♥¿QuE bUsCaS?♥

martes, 5 de enero de 2010

Capitulo 16: PASEO

PASEO

Llegamos a casa y entramos, él me siguió en silencio, pero su rostro se veía iluminado con lo ocurrido después de la fiesta.

Se me estaba haciendo tarde, pero cuando corrí, el se apareció delante de mi. Tenía una mochila en su mano, seguro allí traía la ropa para cambiarse.

--¿Porque tan apurada?

--Porque si mi novio llega y te ve, estaremos en problemas. —Me sonrió de forma traviesa. Di unos pasos hacia mi, dejo caer su bolso, me rodeo con sus brazos y comenzó a besarme sin dar tregua.

Me levanto del suelo, lo rodee con mis piernas, dejando que el vestido subiera, y mostrara un poco de más.

Dan se rio de lo que sucedía pero siguió besándome.

Se sentó en el sofá, y me acomodo en su regazo. Me sentía tan feliz, pero sabia muy bien que esto nos mataría a los dos. Pero al diablo con esos malditos chupasangres.

Retrocedió para poder mirarme a los ojos, mi respiración era tan entrecortada como la suya.

--¡Por amor dios! Y yo que pensé que te había besado como quería antes. —Comento. Su expresión fue muy cómica.

--Y ahora que piensas.

--Que en esos momentos, no tenia la menor idea de lo que me estaba perdiendo.

Volvió a besarme, esta vez con mas pasión, no me había dado cuenta pero tire de él para acercarlo a mi, hasta que quedamos recostados en el sofá de la sala.

Él me miro, con una sonrisa en sus ojos. Levanto una ceja preguntándome por mi comportamiento.

--Desquitándome por el tiempo perdido—Respondí con un encogimiento de hombros. Me sentía en el cielo.

--Ya veo—Murmuro y volvió a besarme.--¿No teníamos que ir a una “reunión”?

--¡Mierda!—Me queje—Lo había olvidado.

--¿Lo habías olvidado? Pero eras tu la que hace menos de media hora decía que teníamos trabajo que hacer—Se burlo.

--Bueno, es que cuando tengo un entretenimiento como este, pierdo la noción.

--¿Entretenimiento?

--Si, uno que por lo que veo no me cansare por al menos años, años, años y...—Me callo con un dulce beso. Se acerco a mi oreja y me susurro de forma tierna.

--Te amo.

--Y yo a ti. —El me miro perplejo.--¿Que?

--¿Hablas en serio?--Parecia asombrado

--¿Porque te mentiría?--Me confundio su pregunta.

--No te dejare de amar nunca. Daria mi vida por ti. —Me dio un beso, y me levante del asiento.

Me quité los zapatos de tacón alto, y comencé a subir las escaleras. Antes de seguir me voltee para hablarle a mi novio.

--¿Quieres cambiarte en el baño o en mi habitación?

--¿En cual te cambiaras tu?

--Pues... en mi habitación.

--Ok. Yo también.

--¿Disculpa? No tengo tiempo para tus bromas.

--Pero ¿Quien dijo que estoy bromeando?—Las comisuras de sus labios se elevaron.

--Entonces...—Mi voz fue decayendo de a poco. Y sentí el rubor sobre mis mejillas. Oculte mi rostro detrás de una cortina de cabello e involuntariamente mire hacia abajo.

Dan subió unos escalones y se puso a mi altura.

Levanto mi barbilla para que lo mirara a los ojos, y me dedico una sonrisa torcida haciendo que mi corazón se acelerase.

--No te pongas así—Me dio un besito—Aunque debo reconocer que te ves adorable cuando te ruborizas.

--Pues a mi me parece patético. —Comente.

--No en ti. Y no te preocupes me cambiare en el baño. —Me dio otro beso. —El cual por cierto ¿Donde queda?

--Allí—Le señale.

Camine hacia mi cuarto y cerré la puerta.

Primero me quite el cinturón donde llevaba la estaca oculta en mi entre pierna. Lo deje sobre mi cama.

Luego con suma delicadeza me quite el vestido y también lo deje sobre la cama.

Busque mi blusa, un pantalón. Me las coloque con rapidez.

Mi celular comenzó a sonar y atendí.

--¿Hola?

--¿Sisi?—La voz de Mat preocupado.

--Si llamas a mi numero, suena algo estúpido que preguntes si soy yo la que contesta.

--Eres tú. —Aseguro.

Puse el teléfono en altavoz, y seguí vistiéndome. Alguien toco la puerta y con suave susurro pregunto.

--¿Puedo pasar?—La abrí la puerta a Dan. Y le hice señas de que no hablara en voz alta o Matías lo escucharía.

Ahora le preste atención a mi amigo que estaba en el teléfono.

--¿Que sucede Mat?

--Bueno, es que estabas en el baile, bailando con Dan y luego desapareciste, y no te encontré por ninguna parte y me preocupaba que hubiera sucedido algo, aun es muy temprano.

--Tranquilo, no pasó nada—Daniel frunció el seño, fingiendo estar herido, sofoque una risita. —Sabes que soy una adolescente ocupada, y bueno, esta noche no era la excepción.

--¿Entonces porque fuiste?

--Ya te lo dije.

--Ya recordé—Respondió después de unos minutos. Hacia frio afuera y comencé a buscar una campera para usar.

No me había fijado pero Dan estaba recostado en mi cama, y en sus manos balanceaba el cinturón con mi estaca y una gran sonrisa en su rostro.

--Por suerte, me porte bien contigo—Murmuro cuando se la quite de la mano.

En mi armario no había nada, pero comencé a sacar la ropa para ver si estaba allí.

--Mat. —Me dirigí nuevamente a mi amigo.

--Antes de que digas algo ¿Estas con Daniel y he interrumpido algo?

--¿Que te hace pensar eso?

--No lo se, solo decía. Pero tu ya estabas saliendo con Dan ¿Cierto?

--Si. —Saliendo, pero no en ese sentido. Sino que ayudándome a matar vampiros.

--Oh—Fue lo único que dijo.

--¿Donde esta tu novia?

--Lucia se fue al baño con María. Al menos hace diez minutos. —Comento a su pesar.

--Tranquilo

--¿Porque dices eso?

--Porque estas mal por que están tardando demasiado, pero así son ellas, son porristas tardan años en arreglarse.

--Ya veo.

--No te preocupes. A menos que beses mal.

--¿A menos que bese mal?

--Tú no besas mal Mat. —Daniel me miro fijo. —Créeme lo he escuchado de tus novias anteriores y es lo que mas extrañan.

--¿En serio?

--Claro. —Ya había encontrado mi campera y ahora estaba por guardar el vestido cuando mi amigo volvió a hablar.

--Respecto a lo que hablamos hace unos días.

--Si ¿Que con eso?

--Bueno, no te mentí, para mi Si—Remarco esas palabras—Fue importante. —Mire el móvil en silencio. No sabia que decirle. Eso ya había pasado.

Lo único que logré decir fue:

--¿Donde esta Lucas?

--No te preocupes, Lucas no esta conmigo, fue a buscar algo para beber, no ha oído nada de lo que dije. —Suspire aliviada.

--Pensé que estaba allí.

--No soy tonto, me asegure de que nadie oyera.

--Ok. No dejes que beba demasiado. Porque esta vez no podrás llevarlo a casa.

--Me asegurare de ello.

--Chao Mat.

--Adiós Sisi, te quiero.

--Yo también. —El cortó la llamada.

No me había fijado pero Dan no se había movido de donde estaba y me miraba fijamente.

Levante una ceja en forma de interrogación, pero él solo negó con la cabeza y se levanto.

--¿Lista?

--Lista. —Salí de mi habitación.

--¿No llevaras tu teléfono?

--Tienes que estar de broma, que si me llaman, aunque este en modo silencio nos oirán y estaremos muertos antes de que nosotros nos demos cuenta.

--No tienes que ser tan drástica. —Me voltee y le dio un beso que el respondió de igual forma.




Faltaba solo unos minutos para que llegásemos al lugar en donde se reunirían.

Ya era muy tarde, al menos quería escuchar la última parte de la conversación.

El no despego los ojos de mí en todo el camino y me estaba poniendo nerviosa.

--¿Porque me miras tanto?

--Porque eres irremediablemente hermosa...—Vacilo, lo mire—Y ¿Tu ya estabas saliendo conmigo?

--Claro, ero no de esa forma, sino que yendo conmigo ayudándome con el trabajo de cazadora.

--Ya entendí—Dijo con una sonrisa de satisfacción.

--¿Por que sonríes?

--Porque si “salíamos” en la manera a la que Mat se refería y no te estaba besando todo el tiempo saltaría de una cornisa.

--Como si eso te matara—Reí.

--No, pero atraería tu atención. —No podía estar enojada con él, así que solo le sonreí y el paso su brazo por mi cintura y me atrajo hacia si. Me dio un profundo beso, cuando este término me queje como niña pequeña.




Llegamos al bosque pero ya era tarde, solo quedaban dos vampiros murmurando.

--Vigílala.

--¿Porque yo?

--Porque si no lo haces yo te matare. —Los dos se gruñeron, pero al parecer uno tenia mas poder que el otro.

--Esta bien, pero no seré yo quien les envié el mensaje. —El otro vampiro se carcajeo.

--Tranquilízate, enviaremos a alguien adiestrado para que haga el trabajo sucio.

--¿Que haremos si rompe las reglas que le hemos marcado?

--Atacaremos.

--¿Todos?

--Si, todos—No pude evitar estremecerme. Mi novio me rodeo con sus brazos dándome seguridad.

--Sera divertido.

--Toda una ciudad para nosotros.

Los vampiros se despidieron y marcharon.

En un momento estaban ahí, y en menos de un segundo ya no lo estaban.

Siempre me preguntaba si así me veía yo cuando me movía a mi velocidad de vampiro.




Nos marchamos de allí, antes de que algún vampiro se le diera por regresar y nos encontrara allí husmeando.




El camino a casa fue en completo silencio, aun estaba pensando en la frase “Toda una ciudad para nosotros”.

Cuando Daniel hablo.

--¿Quienes son?

--No lo se.

--Pareciera que si, estas muy obsesionada con ese grupo en especial, ¿han hecho algo que no sepa?

--No han hecho nada, pero ese es el problema. No se a que están esperando. —Sabía que no me querían a mí junto a Daniel, ¿pero de que manera ayudara eso a dejar la ciudad para ellos?




Llegamos a casa, y busque algo en el refrigerador para comer, saque uno de los postres de papá.

--Es tarde—Comento mi novio—Deberías ir a dormir.

--Tienes razón. —Murmure. Él se acerco y me dio un beso.

--Dulces sueños cielo. —Otro beso.

--Si sigues así, dudo que me vaya a ir a dormir. —Dan rio y se marchó.

Fui a mi habitación, hacia días que no dormía, no estaba cansada pero con todo lo que había sucedido, necesitaría asimilarlo con un largo y profundo sueño.

Me puse mi piyama y fui a acostarme a mi cama. Cerré los ojos suspire profundo y me deje vencer por el sueño.




Oí unos pasos, pero no me iba a abrir los ojos, aun estaba muy cansada, mi cabeza estaba debajo de mi almohada.

--Sisi. —Era la voz de Antonio.

--Déjame—Me queje.

--Hija levántate. — Me toco el brazo.

--No quiero.

--¿Ni por ningún novio del mundo?

--Ni por ningún novio del mundo. —Me quede en silencio.--¿Que acabas de decir?—Me senté.

--Dan esta aquí y ya hablo conmigo. —Sonrió.--¿Porque no me lo dijiste?

--Porque desde que somos novios es la primera palabra que cruzo contigo y al parecer ya se me adelantaron. —Volví a acostarme. —Dile que venga a mediodía.

--Ya es mediodía—Repuso Antonio.

--Entonces que venga en dos horas.

--Sasha Lucrecia Zafiro, levántate ahora.

--Solo 5 minutos más.

--Nada de eso—Me destapo y yo me encogí. Me abrace a mi misma.

--¡Papá!

--Arriba pequeña. —Me quito la almohada. Y fruncí el seño.

--¡Ya basta!—Abrió las cortinas dejando entrar la luz diurna, dándome en la cara. No había sol así que no me quemaría, ni nada por el estilo. Grite enojada. Entonces papá encendió la luz.

--¿Sisi?

--¡Ya me levante! ¿Contento?—Me dirigí al baño para asearme. Podía oír la risa de Daniel y Antonio por mi comportamiento.

Luego de una ducha, Salí me cambie escondiendo dos estacas en mi cinturón como siempre y baje las escaleras refunfuñando.

--Buenas tardes—Dijo papá.

--¿Sabes?—Me detuve para saludar a Dan y darle un pequeño beso,--Lo de las cortinas no era necesario. —Bese a papá en la mejilla.

--Yo creo que si era necesario, no ibas a levantarte. —Me prepare mis cereales con leche en un tazón y me senté al lado de Daniel.

--Papá, voy al instituto, estudio...

--Seria buena escusa si te comportaras. —Comento Daniel.

--Gracias. —Dije de forma sarcástica.

--Eso es parte de ella, los vampiros aunque hemos logrado ser civilizados seguimos siendo bestias, y es difícil reprimirlo. —Explico mi papá.

--Sigo diciendo, demasiado tengo con el instituto, y agrégale lo de ser cazadora. Entonces cuando duermo, cosa que sucede cada una o dos semanas si es que tengo tiempo—Aclare—Quisiera un poco de paciencia. Pa tal vez tú no lo necesites pero yo no soporto tanto despierta.

--¡¿Como que tu duermes una vez cada una semana o dos?!—Pregunto mi novio alarmado.

--¿Que tiene de malo?—No entendía nada.

--¿Que que tiene de malo? Es dañino para la salud la falta de sueño, las personas deben dormir como mínimo ¡6 hs cada día! Y...

--Hija ¿Aun no se lo has dicho?—Comí más de mi cereal pero negué.

--¿Decirme que?—Pregunto Dan.

--Sisi no necesita dormir, solo lo hace cuando se aburre. —Informo papá.

--Eso no es cierto, a veces de verdad lo necesito. —Comente a lo que Antonio rio. —Lo digo en serio.

--¿Cuantas veces dormiste el mes pasado?—Indago Dan.

--Creo que no lo hice—Murmure.

--No me esperaba eso. —Repuso pensativo.

--Para serte sincera, NADIE espera algo de mí.

--Eso no es cierto—Discutió mi padre.

--Tú te haces falsas esperanzas.

--Sasha—Me reprocho Antonio.

--Solo decía, es decir, mira estoy a un pelo de ser expulsada del instituto por cuarta vez y solo tengo diecisiete años.

--Eso es porque te diviertes haciendo travesuras con Lucas.

--¿Solo con Lucas?—Pregunto Daniel con una carcajada. Le di una patada por debajo de la mesa.

--¿A que te refieres?—Pregunto papá a mi novio.

--A nada. —Respondí rápidamente.--¿Puedo preguntar que haces aquí?—Le pregunte a Dan.

--¿Quieres dar un paseo conmigo?

--Claro. —Me levante de un salto, lave el tazón que use y lo agarre de la mano y nos estábamos por marchar cuando me voltee salude a papá.

--Volveremos antes de que se marche—Aviso Daniel a Antonio.

Salimos y comencé a caminar cuando él me sujeto por la cintura y me atrajo hacia él.

--¿Que?

--¿A donde crees que vas?

--No lo se, pero vamos.

--No caminando. En el auto.

--¿Porque no te gusta caminar?

--No lo se. Ven sube. —Me dio un beso, me senté en el asiento del copiloto y encendió el auto.

--¿A donde vamos?

--A donde tú quieras amor.

--¡Al parque!

--¿Al parque?

--¿No quieres ir?

--Claro, siempre que tú estés allí, pero ¿Porque?

--De día, esta lleno de vida, pero de noche...

--Lleno de muerte.

--Y por eso me gusta, es un cambio total.

--Ya veo.




Llegamos rápido, aunque Daniel no conducía como yo, lo hacia mas rápido que una persona normal.

Bajamos y comenzamos a caminar tomados de la mano.

Algunos chicos se había puesto a mirarme, Dan gruño bajito y paso la mano por mi cintura, atrayéndome hacia él.

--¿Quieres algo?—Pregunto él. Asentí--¿Que?—Me pare frente a él, me puse de puntillas y lo bese, el me rodeo con sus brazos he hizo lo mismo. Estuvimos así durante algún tiempo.

Seguimos paseando por el parque, hasta que encontramos un banquillo blanco vacio y nos sentamos allí.

--Creo que quieres preguntarme algo—Comente.

--Yo... no... Bueno... si... digo no—Levante una ceja, no creo que sea tan difícil hacer una pregunta. Suspiro profundo.--¿Que tanto tienes de mi?

--El orgullo, el ego y la tenacidad. —Dan comenzó a reírse por mi respuesta.

--Déjame volver a preguntar ¿Que tanto tienes de vampiro?

--Mmm... Déjame ver—Me quede callada unos segundos—Pues los sentidos, veo, oigo, y todo lo demás como los vampiros.

--Por eso sabias donde estaba el día que fuiste a buscar tu campera—Asentí.

--También la velocidad y la fuerza.

--Por eso que no pude seguirte esa noche. —Me reí.

--No duermo.

--¿Entonces porque tu papá peleo para despertarte?

--Bueno, no necesito dormir, solo lo hago cuando quiero.

--¿Porque?

--Me gusta soñar, es divertido—Me encogí de hombros—Además nunca me canso físicamente, puede que si mental, por los nervios, ansias y todo ese tipo de cosas.

--Pero te dormiste en el auto de Mat, y no fue porque quisiste.

--Llevaba días con el estrés al máximo por tu culpa.

--¿Mi culpa?

--¿Que diablos hace un vampiro de 130 años en un instituto?

--¿Como sabes que tengo 130 años?

--Me lo dijiste el día que intentaste golpear a Víctor.

--El peor día de mi vida.

--¿Por?

--Por lo que hacías—Fruncí el seño. —Coqueteabas con Víctor, y casi besas a Jake.

--Por suerte estabas allí.

--¿Sabes? Me confundió un poco que cuando lo estuvieras por besar me llamaras para que te ayudara.

--De verdad gracias. —Se adelanto y me beso.

--¿Y a que te referías con “Cuando fuiste lo suficientemente ESTUPIDO como para beber sangre delante de mis amigos y de mi siendo que no me había alimentado como correspondía hace días”?

--No puedo creer que no te hayas dado cuenta

--Al parecer no.

--Como soy la mitad de cada especie, mi dieta...

--Consiste en las dos comidas—Termino por mí.

--Me enfermo y debilito si solo como comida humana y sucede lo mismo si solo es sangre. Y la vez que habíamos ido al bosque, hacia días que no me alimentaba bien.

--Y cuando sentiste la fragancia escapaste.

--Para no saltar sobre ti y quitarte la botella, o peor lastimar a algunos de mis amigos.

--Lo siento—Se disculpo.

--Ya no importa.

--Otra cosa.

--¿Que?

--¿Porque lloraste dormida? ¿De que trato tu pesadilla?

--Normalmente mis pesadillas me hacen despertar enojada y con colmillos—El rio—Pero esa no fue una simple pesadilla.

--¿A no?

--No fue un recuerdo de cuando tenía tres años, que había intentado olvidar. —El suspiro entristecido. Sabia que quería saber cual era el recuerdo pero no quería hacerme daño. —Mi niñez no ha sido muy feliz.

--No es necesaria que me lo cuentes, si no quieres.

--Si no te lo digo, te asustaras de algunas de mis reacciones. Cuando naci, papá convirtió a mi mamá en vampira, nadie sabe de mi, absolutamente nadie—Eso creía hasta unas semanas—Ellos por así decirlo desaparecieron.

--¿Porque?—Me abrazo.

--A ningún vampiro le agradaría la idea de que alguno de ellos se casara con una cazadora y mucho menos con Samanta. De la misma forma que a ningún cazador le agradaría que Samanta se casara con un vampiro y mucho menos se convirtiera en uno.

--Ya entiendo.

--Nadie, sabe que algo como yo existe, por eso se sorprenden o asustan cuando me ven luchar. —Me dio un besito. —Cuando cumplí dos años, comenzaron los problemas.

--¿Problemas?

--Nos habían descubierto, más bien a ellos, no a mí, dijeron que si no acaban todo irían a nuestra casa a matarlos ellos. Ellos se amaban demasiado como para separarse.

--Los entiendo—Murmuro Dan a mi lado.

--Pero sabían que si iban a casa me encontrarían y me matarían o seria usada en experimentos. —Mi novio me atrajo más a él. —Entonces...

--Escaparon—Dijo. Pero yo negué.

--No lo hicieron, Mamá fue a buscarlos para matarlos a todos ellos y que nosotros pudiéramos vivir tranquilos al fin. Papá se había marchado y volvería tarde, era de noche, a mi me dejo durmiendo en la cuna, pero he sido desobediente toda mi vida y Salí de allí. Cuando papá llego el llamo y busco a Samanta por toda la casa pero no la encontró, me vio en la escalera y me levanto preguntándome que había sucedido. —Mientras iba contando los recuerdos que había intentado olvidar resurgieron inundando mi mente.

Inicio del Flash Back.

--Sisi, bebe, ¿Donde esta mamá?

--Ella me dejo allí—Señale la habitación—Dijo que me quería que me portara bien y fuera buena niña, que estaba orgullosa de mi y se fue. —La cara de papá se transformo miedo, tristeza, todo eso junto. Mis ojos se llenaron de lagrimas.--¿Papi estas bien?

--Si, mi vida, ahora escúchame bien—Me bajo y me agarro de los hombros. —Por favor obedece. Quiero que te escondas como cuando jugamos. ¿Entiendes?—Asentí y corrí al armario de mi habitación y me escondí de forma silenciosa.

Oí la puerta cerrarse y a papá correr con desesperación por la calle, quería saber que sucedía pero algo dentro de mi decía que al menos por esta vez me comportara.

Fin del Flash Back.




--¿Te quedaste allí escondida?

--¿Que otra cosa podía hacer? Papá parecía asustado entonces lo hice, creo que fue la única vez que hice lo que mi papá me pidió sin hacer escándalo o aprender la lección.

>>No se cuanto tiempo estuve allí pero no me moví ni un milímetro hasta que Antonio llegó y cerró la puerta con fuerza y lo oí gritar mi nombre con voz quebrada.

>>Corrí hacia él, me abrazo y corrió a mi habitación cogió una mochila y la lleno de mis cosas. Luego fue a la suya, se vistió como cazador y en otra mochila coloco las cosas de cazadora de mamá, sus estacas, cinturones, todo lo necesario.

>>Salimos de la casa, se subió a su auto y viajamos, yo vivía en Seattle Estados unidos y ahora en Canadá, Vancouver. El viaje que hicimos fue muy largo, a mitad de camino papá paró y alquilo un auto, y destruyo el suyo para que no nos encontraran, además el antes de llegar a casa por mi, les dio un rastro falso para seguir.

>>Cuando llegamos el compro una casa con el dinero que tenia y busco trabajo en una oficina como abogado, yo estaba todo el día sola por eso contrato a Marta, la madre de Mat y así nos conocimos.

>>Antonio por las noches me dejaba pensando que dormía pero una noche me levante y lo espere en las escaleras, cuando llego el estaba...—No sabia como decirlo—Destrozado, tenia cortes que en alguien normal no hubiera vivido mas de 5 minutos. Había ido a buscar a los culpables de todo. Comencé a llorar y a gritar pensando que el me dejaría como hizo mamá, el luego me explico todo, lo de los cazadores, las amenazas y lo que era yo.

>>Era muy pequeña como para entenderlo pero lo volvió a hacer de nuevo cuando cumplí 8 años. —Reí con amargura. —Yo no sabia que había nada raro conmigo, es decir, para mi era normal tomar sangre de un vivieron y cosas como esas.

--Entonces lloraste porque recordaste esas cosas—Asentí—Pero...—Lo mire y el parecía que no se decidía hacer la pregunta.

--Pregunta lo que quieras. —Le asegura.

--Mmm... ¿Que sucedió con tu mamá?

--Papá fue a buscarla y ella había dejado dos rastros para que nadie encontrara la casa si sobrevivía alguno.

>>La estaban esperando, por lo que cuando papá llego ye era demasiado tarde, ya no la podía salvar por más que quisiera, yo se que él quiso morir en ese instante a su lado, se que se hubiera suicidado allí mismo, Antonio no podía vivir sin ella, ni ella podía vivir sin él, pero lo detuvo una sola cosa.

>>Antonio se quedo por mi, solo por mi, él lucharía para que al menos yo sobreviviera, por eso les dio otro rastro que seguir y fue a buscarme a mi, yo soy la misma razón por la cual el salía todas las noches a buscar vampiros y matarlos.

>>Aun me pregunto como lo hace, como hace para seguir viviendo cuando perdió todo lo que realmente le daba la importancia a su vida, como es que vive sin nada.

--El no vive sin nada, te tiene a ti.

--Pero yo lo defraudo siempre, en todo lo que hago.

--No es cierto.

--El nunca quiso que yo fuera cazadora por miedo a que me sucediera lo mismo que a mamá, pero yo le pedí por favor, que me enseñara a defenderme, Daniel soy cazadora desde los 10 años, salía con él y desde los 13 años salgo a luchar sola, mi vida es esto, lo llevo en la sangre y soy buena porque papá me enseño todo lo que sabia.

--Pensé que te gustaba hacer esto.

--Me gusta, ayuda con mi carácter, no puedo dejar que papá vea que a veces odio lo que soy, que no quiero ser mitad humana y mitad vampira, me gustaría ser una de las dos, por eso me gusta, puedo desahogarme luchando.

--¿Es por la misma razón por la que no te gusta llorar en frente de nadie?—Asentí.

--Pero tú siempre apareces para consolarme.

--A tus servicios bella damisela. —Me susurro y me dio un dulce beso.

--Pues esta damisela creo que se le hace tarde, porque el caballero le dijo a su padre que estaría antes de las ocho. —Ya estaba oscureciendo, no lo había notado.

--¿Soy un caballero? Genial—Me dio otro beso e hizo eso hasta que sentí la puerta de su auto en mi espalda, me separe de él y me sorprendí.

--¿Como llegue aquí?—Daniel rio suavemente y yo lo volví a besar.