♥¿QuE bUsCaS?♥

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Capitulo 9: VIERNES EN LA NOCHE

VIERNES EN LA NOCHE

Llegue a casa, me quite la ropa y fui a darme un baño.

Había estado muy cerca, si Dan hubiera llegado un poco mas tarde me habría descubierto realmente como era, y no creo que hubiera sido lindo tener que explicarle.

Prepare mis tareas para el día siguiente, cuando todo estuvo listo me senté frente a mi laptop para pasar el tiempo.

Mañana, mejor dicho hoy porque ya era la madrugada, debería ir a trabajar porque llevaba dos días de no hacer nada y eso era malo.

En el periódico decía algo de unos asesinatos y no eran exactamente arreglos de cuentas.

Papá llego y ya estaba sentada en la cocina desayunando.

--¿Qué tal la noche Sisi?

--¿Por qué me mentiste sobre las entradas?

--¿Las entradas?

--Era mentira, no costaban eso, era el triple. —Me sonrió un poco avergonzado. —No te preocupes te pagare.

--No, no lo harás. Fueron un regalo.

--¿No te parece un poco costoso?

--Para nada.

--¿Cómo es que tienes tanto dinero?

--El banco, llevo muchos años de vida, algo he ahorrado.

--Papá, no tenías que hacerlo.

--Ya lo hice. —Me beso la frente. —Se te esta haciendo un poco tarde, de nuevo. —Agrego.

Llegue al instituto a tiempo, por así decirlo, estaba por pasar las puertas y alguien me cogió del brazo, me gire.

--Hay no tu de nuevo.

--Si yo—Contesto Dan

--Se me hace tarde. —Tironee para que me soltara.

--A mi también, vamos a las mismas clases.

--Entonces…--NO quería ser expulsada.

El abrió la puerta y me hizo señas para que pasara por delante de él, y así lo hice. Camine rápido a mi asiento, todos nos miraron y no pude evitar sonrojarme.

--Llegan tarde. —Reprocho el profesor. —Esperaba que usted influyera en Zafiro para que sea mas puntual pero al parecer fue todo lo contrario, ella influyo en usted.

Fui a mi asiento, y en medio de la clase empezó a hacernos preguntas sobre otros temas a ambos.

Antes de salir, nos dijo que debíamos entregar un trabajo para el día siguiente sin falta o reprobaríamos.

Los dos asentimos de mala gana y salimos sin decir ni una palabra pero yo le di fin a ese silencio.

--¿Le dijiste a Mat?

--Si, después Salí a buscarte.

--¿No entiendes la frase “Puedo cuidarme sola”?

--No fue cierta, que estarías haciendo ahora si yo no hubiera ido detrás de ti. —Termino mas como una pregunta que como un comentario.

--Estaría caminando a tu lado sin discutir nada de esto.

Llegamos a tiempo a la clase de Cálculo, la cual paso volando porque solo era repaso de toda la semana.

Cuando salimos Mat estaba apoyado contra la pared, fui la primera en notarlo y lance un suave bufido.

--¿Qué sucede?—Dan me miro, y siguió la dirección de mis ojos--¿Qué tiene?

--Ahora debo escuchar su sermón, te veo luego en ingles.

--Así que me veras. —Sonrió triunfante. A veces no se como es que se dejaba llevar por palabras simples.

--Si, a menos que me hagas el gran favor de desaparecer de este instituto cosa que es muy poco posible. —Se marcho. —Hola. —Mi voz fue un murmullo cuando me acerque a mi amigo.

--Hola. —Estaba enfadado.

--Lo siento.

--¿Por irte a tu casa en el auto de Dan?—Pare en seco ¿Qué fui a casa con quien?

--¿De que hablas?

--Anoche Dan fue a avisarme que te ibas con el a tu casa. —Respondió agriamente.

--Yo no me fui en su auto, ni siquiera con él, me fui sola--¿Qué había dicho? Eso era aun peor. Hice una mueca.

--¿Qué te fuiste sola?

--Si, pero…

--Sisi, era de noche, ¿Sabes lo que te podría haber sucedido?

--No paso nada. —Intente calmarlo.

--¿Y que si no hubiera sido así?

--No debes ser tan pesimista.

--NO soy pesimista, soy realista. Vives aquí desde los dos años, conoces esta ciudad como la palma de tu mano, sabes muy bien que debes andar sola a esa hora.

--Pero después de unas calles subí en un taxi. —Me defendí.

--¿Por qué le pediste a Dan que me dijera que te ibas con él?

--Yo no le pedí eso, solo le dije que te informara que yo me iría porque tenía algo que hacer, pero que no te preocuparas.

--¿Qué tenias que hacer?

--Desde cuando te comportas como mi hermano mayor.

--Desde que necesitas uno.

--No lo necesito y no te responderé, ahora permiso porque llegare tarde a mi clase de ingles.

--Adiós. —Su voz fue fría.

Juro que si en ese momento hubiera tenido a Dan delante de mi, lo hubiera matado en ese instante.

Llegue delante de mi profesor, por suerte, este me miro con extrañeza pero no me reprocho nada.

El vampiro se volteo para mirarme e hizo señas preguntando como me fue.

Le devolví las señas haciendo caso omiso a su pregunta y articule “Date por muerto”. El rio porque entendió que me había enterado de su estúpida mentira.

Nuestro profesor se aclaro la garganta y todo el salón presto atención, hablaba ingles muy fluido, era mi idioma preferido además del castellano, obvio.

Se dirigió a mi y respondí con la misma facilidad en el mismo idioma con una gran sonrisa de diversión en mi rostro por la cara de sorpresa de el.

Cuando todos se marcharon el se dirigió a mi mesa y pregunto si iba a alguna clase en especial, alguna academia se sorprendió aun mas al encontrarse con le respuesta de “no”.

Me felicito y pregunto se quería ir a alguna clase aparte, mi respuesta fue que por el momento no tenia demasiado tiempo para clases extracurriculares.

Salí y mi vampiro me sonrió.

--Te matare. —Por poco se me escapa un gruñido dejando ver que no era solo humana.

--¿Por qué?

--Sabes porque ¿Qué se te cruzo por esa cabeza cuando le dijiste esa mentira?

--Que tal vez te ahorraría el reproche de Mat.

--Si hubieras querido que así fuese me lo hubieras dicho para seguir tu estúpida mentira. —Estaba enfurecida—Pienso que hiciste eso para que Mat se enojara conmigo.

--No, no lo hice por eso.

--¿Entonces porque?

--Para ver que me decía Mat cuando le diera la noticia, y tener alguna razón para que me hables.

--No te creo.

--¿Por qué no?—Frunció el seño.

--Porque-eres-una-mentira-que-camina.

--¿Qué?

--Andas aparentando ser algo que no eres.

--No es cierto.

--Si lo es.

--Bueno, tu tampoco te quedas atrás, no creo que estés ocupada de noche, pienso que le tienes miedo a la oscuridad.

--No es cierto amo la noche—y era cierto, podía liberarme.

--Si no es cierto ¿Qué haces por las noches?

--No se lo digo a mis amigos que te hace pensar que te lo diré a ti. —Escupí esas palabras.

--Porque también soy tu amigo.

--No te confiare mi secreto, porque No—Remarque esas palabras. —Eres mi amigo, y si lo fueras no me conocerías tan bien como Mat.

--El sabe todo de ti porque le gustas. —Lo mire incrédula. —Si y ya deberías haberlo notado.

--Estas mintiendo, y no se que diablos hago aquí hablando contigo cuando tengo cosas mas importantes que hacer.

Fui directo a la cafetería, a diferencia de otros días no compre nada y me senté al lado de Mat.

--¿Qué te sucede?—Interrogo Lucas.

--Nada. —Respondí cortante. El miro a Mat en busca de alguna respuesta y este contesto.

--¿Recuerdan que ayer Sisi se marcho?—Comenzó mi amigo

--Claro con Dan—Termino Luca sin antes darme una mirada de burla o algo parecido.

--No me fui a ningún lado con ese idiota. —Hable con odio y los dientes apretados.

--¿A no y porque dijo eso?—Me desafío Lucas.

--Por que es un completo idiota. —Respondí.

--“¿Completo idiota?”—Una voz provenía de detrás de mi. Era él—Me parece que estas hablando de mi. —Se sentó a mi lado y me miro con diversión en sus ojos.

--Perdedor—Murmure. Me levante.

--¿No comerás nada?—Pregunto mi amigo.

--No tengo hambre. —Salí de la cafetería y comencé a caminar por el patio del instituto. No había nadie, camine un poco, necesitaba relajarme o volvería a golpear a Daniel.

La campana sonó y no tarde en ingresar al aula, María me miraba desde su asiento al igual que Dan.

Pase las otras clases furiosa, no hablaba y evadía al vampiro todo lo que podía.

En clase de español, se volteo y me miro.

--¿Me perdonas?

--No. —Respondí cortante.

--Por favor. —Lo ignore—Hare lo que sea, al menos háblame.

--¿Harás lo que sea?—Le pregunte. Asintió de inmediato.

--Desaparece de mi vida. —Le conteste lento para que entendiera, su cara fue de profunda tristeza.

La clase finalizo y Salí Dan se había quedado atrás, camine junto a Mat, cuando el vampiro se estaba acercando a nosotros me despedí de mi amigo.

--Suerte esta noche con la novia del grandulón. —Le di un beso en la mejilla y me marche antes de que el otro llegara.

--¿Sigue enojada?—Pude oír las preguntas que Dan le hacia a mi amigo, su voz lo delataba, estaba arrepentido.

--¿Y tu que crees?—La respuesta de Mat fue tajante.

--¿Tu también?

--No me gusta que la molesten es mi amiga.

--¿Te gusta ella?—La voz de Dan era ansiosa.

--No, pero la quiero como a mi hermana menor, y la protejo tanto como puedo, y los demás mal entienden ese hecho.

--La primera vez que los vi parecían novios.

--No eres el único que lo piensa.

--¿Crees que ella quiera salir conmigo?

--Dan con lo que le hiciste, no esperes que el lunes te salude.

--No creí que se fuera a molestar. Pero es que no la entiendo.

--Ni yo, solo intento, ella es muy fuerte, jamás la veras triste o llorando, se encierra en si misma, no importa cuanto la quieras ayudar no se dejara, odia verse débil.

--¿Cómo lo sabes?

--Es mi amiga desde los dos años.

--¿Sabes lo que hace por las noches?—Mi amigo suspiro, ya habíamos salido pero ellos estaban a unos simples metros de mi murmurando para que no los oyera.

--No, y si ella no quiere decírmelo no la obligare.

--Pienso que oculta algo.

--Quien no.

--La voy a descubrir.

--No te ilusiones, no creo que lo logres y si lo haces debes estar consiente de los problemas y consecuencias que conlleva.

--Parece que lo supieras.

--No lo se, pero lo oculta desde que la conozco.

Cada uno se fue a su respectivo auto, y yo comencé a dirigirme por la acera.

Era idiota o que, ¿Cómo podía hablar de mi con mi mejor amigo? ¿Y más aun de mis secretos? Puede que él lo descubriera pero dejaría a Mat sospechando y lo que menos quiero en este momento es perder a mi mejor amigo por mi naturaleza.

Llegue a casa muy enojada.

--¿Qué sucede Sisi?

--Nada, voy a hacer mis tareas.

--El sábado iremos de compras.

--Ok.

Papá esta noche no trabajaba, así que antes de salir a trabajar me despedí con un ruidoso beso en su mejilla.

--Por favor ten cuidado hija.

--Si papá.

Llevaba unos vaqueros, una blusa, el cabello ocultaba mi pálido rostros de todos los transeúntes.

Llevaba horas caminando y aun no había percibido nada, pero una fragancia lleno mis pulmones y me dirigí directamente a ese callejón sin salida.

Los escenarios cada vez eran mejor pensé sarcásticamente, solo faltaba una lucha en un bosque tenebroso y esta ya seria una película de ciencia ficción.

Había un vampiro, llame su atención, se volteo y me sonrió, hice lo mismo me ataco.

Caí golpeándome la espalada pero me moví rápido para que el no cayera sobre mi.

Gruño de forma tenebrosa pero eso solo me hizo reír como una niña pequeña disfrutando de un gran espectáculo, mi comportamiento lo enfurecía cada vez más.

Intento golpearme pero fui, más rápida y ya estaba detrás de él, quería divertirme un poco y quitarme la frustración que tenia guardada desde esta mañana.

--Regresa, malcriada.

--¿Por qué no vienes por mi asqueroso?—La lucha fue cuerpo a cuerpo, pero no recibí más de dos golpes, yo estaba entrenada para este tipo de situaciones y el no, solo luchaba por instinto.

--Esta noche serás mi cena.

--Si como digas. —Respondí con indiferencia. —Ven, que la comida se enfría.

Cada vez estaba más enojado y cada vez era mas peligroso luchar contra él, porque a cada oportunidad buscaba mi cuello con desesperación, y yo a veces lo eludía con suerte.

Cuando me empujo, logre hacer base con mis pies y no caí.

Arremetí contra el vampiro sin pensarlo dos veces, lo empuje contra la pared y clave la estaca con fuerza.

Al igual que todos lanzo un grito ahogado antes de morir.

Estaba por marcharme, pero un escalofrió me recorrió toda la columna vertebral, yo había pasado algo por alto y eso era ¿Qué diablos hacia un vampiro en un callejón sin una presa?

Sentí un golpe seca en la espalda, que me hizo caer de rodillas al mugroso piso.

No pude evitar lanzar un grito de odio, dolor y frustración, había sido una emboscada y había sido tan estúpida que no lo había notado hasta último momento.

Antes de que me diera otro golpe, le pegue en la pantorrilla y cayo a mi lado.

--No vuelvas a tocarme bruja. —Le grite.

--Cállate cazadora, ninguna humana me habla de ese modo. —Otro golpe que me dejo sin aire.

Yo también la golpee pero no tenía suficientes energías como para voltearla pero me dio tiempo suficiente como para ponerme de pie.

Ella me igualo, miro contra la pared y grito.

--Alex

--Lamento haber matado a tu novio. —Sonreí aunque me doliera el cuerpo. —Pero no fue un niño bueno.

--Date por muerta niñita estúpida.

--Lo de niñita me dolió. —Quiso golearme pero me moví más rápido.

La golpee con la mano en forma de puño, cayo al suelo, pero se recompuso rápidamente y volvió a atacar.

Mi espalda golpeo contra la pared, esta vez no grite, no le daría el gusto de ver como sufría.

Me levante para volver a pegarle pero con una patada, volví a golpear la espalda contra la misma condenada pared.

Ella me agarro de la blusa y me levanto.

--¿Por qué no gritas? ¿Por qué no lloras? ¿Por qué no pides ayuda?—Con cada pregunta me golpeaba una vez mas.

--Porque no te daré el gusto, de ver como lloro por mi patética vida —Le escupí en la cara, ella me soltó y la embestí.

Caímos al suelo, entre gruñidos y golpes, ella intentando siempre llegar a mi cuello y yo siempre deteniéndola antes de que sea demasiado tarde como para arrepentirme.

Ella clavo una de sus largas uñas en mi brazo, sentí fluir mi sangre por todo mi brazo.

La vampira rio ante mi cara de dolor, pero lo que hizo no me lo esperaba, el dolor fue inmenso y no pude reprimir un grito.

Donde su uña había perforado mi carne, la deslizo hasta que se convirtió en un tajo que iba desde mi antebrazo hasta mi brazo.

No pude evitar sacar mis colmillos e intentar morderla, al ver mi boca se paralizo, pero se recupero, guarde mis colmillos he intente sacármela de encima.

Pero de repente dejo de moverse, su mirada estaba perdida, ella había muerto pero no tengo la menor idea de cómo.

La tire como si fuera una enorme muñeca y cayo a mi lado, me levante y me apoye contra la pared, con la cabeza gacha y mi mano izquierda presionando la herida de la derecha, sentí la sangre escurrirse entre mis dedos.

--¿Oye estas bien?—Conocería esa voz a kilómetros y mi mente gritaba “Que no sea él”

Por suerte mi cabello ocultaba mi rostro, pero note como encendía fuego a los cuerpos y estos se deshacían, antes de que el cuerpo de la mujer se hiciera cenizas note que en su espalda había una estaca.

--¿Cómo estas?—Volvió a insistir, yo no respondería o sino el sabría que era yo. —Oh por Dios, estás sangrando, déjame echar un vistazo.

Me aleje de él, mi sangre no era como la de cualquiera, al ser una mezcla era aun mas irresistible que cualquier otra, y no tenia ningún deseo de arriesgarme.

El dolor era inmenso, pero no quería gritar, el se acerco mas y sus pupilas se dilataron.

--¿Tu eres…?—No lo deje terminar, lo empuje fuera de mi camino y Salí corriendo a una velocidad inhumana.

Tenia la esperanza de que no me siguiera y si era así que no me encontrara porque sino estaba perdida.



Corrí mucho, cuando divise mi casa, no golpee la puerta, la abrí con las pocas energías que me quedaban.

Cerré la puerta y me apoye en ella, resbalando hasta quedar sentada en el piso.

--¡PAPÁ!—El grito fue desgarrador, y el apareció frente a mi y no dudo en levantarme y llevarme al comedor.

--¿Qué diablos sucedió Sisi?

--Emboscada.

Toco donde me habían cortado y grite de nuevo, pero me mordí la lengua, si alguien escuchaba vendrían y no quiero imaginar el escándalo que armaría.

--¿Cómo que emboscada?

--Eran una pareja, seguí al hombre, pero cuando lo mate la mujer me ataco.

--¿Cómo no te fijaste?

--No percibí el olor de la otra. —Murmure. Tenia ganas de gritarle ¡No soy completamente vampira, también me equivoco!

--¿Dónde mas te lastimo?

--Creo que la cabeza y la espalda. —No tardo en revisarme, pero no tenia nada, esos golpes ya se me habían curado, el problema era el corte de mi brazo.

Se marcho por unos segundos y apareció frente a mí con una inyección un poco grande, me tense.

--Tranquila, es solo anestesia, porque dolerá.

Saco desinfectante medico y lo coloco en mi brazo, mataría los gérmenes y posibles infecciones que pudiera contraer.

No se de donde había aprendido pero cosió el corte de mi brazo con increíble habilidad.

--No sabia que habías estudiado también de medico.

--Muchos años, muchas carreras. —Rio ante mi comentario no acorde a la situación.

En ese momento recordé que había olvidado mis dos estacas en el callejón, y no eran comunes, en el mango había una S tallada, habían sido de mi madre, su nombre era Samanta.

--Diablos.

--¿Qué? Pensé que la anestesia duraría al menos unas horas mas, que esto.

--No es eso, las olvide.

--Si tienes suerte las encontraras mañana antes de salir.

--Papá.

--¿Qué?

--Casi muero. —Se tenso y me miro fijamente. —Alguien me salvo de que me mordieran.

--No sabemos que sucedería si te muerden. ¿Quién fue? ¿Un humano?

--No, no, fue un vampiro. —Me quede en silencio, esperando que papá formulara la pregunta correcta porque yo no sabía como continuar con este tema.

--¿Lo conoces?

--Si. —Esa no era la pregunta que esperaba.

--¿Quién era?

--Daniel. —Murmure bajito. —El vampiro de mi instituto. El que es amigo de los chicos.

--¿Te reconoció?

--Creo que si, no lo se, intento ayudarme por lo del brazo…

--¿Y porque no dejaste que lo hiciera? ¿Qué sucedía si era mas grave y no llegabas a casa? ¿Qué hubiera sucedido si no hubiera sido viernes y no hubiera estado en casa?

--¿Y que sucedía si sabia que era yo? ¿Y si se lo decía a mis amigos? No se acercarían a mí nunca más.

--Ellos no harían eso, y debes tener en cuenta tu seguridad, no quiero perder a alguien más. —Me abrazo.

--¿Qué hago si sabe que soy yo?

--Tu que crees que seria lo correcto.

--Antonio eres mi papá, debes ayudarme con este tipo de cosas, no es fácil decidir.

--Creo que deberías decírselo.

--Mmm.

--Pienso que es lo mejor, así te ayudara a fingir sobre tu brazo y no te acosara como Mat cuando se entere.

--Si se entera.

--Lo hará.

--Entonces no te asustes si el lunes vengo a casa y te presento a un nuevo amigo y luego le explico como es todo.

--Ya me tienes precavido.

--Tengo miedo.

--¿De que?

--Apenas lo conozco ¿Y si no guarda el secreto?

--Tendrá que hablar conmigo y aclararemos algunos asuntos.

--¿Hablaran?

--Si, no le hare daño al pobre, pero si se lo busca…

--Gracias papi.

--De nada, hija. Creo que es hora de que vayas a dormir.

--No tengo sueño.

--Debes descansar y no saldrás durante unos días.

--¿Qué?

--Para que mejores más rápido. Ahora a dormir y no quiero mas peros. —Me levanto y me llevo a mi cuarto.

--Puedo sola.

--Hasta mañana.