♥¿QuE bUsCaS?♥

sábado, 9 de enero de 2010

Capitulo 17: CAMPING

CAMPING

Llegamos a casa en poco tiempo, antes de salir del auto de Dan le di un beso de despedida que el prolongo cuando atrapo mi cadera con su mano para atraerme mas a él.

El paró de besarme para que yo pudiera volver a respirar, solo me sonrió y yo me despedí con un “Te veo mañana en el instituto”.

Entre a casa y papá estaba en el sofá.

--¿Papá?

--¿Porque tardaste tanto?—Se levanto.

--Mmm...Para empezar, te dije que vendría antes de que te fueras y bueno... aun no te has ido—Respondí confundida.

--Claro.

--Papá ¿estas bien? ¿Sucede algo?

--Si, mi hija yo tiene novio. —Se quejo.

--Oh por favor, ¿Estas celoso?

--Soy tu padre. Yo... no quiero que te lastimen.

--Tranquilo, no lo hará. —Le di un abrazo y un beso en la mejilla. Mientras en mi mente pensé “Si supieras, temerías que yo lo lastimara”

Me fui a dar un baño, y me prepare para una noche de trabajo, me vestí, con un pantalón simple y una blusa con poco escote, encima un chaleco para ocultar mis estacas.

Antonio se había marchado hacia cerca de dos horas.

Salí de la caza y camine lentamente confundiéndome con las sombras como un fantasma. De esa forma nadie me vería y los vecinos no comentarían absolutamente nada.

Seguí caminando hasta llegar al parque, pude sentir el olor de vampiro apenas llegue.

Acto reflejo lleve mi mano a mi espalda, preparada para sacar una estaca cuando fuera necesario.

Esta noche si que iba a divertirme.

Pasaron unos minutos y no encontré nada. Parecía ser que el vampiro se había marchado. Busque tal vez si había dejado una victima pero igualmente nada.

Camine decepcionada, hasta que oí unos pasos, pero fingí no oír nada y seguí con mi camino.

Los pasos me seguían, y cuando corrieron hacia mi me moví muy rapido y el vampiro quedo de espaldas a mi.

Cuando este se volteo, me miro con el ceño fruncido.

--Dan ¿Que diablos haces aquí?

--Protegerte.

--Me diste un susto de muerte.

--Lo siento, no quise hacerlo. ¿Como hiciste eso?

--¿El que?

--Lo de eludirme, nunca vi algo parecido, ni siquiera un vampiro.

--Bueno, es que ya es algo reflejo. —Me encogí de hombros. –Cuando te dije que “Te veo mañana en el instituto” Esperaba que entendieras que no te quería conmigo esta noche.

--Eso es hiriente—Murmuro.

--Dan—Camine hacia él—No quería decir eso, pero entiende que hago esto desde niña, se lo que hago. —Le acaricie la mejilla suavemente.

--Pero tengo miedo de perderte. Temo que te hagan daño. —Es la segunda vez que escucho eso en el día, es mal augurio.

--Tranquilo, yo puedo.

--Es que...-Me atrajo hacia él—Eres tan...

--¿Tan?

--Tan frágil, pequeña...—Suspiro y me dio un dulce beso en los labios.

--Conmigo las apariencias engañan. —El soltó una carcajada amarga.

--Ya lo creo.

--Ahora, ya que estas aquí...—Me dio otro beso—Vamos a trabajar.

Estábamos por dar un paso, cuando un vampiro golpeo a Dan y lo lanzo contra un árbol.

Fue por mí, pero me moví y lo golpee, cayo al suelo y fue a donde estaba mi novio.

--Sisi, ¿Estas bien?

--El que fue lanzado eres tú—Le recordé.

--Si pero estoy bien ¿Y tu?

--Ni siquiera me ha tocado. —El se levanto y lo ataco, pero Dan mientras peleaba no dejaba de mirarme por temor a que me hiciera daño a mi. Por su desgracia fue golpeado nuevamente y cayó aun mas lejos con un gran ruido, me estremecí y corrí hacia el vampiro, no dejaría que saliera vivo después de eso.

Antes de que lo golpeara me llamo por mi nombre.

--Así que, tú eres Sasha—Rio. Con un movimiento certero lo patee y cayo. —A ti te buscaba cazadora.

--Tienes 30 segundos para decirme lo que quieres.

--Veo que estabas con tu noviecito.

--20 Segundos—Me limite a decir.

--Rompiste las reglas.

--¿Quien lo sabe?

--¿Que te hace pensar que no lo diré?

--¿Solo tu?—Pregunte esperanzada aunque no deje que se notara en mi voz ni en mi rostro.

--Con uno es solo suficiente.

--No en mi caso. —Sonreí.

--No lo harías. —Reí.

--No dolerá mucho. —El vampiro intento deshacerse de mi agarre pero ya era tarde, una estaca había atravesado su corazón.

Le encendí fuego, y camine hacia donde estaba Dan sin moverse, viéndolo así no pude contener la risa y me puse en cuclillas a su lado.

--¿Sisi?—Preguntó él. Me acerque para susurrarle.

--Tu y yo sabemos que los vampiros se curan a una increíble velocidad y tu, cariño, no eres la excepción. —El se carcajeó y tiró de mí, me acomodo en su regazo y comenzó a besarme.

--¿Estas bien?

--Si, ya te lo dije, pero la próxima que quieras pelear contra un vampiro no pierdas tiempo mirando si estoy bien. Por que se defenderme sola.

--Lo mismo seguiré mirándote para asegurarme.

--Como digas. —Me besó de nuevo y regresamos a casa. Ordene algunas cosas para el instituto, mientras el estaba recostado en mi cama.



--Tu cama es cómoda—Comento perdido en sus pensamientos.

--Lastima que no la use seguido. —Los dos reímos. —Ay no—Me queje.

--¿Que sucede?

--Olvide estudiar para historia.

--¿Lo olvidaste?

--Bueno no—Me sonrió—Pero recordé que estoy a un paso de que me expulsen del instituto.

--¿Quieres que te ayude? Yo se mucho.

--Eso es porque tú tienes memoria fotográfica y tu mente es la de un vampiro.

--Al menos déjame intentarlo.

--No eres el único con esa inteligencia. —Abrí mi libro y en menos de 5 minutos ya había terminado la lección.

--Tramposa—Me acusó cuando deje el libro en la mesa.

--Mira quien habla, ya has hecho el instituto.

--La verdad no. —Lo mire fijo.

--No bromees.

--No lo hago. Fui convertido a los 18 años. Y en esa época no había buena educación y solo la tenían las personas con dinero.

--¿Entonces como sabes tanto?

--De la misma forma que tu, leyendo.

--Ya veo. –El se acerco y me dio otro beso antes de despedirse de mí, le pedí que no viniera a buscarme y si lo hacia que nos fuéramos caminando.



Ya era la mañana, me di un baño y baje a desayunar. Esa noche saldríamos de compras con papá.

Como era obvio Dan no apareció por casa y yo sonreí ante la idea de verlo caminar quejándose.

Llegue caminando y los chicos me estaban esperando, pero Mat estaba solo.

--Te lo tenías bien guardado—Dijo Lucas en modo de saludo.

--¿Que?—Fruncí el seño.

--Se refiere a que Daniel es tu novio—Explico María con una sonrisa en su rostro.

--Si, claro, como digas—Respondí, dejando a Lucas con la boca abierta.--¿Donde esta Lucia?—Me dirigí a Mat.

--Ya debe estar por venir.

--Ya que me dejaste sin palabras con tu comentario—Comentó Lucas--¿Puedes decirme porque te importa tanto que Matías siga con Lucia?

--Porque me arriesgue a salvarlo cuando Jake busco a su novia, siendo que Lucia estaba con Mat. Y Jake es insoportable, así que más te vale que eso dure porque no me arriesgue por ti por nada.

--Ya me quedo claro y...—Dijo mi amigo—Allí viene.

--Que suerte—Me relaje.

--Aun es temprano—Dijo Lucas. —Sasha necesito que me des tu consejo.

--María creo que tu novio esta ebrio—Le dije a mi amiga.

--Muy graciosa, pero hablo en serio. —Levante una ceja.

--Bueno, que quieres. —Pregunte fingiendo cariño.

--El miércoles no habrá clase no se porque.

--Desinfección por precaución—Dijo Lucia que estaba en brazos de mi amigo.

--Claro—Respondió María.

--Bueno, el caso es este—Lo mire—No me decido entre ir el martes a la noche a la discoteca o el miércoles a un día de campo.

--Campo—Dijeron las chicas al unísono.

--Pero la discoteca...—Comenzó Matías.

--¿Y tu Lucas que decides?

--Día de campo con María. —Sonrió.

--¿Entonces porque me preguntas? Si todos quieren día de campo.

--Porque no te soportaría quejándote todo el día.

--¿Y porque tendría que quejarme yo?—Me crucé de brazos.

--Porque tú vendrás con nosotros. —Me acerque a Lucas y María.

--Sabes lo que sucedió el último día de campo, no quiero eso de nuevo.

--Solo seremos nosotros 6. —Suspire aliviada.

--Entonces quiero día de campo.

--Sisi—Se quejo Mat.

--Lo siento, pero yo no podría ir a la discoteca.

--Ah lo siento. —Se disculpó.

Entramos a nuestro salón, Dan aun no había llegado, a mitad de clase de historia, Dan entro fingiendo estar agitado.

--Siento la tardanza. Pero mi auto se rompió.

--No quiero escusas señor Sifrane. Y ahora tome asiento.

--¿No te dije que era mejor caminar?—Susurre bajo para que nadie me oyera a excepción de él. —Además, tu auto no tiene nada.

--Tienes razón, pero fui a buscarte y tu padre dijo que ya habías salido así que conduje lento para ver si te encontraba. —El profesor ya estaba dando clase pero no podía oírnos.

--Te dije que...

--Lo se—Contesto.

--Es imposible hacerte entender. —Me queje.

Salimos de clases y caminamos como siempre solíamos hacerlo.

Íbamos camino a la cafetería cuando Jake me intercepto en el camino para pedirme algo.

--Hola Sasha. —Me sonrió.

--Hola—Respondí cortante.--¿En que te puedo ayudar?

--Bueno el miércoles no hay instituto así que...

--Lo siento, estoy ocupada.

--No lo creo. —Se cruzo de brazos.

--Bueno créelo, y si no pregúntale a Mike que seguro te dirá que su hermano se ira con nosotros. —Seguí caminando junto a Dan.

--No lo soporto. —Se quejo.

--No es a ti a quien molesta.

--Me molesta que se acerque a mi novia. —Solo me reí de su personalidad celosa.--¿Me puedes decir como convencerás a Lucas de que vayan el miércoles de día de campo?

--Porque de verdad iremos.

--¿Iremos?

--Sip, vamos los seis.

--¿Y como es que no lo sabia?

--Porque se rompió tu auto—Comente entre carcajadas.

Entramos a la cafetería.

--Hola—Dijo Dan.

--Hola Sis...—No lo deje terminar.

--Si rompes con ella en esta semana me encargare de matarte yo misma ¿Quedo claro?

--Jake...

--Es insoportable. —Me queje.

--A mi tampoco me cae bien.

El día termino normal, Salí con Daniel, cuando subí a su auto me dio un beso y fuimos a casa.

No había nadie. Busque por toda la casa en menos de dos segundos, mi novio me miraba atónito por ver la velocidad.

--¡Pa!—Nadie respondió. —Antonio. —Y aun así nada.

Alguien abrió la puerta y con un rápido movimiento saque una estaca. Pero era papá que acababa de llegar.

--Hola chicos.

--No vuelvas a hacerme eso. —Me queje guardando mi estaca.

--¿Llevas esa estaca al instituto?—Pregunto Dan.

--Nunca salgo sin una. —El solo rió.

--¿Que tal el día?

--¿La verdad o la mentira?

--Mmm... La verdad.

--Una grandísima...

--Sasha. —Exclamo papá.--¿Porque siempre dices eso? ¿Tanto odias el instituto?

--No odio el instituto. —Me excuse.

--Yo odio los que van allí. —Dijo Dan y yo solo reí.

--Y yo que haya tantas reglas que seguir.

--Ya veo, por eso tu comportamiento. —Dijo papá seriamente.

--Papi, el miércoles puedo ir con los chicos al campo.

--Claro hija. ¿Quieres el auto?

--No será necesario, yo la llevare. —Se adelanto mi novio.

--Gracias—Le dije.



Dan se quedo en casa haciendo la tarea, él me miraba mientras yo terminaba la mía.



Esa noche no encontramos nada en ninguna parte, los vampiros habían desaparecido.

Era martes y el día fue por así decirlo más que aburrido.

Dan también me llevo hasta casa y dijo que pasaría por mi a las 6 de la mañana, como todos habían acordado salir a las 6:30.

Por la noche salimos de compras con papá. Me alimente bien, para que no hubiera ningún incidente en el día de campo.



Era de madrugada y fui a darme un baño antes de que Dan llegara. Acomode mi bolso y justo cuando acababa de arreglarme. Oí unos suaves golpes en la puerta.

Fui a abrir y mi novio parecía sacado de un sueño, como un ángel oscuro. Hermoso pero malvado.

Le sonreí. El dio un paso y me abrazo con fuerzas.

--Hola Antonio. —Saludo aun abrazándome.

--Hola Daniel.

--¿Estas bien? ¿Paso algo anoche?

--No no sucedió nada, y estoy bien no te preocupes. —Me dio un pequeño beso en los labios y salimos de casa.



Cuando subimos a su auto el tomo un profundo respiro.

--Ya, estamos solos, Dime que diablos te esta pasando, porque me estas preocupando. —Arrancó el auto.

--Como no quieres que este así, si anoche desapareciste, no te encontré por ninguna parte, ni siquiera estabas en tu casa. ¿En donde estabas?

--Fui de compras. —Me miro con la boca abierta.

--Hablo en serio, por poco me muero cuando no te encontré y tú me dices que estabas de compras—Termino sonando mas como una pregunta que como una afirmación.

--Pero es cierto, fui de compras.

--Claro, a las 3 de la mañana.

--Oh lo siento, cuando digo que voy de compras, quiero decir que voy de caza.

--¿Anoche fuiste de caza?

--Sip—Respondí con una sonrisa.



Llegamos a la casa de Lucas y ya nos estaban esperando.

--Bendito será el día en que llegues a tiempo.

--Yo llegue a tiempo, ni loca llegaría 10 minutos antes.

--Eres...

--¿Soy?

--Olvídalo, si lo digo Daniel y Matías estarán de tu lado.--Lucas se fijo en su reloj pulsera y dijo:--Ya es hora de irnos.

Su auto estaba al lado del de Daniel.

--¿Puedo conducir?—Le pregunte a mi novio con una sonrisa.

--Claro cielo—Me entrego las llaves pero Lucas camino a nuestro lado con una sonrisa en su rostro.

--Yo que tu no lo haría. —Daniel le frunció el seño.

--¿Que tiene de malo?—Pregunto mi novio.

--Olvídalo—Le di un beso y le entregue las llaves. —Vámonos antes de que Lucas comience a quejarse como anciano.

--Yo no me quejo como anciano. —Grito Lucas.

--¿A no?—Interrogo Mat—Si no te conociera desde los 12 años diría que eres uno.

--¿Lo ves? Siempre esta del lado de Sasha. —Se quejo nuevamente.

--Sufre—Le dije y se metió a su auto enojado. Todos comenzamos a reír, su novia aunque rió con nosotros, subió al auto de Lucas y le dio un beso a su novio para tranquilizarlo.



El camino no era tan largo como el de la vez pasada, además este era un claro diferente, quedaba del otro lado de la ciudad.

Iba en silencio tomada de la mano de Daniel, él cual me prestaba más atención a mí que a la carretera.

--Agradezco que no seas humano—Le dije.

--¿Porque?—Se carcajeo.

--Porque a esta hora estaríamos muertos, ni siquiera ves por donde conduces.

--No es necesario.

--Algo que he aprendido con la vida que llevo es guardar las apariencias, cosa que no recuerdo a veces. —El se acerco y me dio un beso.

Cuando se alejo de mi, lo rodee con mis brazos y lo atraje para besarlo nuevamente. El no opuso resistencia.

--¿Y las apariencias?

--Pueden esperar. —Murmure entre sus labios.

El viaje fue de aproximadamente dos horas.



Cuando llegamos el lugar parecía ser muy tranquilo, sacamos nuestros bolsos y buscamos un lugar para instalarnos.

María camino a mi lado y cuando encontramos un lugar, tiramos unas mantas y nos recostamos a la sombra de un árbol.



Daniel no tardo en rodearme con sus brazos, lo mismo hizo Lucas con María.

Estábamos exhaustos por los días de estudio, pero siempre que se podía íbamos a un lugar tranquilo para que el estrés no nos ganara.

Lucas, Daniel y yo teníamos los ojos cerrados solo para tranquilizarnos, principalmente nosotros dos que no necesitábamos dormir.

Mi amiga se estaba durmiendo pero pregunto.

--¿Donde están Matías y Lucia?—Lucas y yo comenzamos a reírnos por que conocíamos muy bien la respuesta.

--Duérmete mi amor—Le dijo Lucas a María.

--¿Pero porque tardan tanto?—Sabia que mi compañero estaba aguantándose la risa, así que fui yo la que respondió a su pregunta.

--La verdad, no querrás saberlo.

--Ohhh—Fue lo único que ella dijo. Cuando entendió, sentí el calor de la sangre de sus mejillas.

Todos nos quedamos en silencio, se podía oír el gorjeo de los pájaros, y también podía oír los pasos de mi amigo y las risas de su nueva novia.



Aunque no durmiera me acomode en la manta de la forma en que lo haría si durmiera.

Lucas y María se habían dormido hacia menos de una hora, entonces Dan me abrazo y yo recosté mi cabeza en su pecho.

El se rio entre dientes pero no dijo nada y me atrajo mas a él.

Nos mantuvimos así durante mucho tiempo, hasta que Lucas se despertó.

Aunque no abrí los ojos supe que se sentó y acomodó a su novia de modo que esta siguiera durmiendo. Camino en pasos sigilosos hasta mi lado y antes de que dijera algo y hable primero.

--¿Que quieres?

--Pensé que estabas dormida.

--Yo también—Dan ni se movió, interpretaba bien su papel de un chico dormido.--¿Que?

--Necesito que me acompañes al pueblo.

--¿Porque yo?

--Sabes el porque. —Me senté y quite el brazo de Dan que estaba rodeando mi cintura.

--¿Porque no me avisaste antes?

--Te veías cómoda—Se rio y le lance una mirada de muerte. —Vamos, quiero volver antes de que María despierte.

--Espera—Saque una hoja y escribí.

Dan:

Ya vuelvo acompañe a Lucas al pueblo.

Sisi.

Lucas le escribió algo a María y lo dejo al lado de su mano.

Nosotros caminamos por el camino hasta llegar al auto. Estaba por subir al asiento del copiloto y Lucas se paro a mi lado y me dio las llaves de su auto.

Solo bufe y blanquee los ojos.

Comencé a conducir.

--Sasha a la izquierda. —Me indico.

--¿Es muy lejos?

--No tanto ¿Porque preguntas?

--Cuanto tardas del pueblo a donde estamos nosotros.

--Cerca de una hora.

--Eso es suficiente—Pise el acelerador y comencé a pasar los 120Km/h.

Cuando entramos en el pueblo baje la velocidad de forma notable.

Paramos en una tienda y Lucas compró las bebidas. Luego fuimos a una pizzería y compramos tres.

Cuando nos las dieron estaban hirviendo, tanto que me queme las manos, pero estas se curaron rápidamente.

Subimos de nuevo al auto, acomodamos las cosas de tal modo que no se cayeran de su lugar mientras yo condujera.

Acelere y esta vez fueron 170km/h. Nada comparado con lo que ha llegado a ser.

Llegamos a donde estaba Dan muy rápido, yo saque las pizzas y Lucas llevo las bebidas.

Todos estaban sentados, y nos miraban, Dan se levanto y fue a recibirme con un beso en la boca y una gran sonrisa.

Me senté y abrimos las cajas de pizzas.

--¡Pizzas!—Exclamo Matías.

--Delicioso—Agrego su novia.

--Aun esta tibio—Comento María. Lucas y yo nos miramos fijos.

--No lo creo amor, seguro debe ser porque comenzó a hacer frio.

--María tiene razón—Defendió Lucia—Esta tibia y las bebidas aun frías.--¿Donde queda ese pueblo? No creo que lejos, sino la comida estaría fría y las bebidas calientes.

--Bueno, el pueblo no queda tan lejos al fin y al cabo—Debería darles la razón o notarían que no fue una buena conducción.

Luego de que comimos, todos nos fuimos para diferentes lugares, a caminar y despejarnos un poco.

Yo camine de la mano de mi novio, hasta que este paro me rodeo con sus brazos y comenzó a besarme.

Escuchamos unos pasos así que Dan me levanto.

--¿Que haces?

--Vamos a un lugar donde nadie moleste. —Saltó a la rama de una árbol, yo me apreté mas a él, podría hacer eso sin que me diera vértigo, el problema era que mis pies no tocaban el piso.

Llegamos a la rama más alta de un árbol y allí nos sentamos y él siguió besándome.

Estuvimos así por un largo tiempo hasta que él me miro y dijo:

--Quiero decirte algo.

--¿Que?

--Te amo—Me reí y el volvió a besarme. —Es otra cosa.

--Si ¿que?

--Bueno, Lucas dijo que no era buena idea que tu condujeras mi auto y tu papá dijo “No conduzco como ciertas personas” ¿A que se refieren con eso?

--¿Porque preguntas?

--Porque ellos te conocen y...

--Es eso, o fue porque oíste todo lo que dijo Lucas por teléfono cuando íbamos en el auto de Mat.

--Por eso también.

--Bueno, es que cuando estoy sola o uso el auto de papá excedo el límite de velocidad. —Explique.

--¿Cuanto?

--Normalmente pasa los 180km/h—Murmure muy bajo.

--¿Que? ¿Y como Lucas sabe de eso?

--Bueno...—Suspire. La historia era larga. —Lo que te contare no lo debe saber nadie, ni siquiera Matías.

--Está bien.

--El año pasado, Matías viajó así que, él no sabe nada. Era de noche y...

Inicio de Flash Back

Era de noche y papá se había ido a trabajar hacia ya una hora.

Yo me estaba preparando para ir de caza, pero esta vez seria en la ciudad vecina, últimamente había demasiados muertos para ser solo un asesino en serie.

Afuera hacía un frio terrible, y camine hacia donde estaban las llaves de auto de papá cuando mi teléfono celular comenzó a sonar.

--¿Hola?

--Hola Sasha, soy Lucas—Sonaba agitado.

--¿Que sucede?

--Necesito que me hagas un favor.

--¿Un favor?

--Si, por favor—Rogó.

--Dime y veré si puedo ayudarte.

--Necesito que me lleves a la ciudad vecina.

--¿Cuando?

--Ahora. —Hoy tenia trabajo.

--No puedo esta noche, ¿Mañana?

--No ahora, es urgente.

--¿Y tu auto?

--En el mecánico.

--¿El de Mike?

--Esta inutilizable

--¿El de Mat?

--Sabes que esta de vacaciones.

--¿El de tus padres?

--Ellos no están. Sasha por favor, de verdad necesito que me lleves. —Suspire, sonaba de verdad necesitado.

--¿Donde estas?

--A unas calles de la casa de María.

--Tienes 20 minutos para llegar aquí o no te llevare.

--¿Es un si?

--Si.

--Gracias Sasha, de verdad. —10 minutos más tarde oí golpes en la puerta de casa.

Abrí y estaba Lucas respirando entrecortadamente, con una camisa de mangas cortas, temblando de pies a cabeza.

--¿Que diablos?—Corrí al armario, y saque una campera y se la puse. Le quedaba justa. Él se miro y me sonrió.

--¿Desde cuando tienes una campera de chico en tu armario?

--Es de Matías.

--¿No se molestara si la uso?

--El nos esta aquí, por lo tanto el no puede enfermarse como tu, sin esta campera.

--Gracias.

--Vámonos. —Subimos al auto de mi padre, era negro con vidrios polarizados.



El viaje duraba aproximadamente tres horas y media. A velocidad normal.

Los dos íbamos con el cinturón de seguridad, Lucas por su parte iba callado mirando por la ventanilla.

Unos cinco minutos después de haber dejado la ciudad atrás el hablo:

--¿No te importa saber porque necesito que me lleves urgente?

--Si no me lo quieres decir, no te obligare—Respondí con la mirada fija en la carretera. No esperaba que siguiera hablando pero eso fue justamente lo que hizo.

--Es Mike.

--¿Que sucedió con él?

--Se accidento—Dijo en un murmullo, sentí un escalofrió recorrerme.

--¿Cuando?

--Hace unas 5 horas, creo, estaba en casa de María cuando me llamaron para avisarme.

--¿Y?

--No le dije nada a ella, iba a asustarla. Sasha por favor no le digas nada, no quiero preocuparla.

--Tranquilo, mi boca esta cerrada.

--¡Es un idiota! ¿Acaso no sabe que si algo le sucede mamá moriría?

--Lucas los accidentes ocurren—Intente calmarlo.

--No, ese accidente el se lo busco—Lo mire fijo. —Salió de fiesta y el imbécil bebió de más y chocó. —Puse una mano sobre su hombro.

--Veras que todo saldrá bien.

--No lo creo, los médicos dijeron que fue algo grande.--Inconscientemente tome su mano y le di un suave apretón, él hizo lo mismo y murmuro.

--Gracias.

--Para eso están los amigos.

--¿Aunque sean amigos insoportables?—Pregunto tristemente.

--Siguen siendo amigos—El rio amargamente.

No fue mucho tiempo hasta que el hablo.

--Sasha.

--¿Mmm?

--Eres buena amiga.

--Gracias. —Reí.

--Cuando te dije urgente no era para que vayas a 210km/h.

--Siempre es así, con el auto de papá.

--¿Siempre?

--Si.

--SI Mat se entera te mata.

--Si se entera, pero como esta de vacaciones...

--No le diremos nada. —Asentí y reímos juntos.

Cuando entramos a la ciudad le pregunte.

--¿Cual hospital?

--El de urgencias. —Conduje hábilmente entre los otros autos.

--Ya llegamos—El aún no se bajo.

--¿Puedes acompañarme?

--Claro—Ingresamos al establecimiento subimos por el elevador y entramos a un pasillo.

Una enfermera que estaba de guardia pregunto.

--¿Puedo ayudarlos?—Lucas no dijo nada, parecía asustado.

--Hola, Mike Fells, él es su hermano y yo soy se prima, tuvo un accidente y...

--La sala 963.

--Gracias. —Puse una mano en el hombro de mi amigo para reconfortarlo.

Entramos a la sala y Mike estaba lleno de tubos y maquinas por todas partes.

La madre de Lucas corrió hacia él cuando lo vio entrar y comenzó a llorar, luego su padre se acerco a mí y me dijo:

--Sasha gracias por traer a Lucas, de verdad te lo agradezco.

--No fue ningún problema. —Antes de marcharme mi amigo me llamo.

--¿Que necesitas Lucas?

--Me preguntaba si... no quiero quedarme aquí no me gusta... ¿Crees que podrías?

--Llevarte a casa. —Asintió. —Claro, solo llámame, tengo algunas cosas que hacer en la ciudad.

Me marche.

Esa noche estuve muy ocupada, no era solo un vampiro como espera, eran tres.

Ya era madrugada y mi teléfono comenzó a sonar.



Lucas estaba esperándome en la puerta del hospital, subió, tenia unas grandes ojeras.

Conduje en silencio hasta llegar a su casa, el estaba medio dormido, por lo que lo ayude a entrar a su casa y subir las escaleras.



Me fui a casa, aun preocupada. Pero unas horas mas tarde, él me llamo

--Gracias por todo Sasha.

--¿Iras con María?

--Si, no quiero estar solo en casa, papá y mamá se quedaran hasta que Mike salga y pueda venir a casa.

Fin del Flash Back.



--No entiendo por que, después de ese día, cada vez que llegaba a su casa, antes de irse a dormir, me llamaba para decirme como estaba la situación de su hermano.

--Tal vez, necesitaba hablar con alguien, y tú eras la única persona con quien podía desahogarse.

--Tal vez...—Mi novio me abrazo y me besó.

--Entonces tú conduces como loca. —Me encogí de hombros.

--Y tú como alguien que esta aprendiendo—Reímos y volvió a besarme. Hasta que mi teléfono comenzó a sonar.

Maldije bajo mi aliento.

Era Mat, me avisaba que nos íbamos en media hora ¡Media hora! Podría haberme llamado cuando faltaran 10 minutos.