa desapercibida.

--A que te refieres.

--Te ves muy bien.

--Gracias, oye ¿Buscabas a tu novia?

--Mas bien es mi amiga con privilegios. —Que patético.

--Me pareció haberla visto por allí. —Señale la dirección contraria a donde estaban realmente.

--Ok.

--¿Puedo ir contigo?—Le di una mirada seductora.

--Claro. —Nos adentramos en el bosque, llegue hasta un lugar en donde mi visión vampírica me permitiera ver el claro y a él no, para asegurarme cuando terminar con mi trabajo.

--Ay—Fingí tropezarme y lo abrace por el cuello. —Lo siento, creo que me lastime el pie.

--No te disculpes, le sucede a cualquiera. —Me agarro por la cintura y me acerco a él.

--Gracias. Pero será mejor que regrese, te retrasaría y…

--No te preocupes, ya va a llegar sola, no creo que se haya perdido y no la volvamos a encontrar.

Oí un ruido, y perdí el contacto visual para ver que quien había producido el ruido detrás de su espalda.

Mi sangre se congelo cuando vi quien era, Daniel estaba parado, con los brazos en forma de puño a los lados y su mirada de ira, odia, celos, temía que quisiera matar al pobre chico.

--Vete. —Le hable tan bajo para que Jake no escuchara. Su mirada se dirigió a mi rostro y cambio completamente, tristeza, pena, y eran los ojos de alguien que fue traicionado y lastimado. No pude seguir mirándolo o sino perdería la concentración.

Para cuando volví a mirar él ya no estaba pero oía pasos en alguna parte no muy lejos de aquí.

--¿Cómo te sientes?

--Mucho mejor. —Le susurre.

--Eso pensé. —Me apretó más a él, y se acerco para besarme. No, solo lo han hecho dos chicos (El segundo Daniel) y pienso dejarlo así, hasta próximo aviso.

Necesitaba que algo nos interrumpiera y Mat aun no había regresado, cerré los ojos preparándome para lo peor y muy bajito rogué.

--Por favor, Daniel. —Ningún humano por mas cerca que estuviera me habría oído, pero él si, porque andaba cerca y estaba segura de que no me dejaría sola con ese.

Un ruido muy fuerte se escuche no muy lejos y Jake se separo rápidamente y miro hacia aquel lugar, pero no importara que tan rápido girara, jamás lo habría visto.

--¿Qué fue eso?

--No lo se, pero ya encontraron a tu chica, será mejor que vayamos o comenzaran a buscarnos a nosotros. —Me marche, cuando llegamos al claro, Mat estaba al lado de Lucas con cara de enojo.

--¿Dónde esta Dan? ¿Y Sisi?—Lucas estaba por hablar pero este lo corto de inmediato--¿Están juntos?—Lucas me saludo con su brazo, y mi amigo me miro, luego noto quien venia cerca de mi y su cara cambio a confusión total.

--¿Qué tal?—Lucas me pregunto, se que es raro, pero así fue.

--Estuvo cerca. —Suspire.

--¿Qué hacías?

--Tú ni me hables, me debes una. —Lo señalo, al agarro mi mano, y la bajo.

--Ok.

--Una bien grande.

--Ok. ¿No te dije que no te metieras con él?—Nos sentamos en las mesas.

--Si hubiera sabido que Lucia era la novia de Jake tu hubiera dicho lo mismo.

--¿Sabias que le gustaba?—Pregunto Lucas sorprendido. Asentí.--¿Cómo es que no me lo dijiste a mi? Soy tu amigo.

--Sip, y Sisi me conoce desde los dos años, no le puedo mentir y si quisiera hacerlo no podría porque me descubriría.

--Pobre de ti, no tienes secretos. —Murmure.

--¿Por qué te enojas?—Daniel había llegado y tomo asiento a mi lado, aun estaba enojado y eso se le notaba en el rostro.

--No quiero ir a visitarte al hospital.

--¿Piensas que no puedo con él?

--No, pienso que no puedes con ellos. —Señale a los otros muchachos que eran mas grandes y musculosos que el.

--Lucas estaría de mi lado. Y Daniel…

--Primero Lucas no se pelearía con su hermano.

--¿Tu crees?—Me sonrió.

--Bueno, María no dejaría que su novio se lastimara. —La mire en busca de ayuda y ella asintió. —Y Dan, mejor dejarlo fuera.

--¿Por qué?

--Por algo lo expulsaron de los otros institutos ¿No?

--Y a ti también.

--Pero no me meto en peleas contra tipos como esos.

--Si, si lo haces. Y Matías siempre se mete a separarlos antes de que acabes con ellos.

--OK. Pero nunca por un chico, ese es el punto.

--Sasha tiene razón—Informo mi amiga.

--Gracias.

--Bueno, gracias por salvarme de una golpiza. —Ironizo mi mejor amigo.

--De nada. Pero aun así me debes una y no importa lo que sea.

--Mejor no preguntar. —Comento Lucas.

--Ese es mi amigo. —Reí.

Cuando sirvieron la comida, Daniel comió muy poco, todos reímos, charlábamos y hacíamos tonterías.

Después del almuerzo mi amigo se levanto y fue a buscar algo, volvió con los postres.

--¿Qué es?—Preguntaron los otros.

--Cortesía de Antonio. —Lucas aparto dos para él, y no duraron mucho porque a todos les gustaron y comieron todo.

Ninguno se había levantado, estábamos satisfechos, entonces Dan se fue y saco algo de su mochila, una botella oscura.

Se sentó a mi lado.

--¿Compartes?

--No, es mi medicina, nadie más puede beberla. —La destapo y el olor me inundo era sangre pero de animal. ¡Diablos! Hacia días desde mi última caza. Mis sentidos se activaron, pero intente controlarme.

--Sisi ¿Estas bien?

--No, ya vengo. —Corrí hacia el bosque y luego use mi velocidad para escapar.

Me senté en las raíces de un árbol, y comencé a respirar profundamente, la garganta me ardía como nunca. Si me hubiera quedado un poco mas hubiera saltado sobre Dan para quitarle la botella de las manos. ¿Acaso era imbécil? ¿Cómo se le ocurrió llevar sangre a una excursión donde todos eran humanos? Bueno casi todos.

Oí unos pasos y me incorpore, diez minutos después vi a Matías jadeando.

--Dios, me asustaste de muerte ¿Qué te sucedió?

--Creo que me hizo mal la comida—Fingí.

--Si que corres rápido, llegaste hasta aquí y ni pareces agitada.

--Que te puedo decir, amo el bosque. —Se sentó a mi lado y me paso su brazo por los hombros.

--¿Qué paso allá?

--Me empecé a sentir mal, y vine para tomar un poco de aire, solo eso, no quise preocuparte.

--Pero lo hiciste. —Me abrazo con cariño. —Sera mejor volver, yo corrí detrás de ti, deben estar preocupados.

--Ok. —Me enderece y comencé a caminar, estaba cansada y con los nervios de punta, solo debía esperar una horas mas y ya podría dormir, eso me hizo sentirme peor.

Casi caigo de no ser porque mi amigo me atrapo a tiempo. —Sisi. Deberías descansar. —Negué.

--No es necesario.

--Si lo es, no dejes que esa estúpida apuesta te haga esto, ¡Ni siquiera puedes estar de pie!—Habíamos llegado, y cuando el grito todos se voltearon. Nadie dijo nada el me sentó y me miro. —Por favor, no me gusta verte así.

--A mi tampoco. —Comente con una sonrisa. —No te preocupes a las 7 podre descansar.

--Faltan dos horas.

--Que pesimista.

--Voy a buscar algo para que bebas.

--Puedo ir sola.

--No, no puedes. —Se levanto, mire a todos, y vi a Dan recostado bajo un árbol, me atrapo su mirada, me guiño un ojos y sentí que la sangre su subía a mis mejillas. Me lanzo un beso y articulo con sus carnosos labios “Te amo”.

--No me molestes—Le respondí muy bajo, el articulo “Te haces la di-fi-cil” y yo le dije—V-a-m—Se sentó y su cara era de sorpresa, no termine de decirlo por que mi amigo me interrumpió, y gracias al cielo por eso, sino me hubiera descubierto.

Cogí la botella y mire a donde estaban Jake y Lucia, besándose, miro con odio y pena. Mat comenzó a reír. Lo mire

--No me molesta.

--Estas loco. —Bebí un poco más. Aunque no era el líquido que mi cuerpo pedía a gritos me calmo un poco.

--Lo digo en serio, a ti te es muy fácil, en dos parpadeos logras que hagan lo que quieres pero no es así conmigo, solo espero no hacer mucho lio.

--No creo, según él son “Amigos con privilegios”—Los dos comenzamos a reír por lo tonto que sonaba eso.

--Nosotros también somos amigos con privilegios. —Paso su brazo por mis hombros.

--Si, con privilegios a intervenir antes de que te mate el novio de la chica que estas besando.

--Puede que sea cierto, pero no cambia.

--¿Crees que Daniel se enoje si hago esto?—Me beso en la mejilla.

--¿Qué quien se enojara?

--Daniel.

--¿Por qué lo dices?

--Porque no te quita los ojos de encima, y me mira como si me fuera a matar. —Rio. —No puedo creer que no te des cuente de que te quiere.

--No puede creer que no te des cuenta de lo cerca que estas a que te golpee.

--Hablo en serio.

--Yo también.

--¿Ni siquiera una oportunidad?

--¿Estas interviniendo tu porque el no es demasiado hombre como para hacerlo?

--No, no, no, solo que desde el primer día esta así, y tu solo lo ignoras como si nada.

--Así es la vida.

--Ven. —Fuimos a un árbol.

--¿Qué?

--Necesitas dormir un poco.

--No lo hare, falta una menos de una hora y no voy a besarlo.

--Como quieras, al menos siéntate a mi lado.

--Eso si. —Se sentó y cerro los ojos, yo a su lado e hice lo mismo, el me acerco mas. —Tu novia se enojara y no me arriesgue solo para que la dejes así como así.

--Aun no es mi novia, y tu solo eres mi amiga.

--Intenta explicárselo a ellos. —Nos quedamos en silencio, pude sentir la respiración tranquila de mi amigo dormido, escuche unos pasos que se dirigían hacia mí.

--¿Qué crees que haces?—Era la voz de Lucas.

--Hablar con ella.

--No, deja que se duerma, tengo una apuesta y no quiero perderla por nada.

--Y eso a mí que me importa. —Era Víctor.

--Aparte—Comenzaron a desviarse. —Su novio es aquel.

--¿Cuál?

--El que esta bajo el árbol, se llama Daniel. —Juro que lo voy a matar cuando lo tenga cerca. Y ese fue el momento, paso muy cerca, yo estire mi pie y el tropezó, abrí los ojos.

--Sasha.

--Tu comenzaste—Se estaba levantando y sacudiendo.

--¿Qué?—Mat estaba despierto. Lucas me miro y eso fue suficiente para que mi amigo comprendiera la situación. —Sisi.

--Ok, lo siento.

--Estamos a mano. —Se marcharon Víctor junto a Lucas, el primero se volteo a mi y yo le guiñe un ojo, oí a mi amigo reír.

Entonces observe que Dan camino junto a Vic y choco contra el a propósito.

--Oye, cuidado por donde caminas. —Hablo Vic.

--Mas cuidado tu. —Y Vic se volteo para golpearlo, me levante, para detenerlos.

--Sisi no te metas. —Era tarde me interpuse entre ellos, y puse la mano en el pecho de ambos.

--Paren.

--El comenzó. —Vic me miro.

--“El comenzó”—Le reparo Dan, se adelantaron pero yo era tan fuerte como un vampiro.

--No me interesa quien empezó, solo sepárense—Empuje al amigo de Jake, y puse ambas manos en el pecho de mi compañero. Y lo empuje con todas mis fuerzas el retrocedió.--¿Qué diablos crees que haces?

--Enseñarle a un idiota que no se meta conmigo.

--Ya con solo mirarte aprendió eso. —Murmure.

--Te comportas como un niñito, ¿Cuántos años tienes?

--130 años. —Me acaba de decir la verdad.

--Muy gracioso. Tienes 17 o 18, compórtate como alguien de tu edad y no busques pelea. No creo que nadie te pueda detener, además de mí y la verdad no quedaría muy bien.

--¿Piensas que puedes detenerme?

--Lo puedo hacer estando en este estado, puedo hacerlo cuando quiera. —Le murmure muy cerca. Su seño se frunció, pero al menos esa confusión lo mantuvo entretenido y sin meterse en problemas. Jamás me descubriría porque no existía nadie como yo.



Ya eran las 7, y Lucas se tiro en el césped abrazo a María con ternura, sin antes mirarme con enojo y cerro los ojos. Me cruce de brazos.

--¿Qué te sucede?

--Nada. —Quise irme a otro lado.

--Sisi, son las 7 ya puedes dormir.

--No lo hare.

--Pero…

--Cuando llegue a casa me iré a dormir. Y todo estará bien.

--No creo que aguantes, si me duermo despiértame, para que llegue al auto.

--No hare eso.

--¿Entonces que harás?

--Cargarte.

--Ni se te ocurra.

--¿Por qué no?—En sus ojos brillo la diversión y entendí lo que iba a hacer.

--No lo hagas.

--¿Hacer que?

--Lo que estas pensando.

--No te soltare.

--No—Corrió detrás de mí. —No Matías no lo hagas.

--Sera divertido.

-No para mí. —Me levanto, y me acomodo como a una bebe. —Matías bájame ahora. —Grite.

--No—Dio vuelta en círculos.

--Matías me mareo, ¡Bájame!

--Bájala, que quiero dormir. —Grito Lucas. Pero mi amigo no lo haría, comenzó a dar vueltas más rápido y yo grite.

--¡¡¡¡¡Lucas!!!!!!—Nunca pensaría en pedirle ayuda.

--No lo hare, me lo debes por hacerme caer.

--Lucas, por favor.

--Nop—Se estaba riendo de mí a carcajadas.

--Dan, ayúdame. —Que bajo había caído.

El me saco de los brazos de Mat, abrí los ojos.

--Listo. —Sonrió. Me dejo en el suelo, mi amigo me miraba riendo.

--Lo hiciste a propósito ¿Cierto?

--¿Qué te puedo decir?—El lo había hecho para que Dan me salvara y él quedara bien en todo esto.

--Estas muerto. —Me dirigí a mi mochila.

--Sisi, solo fue una broma, no te enojes.

--No me enoje—Cogí la botella con agua y me voltee, la balancee entre mis manos. —Corre—Susurre.

--No, Sisi, no.

--No debiste hacerlo. —Corrí y cuando lo atrape caímos yo destape la botella y la vacié sobre el. —Te perdono.

Mi amigo se levanto y se quito la remera, pude oír a Lucia suspirar y eso me dio risa.

--¿Te ríes de mí?—Pregunto mi amigo con una voz herida fingida.

--He visto mejores.

Se cambio la remera y llevo nuestros bolsos a su auto.