♥¿QuE bUsCaS?♥

domingo, 21 de marzo de 2010

Capitulo 20: MENTIRA

MENTIRA

Cuando estábamos en la cafetería nadie decía nada.

La campana sonó y Mat me agarró del brazo y me arrastró con él.

Antes de que comenzara con su sermón de “Porque no eres mas cuidadosa” apareció Lucas con una gran sonrisa en su rostro.

--¡Sasha! ¿Ya estas mejor?—Asentí--¿Que tenías?

--¿Como que que tenías?—Discutió mi amigo--¿Eres estúpido o te haces?

--Y a ti que te pasa. —Se quejo Lucas.

--Ella el viernes...—Le tape la boca antes de que siguiera hablando, el se revolvió pero acerque mis labios a su oreja y le susurre.

--Mike no le dijo nada, ni a él ni a María ¿Que no lo ves?—Se quedó quieto.

--Ella, el viernes, tuvo una decaída, falta de azúcar nada importante. —Mintió Mat.

--¿Que diablos me están ocultando ustedes dos?—Lucas se cruzó de brazos.

--Nada—Respondimos al unísono.

--Aprendan a mentir—Lucas habló entre dientes.

--¿Que te hace pensar que estoy mintiendo?—Indague.

--Que le tapaste la boca a tu amiguito y luego le dijiste algo al oído. —Nos miramos con Mat por unos segundos.

--Se me hace tarde—Habló rápidamente Matías, y se fue a su clase, yo por otra parte no podía hacer nada, ya que la próxima hora era la que compartía con él.

--Cobarde—Murmuré. —Gracias Lucas.

--¿Que? ¿Y a mi porque?

--Me salvaste del sermón de Matías.

--Cuando quieras. —Sonrió. —Oye, ¿Porque no fuiste a mi fiesta ayer?

--Porque no podía salir. Papá temía que no me sintiera muy bien.

--Ya veo. —Entramos y el profesor aun no había llegado. Dan estaba concentrado en otra cosa cuando me senté en mi asiento.

--¿No que ibas a hablar con Matías?—Susurro mi novio, siendo yo la única que lo escucho.

--Iba, pero apareció Lucas y al parecer, no sabe lo que ha pasado, le dije que tuve una recaída. —El profesor entró y yo me concentre nuevamente en la materia.



Ya habíamos salido, y escapé de Matías fingiendo estar enojada por haberse marchado.

--¿Y?—Preguntó mi novio.

--¿Como que y?—Eso me confundió.

--¿No vas a decirme como escapaste?

--Nop.

--Pero ¡Tu padre es vampiro, no puedes engañarlo!

--Sigue gritando que me parece que no te oyeron. —Dije furiosa. —Y adivina qué.

--¿Que?

--Ya lo he engañado no una, sino varias veces, y a ti también, así que me importa poco si son vampiros o no, ninguno puede conmigo. —Y comencé a caminar alejándome del auto.

--¿Que haces?

--Irme a casa ¿Que crees? Además mi castigo ya terminó, no tienes que seguir cuidándome. —Él se quedo ahí mirándome sin decir nada, parecía sorprendido, ¿Pensaba que solo porque él era vampiro era superior a mi?

Todos éramos iguales, puede que ellos fueran mucho mejor que yo en algunas cosas, pero no en todo.

Camine enojada y me tomé mi tiempo, ¿Y si Dan le decía algo a Antonio? Estaba muerta, pero no podía empeorar.

Mi celular comenzó a sonar y atendí, el que llamaba era Matías.

--Que—Hable agriamente.

--¿Porque te marchaste? Tenía que hablar contigo.

--Bueno, hazlo, soy toda oídos. —Se aclaro la garganta y yo me preparé.

--¿En que diablos estabas pensando? ¿Acaso estas loca? ¿Porque lo hiciste?

--¿Puedo contestar?

--NO. ¿Porque actúas sin pensar? ¿Que dijo tu padre? ¿Sabe que sucedió realmente?—Ya estaba llegando a casa, y vi estacionado el auto de Dan, suspire profundamente.

--¿Mat?

--¿QUE?

--¿Podemos hablar mas tarde? Presiento que no eres el único en querer gritarme hoy.

--¿También va a gritarte Dan?

--Seguro, creo que después de papá. —Entré a casa, y los dos estaban en el sofá viendo televisión, pase por el lado de ellos, aun no había terminado de hablar con mi amigo.

Por otro lado, Antonio Y Daniel, pensaban ignorarme así que sonreí para mí misma, no me molestarían tendría un descanso.

--Tu padre esta en todo su derecho de gritarte.

--Aja.

--Por amor de Dios ¿Cuando hiciste eso pensaste en como le afectaba tu decisión a tu padre?—Abrí la heladera y saque un botellín de agua, y bebí.

--La que bebió el agua de la botella fui yo no él, no entiendo como le afectaría.

--¿Y si era demasiado? ¿Y si tu cuerpo no lo asimilaba? ¿Y si morías de sobredosis?

--Deja de ser tan drástico Matías. —Dije.

--¿Nunca has pensado en que le haría otra perdida a tu padre? ¿Ni siquiera se te paso por la mente?

--No—Murmuré con un suspiro cargado de pena.

--Tu padre sufrió demasiado con la muerte de Samanta—Levante la cabeza, y mire a Antonio que me miraba fijo, mis ojos se llenaron de lágrimas, así que mire a un lado, y respire profundo.

--Mat, no me gusta hablar de eso—Si lo hacía me invadían esos recuerdos, mi parte vampira saldría a flote, y no quería eso.

--Pero debes.

--CLARO QUE NO DEBO.

--Sisi.

--No me gusta recordar esas cosas, Matías, pensé que ya te lo había dicho.

--Pero al menos piénsalo ¿Tu padre soportaría perder a otra persona importante en su vida? Sisi ¿Que haría tu padre sin ti?

--Mat basta, por favor—Una lágrima se deslizó por mi mejilla.

--¿Crees que a tu padre no le importa lo que te suceda? Piensa en Samanta, PIENSA EN TU MADRE Y LO QUE ELLA LE HIZO. —Un gruñido salió de mi pecho, mis sentidos se agudizaron y sentí mis colmillos.

--Mat adiós—Mi voz salió sedosa como si intentara que confiara en mi para luego lanzarme sobre su cuello. Estaba perdiendo contra mi parte vampírica.

Unas lagrimas se derramaron, ya no podía contenerlas, esas palabras me lastimaron “Piensa en tu madre” esa frase resonaba en mis oídos.

--Hija—Papá me tomo de la mano, pero con un rápido movimiento, lo inmovilice, lo mire a los ojos desafiándolo y luego le gruñí. Papá se quedo en su lugar, nunca me había visto así, siempre lo ocultaba.

--Sasha—Gritó mi novio, y eso me ayudo un poco, solté a Antonio y me aleje.

--Ay no—Murmure. Cerré los ojos respire profundo. —Contrólate, contrólate. —Me repetía a mi misma.

Pasó cerca de media hora y volvía a abrir los ojos. Los dos me miraban fijamente.

--Sisi, hija—Papa volvió a acercarse.

--Lo siento—Miré al suelo, me sentía muy avergonzada.

--¿Que fue eso cielo?—Preguntó Dan.

--Falta de autocontrol.

--¿Falta de autocontrol?—Repitió mi padre.

--Ya te dije, que escondo en lo mas profundo de mi la parte vampira, es como una doble personalidad.

--Una muy peligrosa—Agregó mi novio.

--Y eso que, solo viste una pequeña parte de ella.

--Tú jamás has actuado así—Demandó Antonio.

--Siempre que estoy apunto de perder el control, huía. —Sonreí amargamente. —Se que nunca me harías daño, pero en ese estado yo no piensa a quien lastimo y a quien no.

--Pensé que exagerabas. —Murmuró Antonio.

--¿Te lastime?--Pregunte ansiosa.

--No llegaste a hacerlo.

--Papá lo lamento mucho, no quise...—El rápidamente me abrazó y volví a sentirme como cuando tenia tres años.

--Tranquila pequeña ya pasó.

Pasé la tarde encerrada en mi habitación, pero los dos venían constantemente a preguntar si necesitaba algo.



Los demás días pasaron normales, rendí bien los exámenes finales, estaba feliz por ello.



Hoy era el ultimo día de clases, todos estábamos afuera esperando a que mi Dan llegara, los profesores habían pedido hablar en privado con él sobre sus calificaciones.

Me sentía muy sola, principalmente por él solo hecho de que María estaba besando a Lucas, y Lucía besaba a mi mejor amigo, por lo tanto yo me la pasaba mirando al cielo.

Estábamos entre el auto de mi novio, y el de mi amigo.

Oí unos pasos, no primero pensé que era mi novio, pero al oír esos pasos acompañados de latidos de corazones mi felicidad se desvaneció de a poco.

--TU—Bramó Jake. Matías se separó bruscamente de su novia y miro a donde venía caminando el estúpido deportista.

Mi amigo frunció el seño, aun sin entender.

--¿Jake?—Pregunto María.

--¡TU! Date por muerto, imbécil, mujeriego, asqueroso. —Mat ni siquiera se inmuto por todos esos insultos que iban dirigidos a su persona.

--No creo que tanto. —Rió Matías.

--Tú me robaste a MI novia.

--Alto ahí, tú terminaste con tu novia porque querías salir con otra chica, no me culpes por las tonterías que haces. —Mi amigo cubrió a Lucía, se paró delante de Jake, desafiándolo.

--Y tu...—Señalo a su ex—Eres una asquerosa zorra, ¿De verdad lo prefieres a él antes que a mi?—Ella asintió atemorizada.

--Jake, tranquilízate. —Pidió Vic, Quien miraba con odio a Lucas. Ese imbécil por poco mata a mi amigo.

Yo me interpuse, para que no se acercara a Lucas, ni María olvidando completamente lo que pasaba con Jake y mi mejor amigo.

He hice algo, de lo que estaba segura que luego me arrepentiría.

Suspire, y deje salir una mínima parte de mi bestia interior. Sabía que de esa forma podía verme tan hermosa como peligrosa.

Le sonreí de manera seductora, mientras controlaba mis colmillos para que no salieran. Oí el corazón de Vic acelerarse del miedo, sentí el olor a su sudor.

Di unos pasos hacia el, este estaba temblando levemente, y había empalidecido completamente.

--Tu, mejor que ni te metas, porque haré que te arrepientas, de haber intentado drogar a Lucas, y de todo lo que quieras hacerle a mis amigos. ¿Entendiste?—Víctor tropezó, luego me miro desde abajo y asintió fervientemente.

Dejando de lado a ese imbécil, le preste atención a Jake y Matías que en cualquier momento iban a terminar a los golpes.

--Juro que voy a matarte—Amenazo Jake a mi mejor amigo. —Y tampoco creas que tu saldrás ilesa—Le dijo a Lucia.

Me adelante, y me posesioné en medio de ellos para que no se lastimaran.

--Sisi, no te metas. —Replico Matías enfurecido.

--Tiene razón, no te metas. —Con un rápido movimiento me lanzo y mi espalda goleo contra la puerta del auto dejándome sin respiración. Un jadeo escapó de mis labios.

--SISI—Grito mi amigo. Yo no me podía levantar del suelo, por lo que lo vio avanzar hacia mí para ayudarme.

--Te preocuparas de tu amiguita luego—A lo lejos pude oír unos pasos que comenzaron a moverse con rapidez. —Porque el problema aquí soy yo.

Antes de que Jake golpeara a mi amigo de lleno en el rostro alguien le detuvo.

--Te equivocas. —Dijo la dulce voz de mi novio—El problema aquí soy yo. —Dan con un rápido movimiento lo puso frente a él y lo golpeo en la cara. Jake cayó al suelo. Dan se acerco a él, como si se tratase de una presa—Y si vuelves a tocar a Sasha juro te partiré todos los huesos del cuerpo ¿Te quedo claro?

Víctor que ya se había recuperado del episodio anterior ayudo a su amigo a levantarse y salieron rápidamente de allí.

Dan me levanto del suelo y me metió al auto. Antes de subir conmigo saludo a nuestros amigos y les aviso que si mi condición empeoraba me llevarían al hospital y en el caso contrario me quedaría en casa a hacer reposo.

Se subió al auto y me miro.

--¿Que?—Pregunte, ya me había recuperado del golpe y ahora estaba enojada conmigo misma.

--¿Como estas?—Pregunto acariciando mi mejilla mientras conducía.

--Bien. —Suspire.

--¿Me puedes decir que sucedió?

--¿A que te refieres?

--Pues... estabas realmente lastimada, y yo te he visto recibir goles peores levantarte y para seguir pateando traseros.

--Bueno... Como explicártelo... ¡Lo se!...Imagina que tu cuerpo esta totalmente relajado, pero realmente relajado—El se carcajeo un poco—Hablo en serio.

--Ok. Muy relajado ¿Y?

--Ahora imagina en ese estado de relajación ¡Recibes una patada en el estomago!—El hizo una mueca de dolor. —Eso sentí.

--¿Que?

--Cuando estoy entre humanos es como si mi cuerpo estuviese relajado ya que no necesito usar demasiada fuerza ni nada por el estilo, y cuando el me golpeó no pude reaccionar a tiempo. —El asintió pensativo. —Ahora—Me miro.--¿Puedes decirme que te sucedió a ti? Nunca has actuado de esa forma. –Lo vi apretar el volante con fuerza y tenzar su mandíbula.

--Cuando vi al estúpido ese lastimarte, yo... yo... no se—Suspiro intentando calmarse para no terminar rompiendo algo. —No quiero que te suceda nada, eres mi vida. No se que haría si algo te sucediera. —Lo mire con ternura.

--Gracias ¡Eres mi héroe! –Ambos nos reímos y el se acerco para besarme.



Llegamos a casa y yo entre saltando y gritando ¡ACABARON LA CLASES YUPI! Comencé a saltar al lado de mi padre.



--Ya te he dicho que no debes comer mucha azúcar. —Pero eso no quito mi buen humor.

--Se acabaron las clases. Se acabo el sufrimiento.

--Lo mismo dicen tus profesores hija. —Deje de saltar, me cruce de brazos y lo mire.

--Ahora serás tú el que sufra en mis manos. —Antonio me miro con las pupilas dilatadas por la sorpresa.

--No se preocupe—Habló mi novio que había estado viendo la escena con diversión—Prometo que de ser necesario la ataré y la dejare en la parte trasera de mi auto. —Lo fulmine con la mirada—Solo debe decirme cuando lo moleste demasiado.

--También te amo—Le contesté con sarcasmo mientras mi padre reía, y volvía su vista a la televisión.



Los primeros días pasaron sin nada digno de mención.

Dan y yo salíamos a trabajar juntos para que yo no cayera de nuevo en una emboscada. Esa era la pobre escusa que mi novio y mi papá utilizaban para que no fuera sola a hacer MI trabajo.



Ya hacía aproximadamente dos semanas de que las vacaciones habían comenzado y yo aprovechaba todo mi tiempo libre para pasar tiempo de calidad con Dan y poder divertirme junto a mis amigos.



Esa noche Dan me dijo que no podía acompañarme a cazar porque tenía unos asuntos que atender, no lo pregunte que era, ya que no quería sonar como una novia controladora.

Él me había pedido, mas bien rogado que no saliera sola, pero si el iba a estar ocupado, no tenia nada de que preocuparme por que él me encontrara.

Ya era tarde y papá se había marchado a trabajar, por suerte Antonio no había hablado con Dan sobre el último tema así que no iba a retarme por si salía esta noche sin compañía. ¡La suerte estaba de mi lado!

Me abrigue bien, con una camisa, jeans y una sudadera. Escondiendo mis estacas como siempre.



Salí caminando lentamente por las calles esperando encontrarme con algún vampiro, sediento y poder acabar con su mísera existencia.

Pasó cerca de una hora pero no encontré absolutamente nada. Y lo peor era que percibía su aroma pero desaparecía y debía comenzar a buscar de nuevo.

Unos segundos después oí un sonido y un murmullo. Corrí hacia el lugar desesperada, temiendo llegar muy tarde como para salvar a la victima.

Llegue a una calle oscura, mire a todos lados pero no encontré nada, me estaba por dar por vencida cuando oí otro sonido y de nuevo un murmullo, sabía que era una trampa para que los siguiera pero decidí dar una vuelta y atacar por la espalda.

Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron hasta que llegue a la azotea de un edificio de dos pisos.

--¿Donde diablos se ha metido?—Oí la voz de un vampiro, su compañero no contesto nada--Maldita sea, pensé que la teníamos. —Se quejó el mismo individuo.

No le di tiempo para que el otro contestara porque me lancé sobre el que había estado hablando hace unos minutos, y lo golpee duro. Cuando me voltee el otro no estaba por ninguna parte, lo busque con la mirada, y esa distracción me costó un golpe que hizo que callera de espaldas con el vampiro que había golpeado sobre mi.

--Quítate imbécil—Le golpe sus partes y este chilló. Me levante tan rápido como pude. Y volví a golpearlo, pero esta vez el fue mas rápido y fui yo la que recibió el golpe en el estomago.

Él salto sobre mí y acerco sus colmillos a mi cuello desnudo, forcejee pero, no logre moverlo de su lugar.

Rodamos por el suelo, y yo quede sobre el, cuando el vampiro me toco el muslo, lo golpee en el rostro oyendo un débil crujido que me permitió saber que le había quebrado la nariz.

Oí unas pisadas, y me preparé para atacar al otro vampiro cuando saltara sobre mí.

--Ayúdame maldita sea. —Exclamó el que estaba debajo de mí. Pero el su compañero no hizo absolutamente nada, en cambio corrió alejándose de nosotros.

Me quite de encima de él, lo golpee una par de veces más y este comenzó a reír.

--¿De que te ríes?—Hable furiosa. Pero este no pareció al notarlo, y siguió riendo.

--Caíste.

--¿Que?

--Estas aquí conmigo mientras mi amigo está disfrutando de un gran banquete. —Me quede en silencio cuando sus palabras me golpearon, trayéndome a la realidad.

--Maldito.—No lo pensé mi cuerpo reaccionó solo clavándole la estaca en el corazón, este cayó en el suelo como un peso muerto, lancé la cerilla, quite mi estaca y Salí corriendo en busca del otro vampiro.

Me golpeé mentalmente por ser tan despistada, como para no notarlo antes.

Encontré su esencia, y Salí corriendo, pero como era de esperarse desapareció de repente. Gruñí de frustración hasta que oí un grito de horror en la dirección contraria a la que iba corriendo.

Llegue al lugar del cual provenía el grito, y volví a oír un grito ahogado, la sangre se me congelo por ese sonido y corrí como si mi vida dependiera de ello.

Estaba en un pequeño callejón.

Encontré una silueta y sostenía el cuerpo de una mujer joven. La ira corría por mis venas.

El corazón de aquella mujer ya no latía, yo había vuelto a fallar, había llegado tarde, y todo por culpa de ese maldito que estaba frente a mi.

Di unos pasos más y ese vampiro asesino se volteo a mirarme.

Y lo que vi, hizo que mi corazón dejara de latir y me sintiera muerta por primera vez en toda mi vida.

No salía ninguna palabra de mi boca, no podía moverme, solo podía ver esa terrible escena.

--¿Sisi?—Habló el vampiro.

Quería correr, gritar, llorar, huir, esconderme, desaparecer, morir, cualquier cosa para dejar de ver.

Porque el vampiro asesino que sostenía el cuerpo de esa mujer era mi novio Dan. El que me dijo que me amaba, que confiara en el, que nunca me mentiría, pero todo este tiempo el se había estado burlando de mi, riendo a mis espaldas. Me sentí traicionada.

PORQUE TODO HABIA SIDO UNA GRAN Y HORRIBLE MENTIRA.

Y yo había sido tan estúpida como para caer en ese engaño. Un jadeo escapo de mis labios y me voltee para salir corriendo intentando olvidar lo que acababa de ver, intentado convencerme de que era una tonta pesadilla.